Nuevamente sectores de la derecha radical opositora, representados por altos personeros de la oligarquía rancia de la Universidad de Carabobo, se manifiestan de manera clandestina, como acostumbran a protagonizar los hechos delictivos arropados bajo la sombra de la delincuencia terrorista y ya les voy a decir porque:
Bandoleros disfrazados de estudiantes, no conformes de alborotar con sus guarimbas el recinto universitario, viendo que no tienen eco en la población estudiantil, deseosa de realizar sus jornadas como ocupantes de un puesto en un salón de clase para lograr superación, salen a cumplir con sus fechorías, mandato que le hace algún capo mayor, desde el campo de concentración que tienen en la Universidad, a ver si tienen resonancia y logran engatusar al pueblo noble y trabajador residente en estas zonas de la población rural.
Les voy a aclarar a los civilizados citadinos con poder en la Universidad de Carabobo, que si ellos creen que con las bandas de terroristas que tienen residenciadas en esa casa de estudios, van a temorizar o a confundir a aquellos que no conocen la vida universitaria, por aquí mismo les digo, se cayeron de un coco, porque no solamente los colectivos sembrados en las ciudades están claros, también el pueblo de la provincia, está alerta para defender su espacio, más si los provocadores que vienen, son los saboteadores que no aguantan un machete arrastrado en las patas.
El día 11 de mayo del presente, nuestras comunidades del occidente de Carabobo, fueron sorprendidas por un grupo de supuestos estudiantes, conduciendo autobuses de la UNIVERSIDAD DE CARABOBO, las denominadas por los estudiantes de manera simpática, las populares iguanas.
La vaina no es que visiten estos colectivos, lo que pudieran hacer para llevar luces como estudiantes a estos lugares, llevar sus conocimientos para compartirlos con la población ansiosa de nuevos saberes. La vaina es, que llegaron como vulgares delincuentes de carreteras, atravesando los autobuses en las diferentes vías de comunicación del municipio Montalbán en las primeras horas de la mañana, cerrándole el paso, a gran cantidad de trabajadores que se desplaza a esas horas, provocando un caos entre los pobladores paralizados ante esta situación, y lo mas raro, el abandono absoluto de este transporte por parte de los que lo trasladaron hasta ese sitio, igualmente pasó en todas las demás vías que conducen a Montalbán. Entrada de Canoabo, entrada de Portachuelo, y la vía Miranda Montalbán, a la altura de Las Matas.
Se le olvida a estas mafias ilustradas de la Universidad de Carabobo, como dice Alí en su canción, que el pueblo es sabio y paciente. Ante tal provocación venida de los cultos universitarios, esta comunidad, respondió con gallardía y sabiduría, respetaron la unidad, la dejaron varada, hasta que aparecieron los responsables, sin la actuación de agentes del orden público, ellos mismos solventaron la situación.
¿Que hubiera pasado, si la actuación del pueblo hubiera sido la que acostumbran a imponer estos civilizados universitarios?.
Ya se las voy a decir: la rápida intervención de la policía, perdigones por todas partes, bombas lagrimógenes y quien sabe lo que siempre han venido buscando, un muerto entre la población mas humilde y pacifica de los venezolanos, los campesinos. Pero no crean que todo el tiempo vamos a actuar de esta manera, nos estamos organizando en cambote, están organizado al colectivo, a los primeros saboteadores que se les ocurra de nuevo asomar sus narices, para violentar nuestro sagrado recinto como nuestras tierras de trabajo, los vamos a sacar a palo, y que no vengan después a acusarnos de terroristas e infiltrados por la CIA.
El campo se respeta, de ahí sale, no el pan que saldrá del horno, mis queridos estudiantes guarimberos, si no la comida que les mata el hambre.
Con todo el respeto a todos los estudiantes revoluciones del mundo, fuera la gurarimba de la Universidad de Carabobo.
Patria o muerte… venceremos.
Norma.rojita@hotmail.com
