El micromecenazgo y la “cadena de bloques” en la gestión de proyectos culturales

Hace uno pocos días atrás tuve la oportunidad de conversar sobre la criptomonedas y el Petro con un grupo de cultoras y cultores en el Museo de Arte Contemporáneo de Maracay (MACMA). Esta actividad fue organizada por el Gabinete de Cultura del estado Aragua y fui invitado por compas de la Misión Cultura. Esa actividad se realizó en el marco de una consulta a las y los cultores acerca de las posibles implicaciones de las criptomonedas para la actividad cultural en nuestro país. Una de las preguntas generadoras planteadas a las y los asistentes trataba sobre el impacto a corto plazo de este nuevo tipo de dinero en la realización de actividades culturales. También discutimos en este encuentro acerca de la ideología subyacente a las criptomonedas y la reproducción de ciertos valores a través las tecnologías asociadas a ellas. En este artículo me referiré solo al asunto planteado en la pregunta generadora arriba mencionada y tangencialmente haré referencia a las cuestiones ideológicas y acerca de la reproducción de los valores del capitalismo.

Una de las cosas que señalaba en una entrevista después de mi participación en la mencionada actividad, es que estábamos poniendo mucho énfasis en la criptomoneda, en especial el Petro, como medio de pago y de acumulación de riqueza desde una perspectiva capitalista. Resaltaba que debíamos ser más cuidadosos en el manejo de la información sobre el Petro, porque incluso que corremos el riesgo de estimular la usura y el enriquecimiento rápido sin que esa sea la inteción. Que podríamos terminar fortaleciendo en sistema reproductor del capital. Agregaba que debíamos tal vez prestar más atención a las tecnologías subyacentes y asociadas a las criptomonedas en dos sentidos. Por un lado, para develar la ideología subyacente a estas tecnologías. Y, por el otro lado, estudiar las posibilidades de su uso para nuestros fines. Claro que esto requiere alcanzar un alto nivel de claridad y de concienciación acerca de la ideología dominante que guía el desarrollo de esas tecnologías. Sostengo que deberíamos prestarle atención al micromecenazgo y a la cadena de bloques en la gestión cultural. Teniendo bien claro que no se trata de tácticas ni tecnologías revolucionarias, para la subversión contra el capitalismo.

El micromencenazgo ha estado asociado con el desarrollo de software libre y más recientemente ha estado vinculado con las cadenas de bloques y con las criptomonedas. La primera como tecnología de soporte a la gestión de actividades de micromecenzago y las segundas como medio de recolección de dinero para el financiamiento de proyectos. ¿Qué es el micromecenazgo? En términos criollos podríamos decir que es algo así como "hacer una vaca". Mecenazgo es una palabra derivada de "mecenas", término que se refiere a persona o institución que financia, principalmente, a un artista o grupo de artistas. Este sustantivo a su vez tiene su origen en el nombre de Cayo Cilino Mecenas, consejero político de uno de los césares del imperio romano, quien se dedicaba a la protección y financiamiento de artistas. Mecenas tenía preferencia por los poetas, cuenta la historia que protegió a destacados poetas como Virgilio y Horacio. El prefijo "micro" se refiere al hecho que no se trata de una única fuente de financiamiento proveído por alguien adinerado, sino a un número de pequeñas cantidades de dinero proporcionadas por varias personas. El término en inglés para denominar esta modalidad de financiamiento de proyectos es "crowdfunding", lo cual puede traducirse como "financiamiento colectivo". Entonces el micromecenazgo es una forma de financiamiento y de apoyo de parte de muchas personas a un determinado proyecto. Hay muchas maneras de contribuir con un proyecto, la más usada hasta ahora ha sido la inversión en dinero, puede ser en forma de donación, de inversión con participación en las ganancias generadas por el proyecto (por ejemplo: ventas de un libro, entradas a una película, etc.), de trabajo voluntario y muchas otras. El micormecenazgo también puede considerar la contribución en criptomonedas y el uso de la cadena de bloques en la gestión del proyecto.

La tecnología que hizo posible la creación de la primera criptomoneda, el Bitcoin, y todas las otras que le han seguido, es conocida como "cadena de bloques". Una cadena de bloques es una especie de libro contabilidad público donde se registran todas las actividades (en especial transacciones) entre miembros de una red digital y que está disponible para su revisión por parte de todos ellos. Todas las transacciones en la red son aprobadas por consenso entre sus miembros y la modificación de transacciones ya realizadas no es posible realizarla sin que sea conocido por todos los participantes en la red. Si el 51% del poder de procesamiento de la red está en manos de gente honesta, no sería posible realizar transacciones delictivas en la red. Aunque la tecnología cadena de bloques ha sido usada hasta ahora principalmente para el manejo de sistemas de pago en línea basado en cirptomnonesas, ésta cada día está siendo aplicada en muchas otras actividades. Una de ellas es la gestión de proyectos culturales. Por ejemplo, recientemente el Municipio de Bahía Blanca comenzó a usar la cadena de bloques para gestionar proyectos culturales financiados por el Fondo Municipal de las Artes. Esta experiencia en el uso de la cadena de bloques en la gestión municipal fue promovida por un grupo afiliado a la Organización de Estados Americanos (OEA) y cuenta con al apoyo financiero y técnico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Open Society Foundations, la CEPAL, GovLab y la Fundación Konrad Adenauer. Como podemos ver, entre estas organizaciones solo hay agentes promotores del capitalismo y su ideología, por ejemplo, la Fundación Konrad Adenauer es una organización socialcristiana alemana que ha financiado en nuestro país a los partidos COPEI, desde hace muchos años, y más recientemente a Primero Justicia. Resalto esta información parta enfatizar que la tecnología cadena de bloques es catalogada como "revolucionaria", en cuanto a sus posibilidades de modificar la manera en que se ha manejado la internet. Pero no se puede transpolar esta propiedad a otros ámbitos y pensar que mediante esta tecnología vamos a llevar adelante una revolución política que dará al traste con el capitalismo. Solo mediante la lucha de clases lograremos ese último objetivo.

Las tecnologías que hicieron posible las criptomonedas surgieron en un contexto económico determinado, el capitalismo avanzado estadounidense, están moldeadas por ideologías correspondientes a este modo de producción y el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas. En especial, las y los creadores de esas tecnologías son militantes del movimiento cypherpunk, con estrecha vinculación con el movimiento por el anarco capitalismo. No nos hagamos pues falsas ilusiones con estas tecnologías. Ellas sirven un propósito, reinstaurar un capitalismo libertario donde prevalezca la "soberanía individual", se reduzca a un mínimo la democracia y desaparezca el estado. Mientras tanto, antes de alcanzar el socialismo, asumamos que podríamos usarlas para fines diferentes a esos y que tal vez sirvan para la creación de nuevas tecnologías al servicio del bien común. Cometeríamos un grave error si asumiéramos que nuestras aspiraciones revolucionarias, que la acción revolucionaria, se realizarían por medio de esas tecnologías y dejáramos de lado la lucha de clases.



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Julio Mosquera


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