La actual guerra mediática internacional generalizada contra la Revolución Bolivariana está alcanzando cotas inusitadas. Lo último es la intención de generar zozobra en la población venezolana con respecto al virus de ébola que actualmente es estrella noticiosa mundial. Lo menos que se ha dicho es que no estamos preparados para la posible llegada del terrible virus a tierras venezolanas, en momentos en que Venezuela se pone a la cabeza de la prevención en ese sentido, actuando como factor movilizador y organizador de la región para enfrentar una eventual llegada de la letal enfermedad.

Resulta ahora que el diario proto franquista español ABC publicó un artículo escrito por Ludmila Vinogradoff, especialista en conspiración mediática contra nuestro país, donde “alerta” sobre la posible llegada del ébola a Venezuela. En el artículo en cuestión se expone que “De Guinea Conakry partió el barco carguero «VSL Resounders» con bandera de Liberia, la zona más afectada por el virus del Ébola, rumbo a Venezuela. La llegada del buque africano a Puerto Ordaz en el río Orinoco, al sur del país, está prevista para este viernes o el sábado y las autoridades locales no han hecho las alertas necesarias. ABC ha tenido acceso a la carta de navegación del Resounders en la que dice que partió del puerto de Conakry en Guinea, vecina de Liberia, con destino a Venezuela el pasado 20 de octubre y debería arribar a Puerto Ordaz entre el 31 de octubre y el 1º de noviembre… El carguero navega con bandera de Liberia, trae 20 tripulantes y arranca desde uno de los focos más activos de ébola en África” ¿Cuántos barcos africanos llegan a cuántos países en este mes? ¿Cómo se puede ser tan canalla cómo para jugar con un asunto tan delicado y atentar así contra la salud mental de las personas?

Usando el conocido expediente del declarante “anónimo”, la tarifada terrorista Vinogradoff continúa: “‘Se supone que todos los tripulantes vienen sanos y de ser así, deberán completar los 21 días de cuarentena (hasta el 10 de noviembre) a bordo del barco, una vez que esté en aguas del rio Orinoco (10 días más desde la fecha de llegada)’, afirmó una fuente que pidió anonimato”.

Apelando al viejo truco publicitario de la “cabeza parlante autorizada”, la canallesca criminal sigue así: “Lo que preocupa a la alta fuente sanitaria es que el gobierno de Nicolás Maduro ‘mantiene esto en absoluto secreto y es posible que intente ocultarlo incluido el contenido de la carga que viene en el barco, declarada como ‘maquinarias agrícolas’”.

Tratando de desacreditar y desvirtuar la acción de nuestro Gobierno contra el ébola, que ya ha recibido congratulación de la Organización Mundial de la Salud, Vinogradoff concluye que “También es posible que las autoridades sanitarias ‘intenten armar un show con la lucha anti-ébola a nivel mundial y se presenten al barco con disfraces especiales para decir que están preparados en esa lucha’”.

Finalmente, la terrorista Vinogradoff presenta detalles de la “carta de navegación” del supuesto barco liberiano, para tratar de dar mayor credibilidad a su invectiva criminal.

Ahora bien, hablando de Liberia, Estados Unidos anunció que envía a miles de soldados adicionales a Liberia para “erradicar el ébola y construir instalaciones donde tratar a los enfermos”. Pero Paul Craig Roberts, asesor del ex presidente estadounidense Ronald Reagan, cuestiona el verdadero fin de esta operación: “¿Por qué se envían tropas de combate a construir unidades de tratamiento? ¿Por qué no envían a una empresa de construcción especializada?... Miles de tropas adicionales constituyen un equipo de construcción demasiado grande y sin experiencia para unas 17 unidades de tratamiento. No tiene sentido”.

Roberts expresa la sospecha de que los soldados estadounidenses podrían ser utilizados como conejillos de indias para probar las vacunas y las curas contra el ébola, o incluso para portar el virus mortal en sus cuerpos cuando vuelvan a Estados Unidos. Además, siguen multiplicándose las teorías que sostienen que el reciente brote del ébola fue provocado por la Casa Blanca y que la cepa fue creada como arma de guerra biológica en laboratorios del Gobierno imperial situados en los países de Africa occidental que no firmaron la convención que prohíbe este tipo de experimentación; otras hipótesis llegan a afirmar que este plan de la Casa Blanca tiene como objetivo despoblar algunas zona de la Tierra. 

También otro analista estadounidense, el doctor en ciencias políticas William Engdahl, señala que el interés mercantil de las élites occidentales en el ébola es mucho más aterrador de lo que nadie podría haber imaginado y endosa la idea de que el nuevo brote podría ser un arma biológica de Estados Unidos.

En su artículo el analista geopolítico recuerda la información divulgada en agosto por el canal de televisión norteamericano Fox News de que dos ciudadanos estadounidenses que se contagiaron del ébola en África consiguieron curarse gracias a una “nueva medicina experimental”. El informe también señalaba que este fármaco fue desarrollado por el Ministerio de Defensa estadounidense durante una de los muchos “experimentos” que nunca antes se había aplicado en seres humanos

Anteriormente se reveló que la investigación del virus del Ébola fue llevada a cabo por la empresa Tekmira, que en 2010 firmó un contrato con el Departamento de Defensa de Estados Unidos por un valor de 140 millones de dólares para el estudio del ébola y el desarrollo de medicamentos para combatirlo. Al poco tiempo, esta compañía se unió al consorcio internacional liderado por la Organización Mundial de la Salud, el propósito oficial del cual es luchar contra la propagación del ébola, pero que en realidad fomenta el pánico en torno al virus para aumentar las ganancias de ciertas empresas, tal como señala el mencionado analista. El autor se pregunta si la histeria mediática en torno al virus del Ébola es en realidad un proyecto de la OMS para vender al mundo un “medicamento de salvación” que ni siquiera ha sido probado adecuadamente. Lo cierto es que desde que en los medios occidentales aparecieron los primeros informes sobre el brote del ébola, Tekmira está batiendo récords en la bolsa.

Además, William Engdahl señala que Tekmira ha cedido a la empresa Monsanto el derecho a probar el “milagroso medicamento”, sin especificar dónde debe buscar la compañía a sus “conejillos de indias” ni quién facultó a Tekmira para llevar a cabo este tipo de investigaciones.

Asimismo, el autor indica que en 2010 los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos patentaron un tipo de virus del ébola conocido como 'EboBun'. De acuerdo con la patente, actualmente este organismo recibe los beneficios si se usa en la vacuna esta cepa del virus. En tal sentido, el autor se plantea si el problema que mantiene en vilo a la humanidad en estos momentos es un brote espontáneo del ébola en África o una prueba del arma biológica patentada en EE.UU. y el medicamento contra ella.

Este tipo de conjeturas pueden parecer de ciencia ficción, pero todo el mundo sabe que Estados Unidos involucra a miles de científicos y a decenas de miles de trabajadores para el desarrollo de la guerra biológica y bacteriológica ¿Qué tiene de raro entonces que un pasquín ultraderechista español esté usando el ébola como un arma contra la Revolución Bolivariana? No olvidemos que hace poco unos médicos fascistas difundieron la supuesta presencia de un virus desconocido en el Hospital Central de Maracay, matriz que se terminó sin que nadie haya pagado aun por ello y ni siquiera hayan pedido disculpas los autores del rumor terrorista. También anda la derecha queriendo exagerar el alcance de la incidencia del virus del chikungunya. Y no hace mucho los medios “contaminaron” el agua potable y alarmaron con el invento de que el agua de consumo humano en Venezuela estaba generando enfermedades y hasta la muerte, sin aportar de ello ninguna prueba ni retractarse una vez que esa matriz terminara sin dejar rastro ¿Guerra mediática bacteriológica? ¡Por supuesto que sí!