Muchos desarrolladores y diseñadores web revolucionarios hemos criticado actitudes proimperialistas por parte de algunas naciones latinoamericanas pues las mismas ofrecen acogida al software privativo y no adoptan frontalmente el cambio hacia el software libre. Sin embargo, no vemos lo que está ocurriendo actualmente en Venezuela; las licencias con microsoft abundan más que nunca y la orden presidencial de implementar el software libre dentro de las instituciones gubernamentales parece ser una frase sin sentido que nunca debió pronunciarse. El tiempo transcurre y con él se entierra aquel firme discurso de septiembre de 2004: "Estamos trabajando en un decreto para establecer en Venezuela de manera oficial y obligatoria para la administración pública, el fomento y la adopción del software libre".
Pero en este caso no abordaremos este complicado tema de plataformas y sistemas complejos; sólo nos delimitaremos a la presencia de algunas instituciones gubernamentales en internet. Como bien sabemos, la mayoría de las páginas web en la actualidad se desarrollan bajo un lenguaje dinámico que permite al usuario interactuar con el sitio, permitióndole una serie de actividades como participar en foros de discusión, votar en encuestas, registrarse como usuario, comentar un artículo, buscar palabras o frases en todo el sitio, ver estadísticas y muchas otras acciones que enriquecen el contenido con ayuda de la participación del usuario, colocando a la página como un medio de comunicación y no como un lugar frío de información estética.
Para quien administra la página web también es una gran ventaja, pues no se requiere de profundos conocimientos técnicos para poder publicar una noticia o artículo, sino que mediante un editor de textos en línea puede transcribir o pegar información, así como subir imágenes y archivos para descargas. También puede editar lo elaborado, guardarlo para después o simplemente publicarlo, todo con un sencillo click en "enviar". De otra forma tendría que saber manipular algún software de edición web (Por ejemplo NVU) para poder sacar la información al público.
Todas estas ventajas se deben a un motivo principal: las webs dinámicas están conectadas a una base de datos que guardan la información introducida, reflejandola en las secciones de la página dispuestas para tal fin, ya que éstas se construyeron bajo un lenguaje interpretado y dinámico que dan las debidas instrucciones a esta base de datos.
Existen muchos lenguajes de origen dinámico disponibles, pero vamos a nombrar los dos principales con los cuales se desarrollan las webs en la actualidad: PHP y ASP. Ambos cumplen su misión a cabalidad y a la vista del usuario puede que no haya diferencia, pero detrás del espectaculo la situación es muy distinta.
ASP es un tipo de lenguaje privativo basado en Windows. El código utilizado para la construcción de las páginas web (Y sobre todo las aplicaciones para correr ese código) están protegidos bajo leyes de propiedad intelectual y sujetos a patentes que reclaman derechos y privaciones a la comunidad de usuarios y webmasters. En otras palabras, hay que pagar una licencia a su creador (microsoft) si se quiere hacer una web o script bajo este ambiente. Y en dicha calidad de privativo, no se puede desarrollar, cambiar, compartir o evolucionar sin el debido permiso de su dueño, confinando así a los servicios de hospedaje web, desarrolladores y diseñadores a conformarse con lo que está a disposición y además cancelar las debidas licencias. En otras palabras, ASP sólo funciona con servidores Windows y por lo tanto hay que cancelar la debida licencia y sujetarse a las órdenes de esta compañía
PHP es todo lo contrario. Tanto el código, scripts prefabricados, aplicaciones y recursos están disponibles de forma gratuita en internet. Y esas aplicaciones y códigos pueden modificarse, mejorarse, distribuirse gratuitamente, venderse y compartirse libremente y sin restricciones, de acuerdo a la licencia GNU sobre el software libre. Por dicho motivo podemos observar que PHP tiene un número mayor de opciones web que ASP: la comunidad de desarrolladores participa libremente en su evolución, sin más obstáculos que su nivel de conocimientos y disposición en la materia.
Ahora bien, ya explicado lo anterior podemos observar con mucho asombro y decepción que algunos sitios web del gobierno aún utilizan lenguaje ASP para el desarrollo de sus páginas web. Lo más inadmisible del asunto es que cambiar a PHP no requiere de obscenas inversiones monetarias ni capital humano. Un sencillo grupo de 5 profesionales dedicados tiene la posibilidad de hacer la migración inmediata de plataforma (Con base de datos y todo), bajo un presupuesto muchísimo menor que los viáticos de un ministro en sólo uno de sus viajes al exterior.
Algunas de estas páginas son:
Ministerio de Comunicación e Información.
Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales.
COFAE (Dependencia de la Contraloría General de la República).
Construidas bajo un entorno privativo que requiere pago de licencias que engordan el bolsillo de algún pulpo, y además impiden el libre desarrollo del mismo con la bofetada de los "derechos de propiedad intelectual", estas instituciones contravienen directa y descaradamente las palabras de Chávez y del pueblo: "No podemos seguir dependiento de propietarios [...] Es la independencia científica, la propiedad intelectual, eso es una trampa. El conocimiento no tiene propietario, es de todos".
Como se mencionó, existen muchas formas de desarrollar sitios web alternativas al monopolio. La idea es explotar esas alternativas, lugar de caer en la trampa de lo privativo y con ello amputar tanto la iniciativa al mejoramiento como las posibilidades de acceso a los recursos disponibles.
* Diseñador gráfico
