Se ha acuñado el término ‘nueva normalidad’ (NM), para referirse a la situación en la que se desenvolverán las personas en su vida diaria, en la etapa de transición que va, desde el momento en que comienzan a flexibilizarse las restricciones de cuarentena y confinamiento impuestas, debido a la amenaza del Covid-19, hasta el momento en que dicha amenaza haya desaparecido en su totalidad. ¿Cuánto tiempo durará esta etapa? Es algo que es incierto todavía.
Sin embargo, lo que sí se debe entender desde ahora, es que la NM implicará un conjunto de nuevos hábitos y procedimientos que van a ir surgiendo, y a los cuales habrá que acostumbrarse. Para utilizar sendos términos del mundo de la computación y de la administración, las personas, en su vida diaria, se verán afectadas por procesos de reseteo y reingeniería.
Hay algunos ejemplos que han ido surgiendo en diferentes partes del mundo, y vale la pena mencionar. En Kigali, capital de Ruanda, país ubicado en la región de los Gran Lagos, al este de África, los mototaxistas ahora usan casco y tapabocas de manera permanente, y al ser abordados por algún pasajero, toman el casco adicional que llevan, lo rocían con un líquido desinfectante, al tiempo que el pasajero se coloca una pañoleta sobre la cabeza, antes de hacer uso del casco.
En Noruega, país ubicado en el extremo norte de Europa, la reincorporación de los niños a las escuelas ha implicado establecer estrictas normas de distanciamiento intraescolares, de tal manera que se conforman grupos (con acompañamiento de un adulto) de tres niños, para los que están entre 3 y 6 años de edad, y grupos de seis niños, para el grupo etário de más de 6 años.
En el caso de Venezuela, el gobierno nacional y la sociedad toda, deberán trabajar muy fuerte para consolidar nuevos hábitos y procedimientos en todos los ámbitos de existencia humana. Tiene que ser visto como un objetivo estratégico que apunte a consolidar los hábitos de distanciamiento y protección personal, fortalecer la cultura de salud preventiva y potenciar el sistema inmunológico de todos los venezolanos. Porque la amenaza del Covid-19 seguramente desaparecerá en su momento, pero nuevas bioamenazas pudieran surgir en el futuro.