El pasado 07 de abril de 2010, Jesús Cumare vuelve al ruedo con su maniatada tesis del Estado Guaira (sic) en un ensayo publicado en Aporrea.org. En una evidente desesperación ante la contundencia de nuestros cuestionamientos, a Cumare no le quedó más remedio que “huir por la derecha”, al tiempo que sacó de contexto algunas de nuestras apreciaciones. A continuación lo confronto, una vez más, porque por lo visto el señor tiene “agujeros negros” en su competencia lectora.
1- Jesús Cumare no debería sorprenderse porque alguien rebata sus inconsistentes y muy anticientíficos argumentos en relación con el “affaire” Estado Guaira (sic). Cualquier ser humano con un mínimo de raciocinio lo haría; alguien debe reaccionar ante tanta obcecación toponímica y no menos abismal desconocimiento de la realidad litoralense.
2- Cumare raya en la ridiculez al estar comparando sus trasnochados “delirios tropicales” con el sueño panamericanista y libertario de nuestro Libertador, Simón Bolívar. ¡Hágame el favor! El Padre de la Patria es un gigante y el infeliz símil del personajillo de marras desnuda harta egolatría y dilatada fanfarronería de tercera categoría. ¿Y a eso llama usted debate serio? ¡No me diga!
3- Reiteramos, el vocablo “varguense” es el más apropiado para sintetizar nuestro complejo contexto geográfico, político, social y cultural, ¡duélale a quien le duela! Quien peca de ignorante y falso es Jesús Cumare, al lanzar la voltereta discursiva de que los habitantes de nuestra franja costera comulgan más con el término “guaireño” y no con el de “varguense”. ¡Kilométrica sandez! ¿Será que este señor nunca sale de su casa? Yo lo invitaría a inquirirle a algún poblador de Carayaca, Catia La Mar o Caruao, si éste se siente más “guaireño” o “varguense”. ¡Escríbalo! Cualquiera le espetará, muy a su pesar, que se considera “litoralense”, “varguense”. Quizás en las parroquias más cercanas a La Guaira, como Macuto o Maiquetía, sí haya más identificación con la palabra “guaireño”, pero tal tendencia no es una regla general. Sencillamente, Cumare es un anti-dialéctico porque es incapaz de poner en evidencia lo que afirmamos con anterioridad y se guía por razonamientos absurdos, obsoletos y endebles.
4- En el sexto párrafo de sus espasmos grafológicos, Jesús Cumare hace oda a la estupidez más infinita al traer a colación lo siguiente y citamos: “(…) ¿No le parece muy de ignorantes pretender que la razón la tiene uno aunque la mayoría piense lo contrario [¡!]; eso de que todos están equivocados menos yo? (…)”. Sin duda, Cumare trata de establecer una falsa equivalencia con lo que dijimos en nuestro pretérito ensayo. ¿Qué importa más? ¿Nuestra identidad como “varguenses” y nuestro muy válido parecer como habitantes de este caluroso terruño, o la manera como otros nos califiquen a la luz de un “anacronismo lexical”? Cumare, no seas ignorante TÚ, no estamos hablando de UNO contra la mayoría. Platicamos de un pueblo que escogió rendir tributo a su prócer ostentando su nombre y eso debe respetarse. ¿Me explico? La trampa semántica que intenta desplegar el sabiondo “guairista” se revierte –facilito- en su contra. Para apreciar en su exacta magnitud la torpeza de la analogía de Cumare, sólo bastaría un ejemplo: ¿qué pensaría usted, lector, si en su municipio o estado regional se hiciesen unas elecciones y el alcalde –o gobernador- de su entidad lo eligiera, ¡no usted, ni sus coterráneos!, sino gente de otro municipio o estado? Suena raro, ¿verdad? Es más, es una maquinación tan descabellada que no cabe en la cabeza de algún ente viviente con una pizca de inteligencia, ¿cierto? Pues, eso mismo propone la “lumbrera” objeto de la presente contrarréplica. Repetimos, ¡de locos!
5- Quien sí va a tener que darse un paseíto por la Misión Robinson, es Jesús Cumare. Lee mal, muy mal. Cuando hicimos alusión a José María Vargas en nuestro anterior escrito, en ningún momento afirmamos –textualmente- que Cumare sea uno de los que desee enterrar con “premeditación y alevosía”, la figura del sabio guaireño. Sin embargo, al sostener él su capricho del estado Guaira (sic), SÍ da oxígeno a los detractores de Vargas para reeditar el mismo error que cometimos con Gual y España. Cumare acaba siendo el tonto útil de los intereses que se mueven en la penumbra y así propinar la estocada final al legado de Vargas. Así no lo quiera reconocer, usted, Jesús Cumare, ha puesto sobre el tapete el debate artificial “Vargas vs. La Guaira” y al menos debería asumir con hombría esa responsabilidad. ¿O estoy errado?
6- La notoria escasez discursiva y argumentativa de Jesús Cumare es como la tos o la histeria: no se logran ocultar. En ningún instante puede éste rebatir mis señalamientos hacia sus DESLICES ORTOGRÁFICOS, verbigracia, “intensión” en vez de “intención”, y su precariedad verbal al enunciar el muy manoseado e impropio “pido disculpas”, en lugar de “ofrezco disculpas”. ¿Será que alguna vez hizo la mitad, aunque sea, de un cursillo de oratoria? Ante la imposibilidad de atacarme –certeramente- por ese flanco lingüístico, Cumare echa mano de un recurso improvisado, burdo y “naïf”. Hace la mueca de intentar corregirme con la expresión “¡Dioxxx!”, la cual es un rasgo característico de mi estilo y una evidente burla a la mala pronunciación de algunos compatriotas de esta Tierra de Gracia. ¡Jajaja! En mi humilde opinión, alguien en esta diatriba necesita varios niveles de alfabetización y ortografía, antes de adentrarse en elementos más “profundos”. Mejor suerte para la próxima, míster ¿cronista?
7- Desde 2005 he estado leyendo los devaneos sintácticos y argumentativos de Jesús Cumare y por mero accidente. Cual “Droppy” se aparece en las páginas de diarios nacionales o regionales, con su cantaleta llorona del estado Guaira (sic). Sólo en un artículo de él, fechado en febrero de 2010, reconoce la necesidad imperiosa de un referéndum para dirimir la polémica. En anteriores ocasiones únicamente hemos leído llantos de “nos quitaron el gentilicio” entre demás babosadas con ídem matiz cursilón y siempre con el ímpetu de defender la solidez de un castillo de arena. ¿Por qué tanto apuro con lo de la consulta? Solucionemos primero la vialidad, la vivienda y otros asuntos más urgentes, como el tren de alta velocidad hasta Caracas, y luego practicamos –con todas las de la Ley- el derecho irrenunciable a la democracia refrendaria. ¿Cuál es el problema?
8- Cuando escribimos que La Guaira es “una voz indígena muy bonita”, en ningún momento lo hicimos en tono peyorativo o despectivo, más bien obramos con el mayor respeto y cariño. Evidentemente, Jesús Cumare, La Guaira trasciende esa armoniosa unión de fonemas, pero tampoco nos íbamos a explayar con un tratado “histórico-social-cultural” acerca del mentado topónimo y menos en una simple Post Data. Además, el resto del pasaje de mi cita es omitido por el manipulador de Cumare y éste se explica por sí solo: “(…) ‘La Guaira’ es una voz indígena muy bonita y, además, a dicha parroquia nos unen lazos de querencia indestructible. En lo concerniente a mí, me crié en La Guaira y viví años de mi niñez allí, por lo cual no se me puede tachar de anti-guaireño (…)”. Creo que el tilo es buenísimo para las personas que se estresan demasiado o que yacen con profunda impotencia, ante lo apabullante de la realidad objetiva, ¿verdad?
9- Sinceramente, creo que el respetado Concejo Municipal de Vargas más bien le confirió a Cumare el remoquete de “bromista”, ya que el rango y calidad de sus opiniones –con respecto al “affaire” que nos ocupa hoy- rasguñan los límites de una broma…pero de MUY MAL GUSTO. Más que cronista, nuestro ¿sesudo? replicante cumple con los exigentes estándares para “aterrizar” como BROMISTA en el salón de cualquier hotel cinco estrellas. Sólo que corre el riesgo de ser ahuyentado a punta de tomatazos. ¡Jajaja!
10- Debo aclarar que siempre me informo muy bien antes de opinar acerca de un tema y que nunca me oriento por “chismes” o “cuentos de camino”. Allá otros que anhelan proyectar en los demás sus estridentes debilidades y contradicciones humanas. Cumare intenta descalificarme como contrarrevolucionario, como gran IRRESPONSABLE que SÍ es él, y resulta que soy un revolucionario convencido de este proceso bolivariano y un chavista hasta la médula. Los lectores de Aporrea.org pueden constatar lo anterior al echar un vistazo de mis decenas de artículos desplegados en casi dos años. ¿Quién es el irresponsable? ¿Quién es el ignorante?
11- Igualmente, habrá que recordarle a Jesús Cumare que lo de “cronista” no se decreta, ni se certifica en un papelito. Eso se gana a punta de constancia, sensatez, humildad, dedicación y amor genuino por la región. Si la obtusidad de él no lo deja palpar la escolar imprecisión de su propuesta, pues no le auguro futuro ni siquiera como “pichón de cronista”. Ah, y si su mediocre y atropellada escritura es producto de su “abultado” currículum, entonces creo que perdió su tiempo y su dinero. Aunque nunca es tarde para retornar a la primaria, ¡jajaja!
12- Jesús Cumare se jacta de haber sido avalado por el Concejo Municipal de Vargas como “bromista”, pero el muy analfabeta funcional transcribe “Consejo”, en sustitución del correcto “Concejo”, que es la grafía adecuada para referirse al respectivo organismo jurisdiccional. ¡Misión Robinson 2.0! ¡Jajaja!
En definitiva, hay que considerar a largo plazo la realización de una consulta a las masas y corroborar el hondo arraigo del vocablo “varguense” en nuestro Litoral Central. Ello jamás significaría lesionar el gentilicio “guaireño” y la preponderancia histórica de esa añeja parroquia, pero sí colocaría los puntos sobre las íes en relación con la identificación y devoción de los habitantes de nuestra entidad, hacia la memoria del Dr. José María Vargas. Al pan, pan, así no le agrade al “bromista”.
ADÁN GONZÁLEZ LIENDO
P.D. Jesús Cumare, “El Inodoro” es un órgano humorístico estudiantil que se publica en la Escuela de Idiomas Modernos de la UCV. Como soy uno de sus fundadores y editores, es lógico que utilice el correo-e del periódico [elinodoro@yahoo.com] para recibir colaboraciones y también para enviar mis artículos a Aporrea.org. ¿Le queda claro? De pana, usted se muere de hambre como “bromista”. Además, es tan IRRESPONSABLE que ni siquiera corrige el “básico” error de estado Guaira (sic). ¿Será que es muy difícil que comprenda Cumare lo que es un artículo definido femenino singular? ¡Dioxxx! Ah, y si le “picó” en demasía mi anterior ensayo, ¡rásquese! No le queda de otra. Au revoir!
elinodoro@yahoo.com