Por ahí andan unos payasitos bien perfumados y vestidos impecablemente, diciendo irresponsablemente que ellos son los candidatos de los evangélicos a la Gobernación del estado Zulia. Ellos echan mano de manera falsa de unas supuestas profecías que les vaticinan el palacio de los Cóndores.
La ambición de poder mueve a estos señores que irresponsablemente se hacen llamar Apóstoles , que perciben que el mundo de sus Iglesias locales les ha quedado corto y quieren trascender al ridículo en un mundo político, que ni los registra en el mundo de las encuestas, ni cercanos al uno por ciento.
Gente con agallas y poca inteligencia, con ambiciones y nula disposición al servicio, unos desconocidos que pretenden alcanzar la gloria política, aunque tengan que vender su primogenitura y su dignidad por un plato de lentejas. Gente que ha demostrado en más de una ocasión que no tienen ética ni moral para conducir a una congregación
Ya se les hace insuficiente la vanagloria que lograron engañando reiterativamente a la gente que una vez creyó en ellos como guías de la grey. Buscan la máxima fama, el máximo poder, y la ganancia máxima, buscando con esta fantochería de una candidatura ridícula y sin sentido, no supieron como Cristo, superar la tentación y reclaman para ellos el gobierno del mundo.
No hay fuerza espiritual en algunos Apóstoles megalómanos, para resistir al subida al cerro de la tentación, en el cual el diablo ofrece el poder político, a cambio del Ministerio, no han sido capaces de decirle a Satanás como le dijo Cristo muy dignamente: "Vete Satanás…"
Lo triste de todo esto no es que ellos sucumban a la tentación y abandonen su Ministerio, sino que embaucan a mucha gente que cree en ellos como pastores y guías espirituales. Convirtiéndose así en ciegos guías de ciegos que guían a sus congregaciones al despeñadero.
Todos y cada uno de los evangélicos, tenemos derecho a tener una militancia política, lo que no tenemos derecho es a engañar irresponsablemente a quienes confían en nosotros, mostrándo como pruebas de nuestras ambiciones una supuesta voluntad divina que torcerá votos y cambiara la voluntad de un pueblo que decide que gobernantes deben gobernarlos.
Dios no es tramposo, ni manipula las decisiones de los pueblos, como hacen algunos supuestos apóstoles que dejaron de ser pastores para convertirse en agentes pasivos o activos de la voluntad del imperialismo a través de las políticas de Pat Robertson.
En Venezuela no se justifica el nacimiento o creación de partidos o candidaturas confesionales, aquí no hay persecución religiosa, ni discriminación partidista por credo o raza.
El Surgimiento de partidos confesionales obedece a intereses foráneos o internos que pretenden desestabilizar a una sociedad o a un gobierno con intereses puramente particulares de grupos de poder o económicos.
Creo que los evangélicos ya estamos curados con respecto a muchos vagabundos fundamentalistas, que se llegan a concebir en determinado momento de su vida, como una especie de fantasía espirituosa de los elegidos de Dios para guiar a este pueblo por las rutas políticas.
Gente que cuando llegan al poder y se enfrentan a la tentación de Satanás, en vez de salir triunfante caen y se llenan los bolsillos de billetes y su corazón de vanidad y soberbia. Véase el caso emblemático de corrupción de algunos dirigentes del Partido evangélico ORA en la Cuarta República, se vendieron descaradamente a Acción Democrática y dieron un mal testimonio a todo el pueblo venezolano.
Gente ingenua, sin preparación política, ni ideológica que mueven sus lealtades en la dirección del mejor postor y que sucumben a revolcarse en el cieno de la corrupción y de la falsedad.
Hagamos un seguimiento de esas personas que muchas veces se presentan como representantes de Dios en la tierra, descubriremos que tienen secuestrado a Dios y que son simples operadores políticos de su Palabra. Investiguemos cual ha sido su moral en las Iglesias, en sus hogares, en sus trabajos y hasta en sus negocios y veremos como no pasan prueba ética alguna.
Andan muchas veces tras el negocio que puede representar los remanentes de los dineros de las campañas electorales, dineros y recursos que muchas veces no se devuelven a las personas que de buena fe colaboraron con la pesadilla de la posibilidad de tener a uno de estos dos señores en la gobernación de un estado, no vaya a ser que saltemos del sartén y caigamos en las llamas.
¿Por qué estos dos pastores o Apóstoles como les gusta que se les llame, no le explican al pueblo evangélico en particular y a toda la colectividad, como Dios le dio a ambos a la vez a través de sendas visiones que iban a ser gobernadores del estado Zulia por su santa voluntad? ¿A cual de los dos payasos le habló Dios? A lo mejor no se dieron cuenta que era el propio Satanás quien los subió a la cúspide de sus megalomanías y los hizo caer en las tentaciones del poder por mediación de algún organismo político o religioso de los Estados Unidos.
Mentirosos y falsos, están acostumbrados a manipular a cierto grupo de gente que les sigue ciega e incondicionalmente con promesas de prosperidad y riquezas mágicas que nunca llegan a quienes hacen constantes siembras en el ego de supuestos Apóstoles egoístas y engreídos. Hagamos un estudio de cómo manejan las finanzas y como administran a sus iglesias locales, muchos saldrán reprobados.
Cuidémonos que esta no sea una patraña de un Nuevo Tiempo, para frenar efectivamente la cantidad de votantes evangélicos que Chávez tiene en las barriadas de todo el estado Zulia. Una patraña orquestada desde el mismo momento en el cual se quiso negociar el apoyo a las candidaturas de un Nuevo Tiempo, por parte de algunos supuestos Apóstoles en un conocido hotel de Maracaibo. Ellos quizás han sido victimas de aquellos cantos de Ballenas que predicó Rosales.
Mucha gente pudo comprobar como las cuadrillas de un nuevo tiempo pintaban en cierto momento las pintas en las paredes de uno de los Apóstoles candidatos. Hablamos específicamente, según datos aportados por unos testigos, de las pintas en la Urbanización la Trinidad en Maracaibo.
Se veía sospechoso como una camioneta con un compresor de aire, pintaba consignas a Manuel y pegaban afiches de Pablo y Manuel y hacían lo mismo con las pintas y afiches del "Apóstol" Porras, el día Domingo 16 de Noviembre como a las diez de la noche.
Como evangélico y como ciudadano digo responsablemente que esos dos señores mal llamados Apostoles, no son ni seran nunca mis candidatos a ninguna elección.
¡El Pueblo Nunca Olvida!
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