Los objetos voladores no identificados (ovnis), los platillos voladores, avístanse volando los cielos, aterrizando en la tierra, navegando los fontaneros mares, surgiendo y emergiendo del fuego volcánico, a según documentos desclasificados de las inusitadas agencias de inteligencia de las potencias. Asina como los estudios de muchas personas en el mundo, la "veracidad" de la CIA norteamericana, la "formalidad" de las grandes agencias, de los grandes establecimientos y despachos, el "realismo" de las consideradas administraciones, firmas, corporaciones, compañías, empresas y oficinas. Los estudiosos, de la superstición prejuiciosa ovniana, han estado corroborando desde lo pretérito, lo presente, y, hacia lo porvenir, el prodigio real maravilloso quimérico de los ovnis, y que Venezuela no escapa del fenómeno, como puede verse en el estudio hecho por el periodista e investigador Héctor Escalante, ver la página web de La Iguana TV, del 16 febrero de 2021, https://www.laiguana.tv/articulos/882786-ovni-en-venezuela-imagenes-videos/.
Con digresión y sin digresión, el fenómeno ovni, la superstición prejuiciosa ovniana, ha sido el relato, aquí y ahora, de muchos y de muchas, de iguales y de distintas maneras, en que pasan del suelo al cielo, del fuego al fontanero, en que han de descubrirse su geometría significativa conmovedoras, redondos platillos voladores revelados, platos invertidos volátiles confesados, esos inocultables ovnis misteriosos estremecedores y sentidos emocionales interiores propios. Exhibidos de lo móvil del suelo a lo móvil del cielo y de lo móvil del cielo al móvil suelo. Manifiestos del movedizo profundo fuego terrestre al movedizo ligero mar fontanero terrestre y del movedizo ligero mar fontanero al movedizo profundo fuego terrestre, y los puntos de enfoque a bordo de cada cual son iguales y son distintos, son dependientes y son independientes, mas y más, si y solo sí, sí y sólo sí, cada cual en cuestión, sistemas móviles uniformes relativos, en que han de haber al menos dos sistemas movilizados uniformemente relacionados. Y son sistemas móviles uniformemente vinculantes que nadie los conoce, a menos que algo o alguien los saque de sus casillas, en tanto el sistema de espacio vacío posibilita la existencial realidad. Asina un ovni, hasta ahora, no lo ha provocado, la tierra a seguido girando en torno al sol a 30.000 Km/segundos, a menos diez veces, a una décima, 1/10, de la velocidad de la luz, la tierra un sistema móvil uniforme relativo, que ningún ovni móvil la turbe, la conmueve, la perturbe, a menos que el platillo volador estuviera hecho de materia distinta al del universo en expansión, por lo que el platillo volador ha de pertenecer al universo en contracción, y la materia del ovni ha de ser, no de kryptonita, sino de neutrones, de cuasar, de púlsar, y de enana blanca, que contraerían, encogerían y reducirían a la tierra a un campo de beisbol o a una pelota de futbol, y, que sacaría a la tierra como sistema de su movimiento
uniforme relativo, asina, coño, así sí protestaríamos, asina, coño, así sí se acabarían las medidas coercitivas criminales, asina, coño, así sí acabaríanse los bloqueos los cercos las persecuciones, las sanciones al pueblo de Venezuela, y, asina, coño, así sí el imperio yanqui criminal quedaría convertido en polvo cósmico contraído a partícula partitiva viva, eterna noria notoria eclesiástica oscarwildeiana, jorgeluisborgesiana ludovicosilvaiana, el desafío lógico paradójico, de algo nuevo ante el sol y nada nuevo bajo el sol. Mas y más, el universo en expansión y el universo en contracción, casos límite contradictorios caliginosos congruos complementarios, en equilibrio dinámico dialéctico difuso, y los ovnis ahí, sin perturbar a la tierra como sistema, por la misma ley móvil uniforme relativa, y, en respeto a la proporcionalidad, a la congruencia, a la complementariedad, al equilibrio. Y, aun y aún, no hemos sentido el sacudón de algún ovni neutrón.
Con divagancia y sin divagancia, la evidencia de la existencia de vida extraterrestre y la no evidencia de vida extraterrestre, casos límite contradictorios caliginosos congruos complementarios, tanto como sistemas límite sinrazones sombrías sobrias sosegadas, en que se inscriben el universo en expansión y el universo en contracción, el macro mundo y el micro mundo, natura y persona, el ser y el no ser. En la tierra, hay vida consciente y vida inconsciente, y, en alguna parte del universo en expansión ha de haber vida consciente y vida inconsciente. En el universo en contracción, y, eso sí que no lo sabemos, si ha de haber vida consciente y vida inconsciente. Lo que sí es bien cierto, es que existe el equilibrio entre los universos, entre natura y persona, entre el ser y el no ser, y, ningún platillo raudo volador, nos sacará de las casillas con el cuento del toco mocho. Mas y más, la guerra y la paz, casos límite contradictorios congruos complementarios extremos eternos repugnantes rempujados relajados, del quítate tú pa´ponerme yo, el tú y el yo, en eterna disputa como putas, perdónenme una y esta, hermosas damas de la cama, por el efebo placer del huevo acuífero vegetal minero del te quiero a ti y del no te quiero a ti. Ahora mismo desde el espacio con armas sofisticadas nucleares, para avistar y para matar como en Chile, malabares, Miguel Mavárez, en nombre de los ovnis y del espacio. ¡Que el relámpago del Catatumbo venezolano oriente nuestro rumbo! Y, destruya, el relámpago del Catatumbo, a cualquier plato flaco volantinero volador violador, intruso pituso ya norteamericano ya chino ya ruso.
Si los objetos voladores no identificados (ovnis), si los platillos voladores, avístanse volando los cielos, aterrizando en la tierra, navegando los fontaneros mares, surgiendo y emergiendo del fuego volcánico. Entonces sea dicho que los platillos voladores no han de ser de carruseles de las fiestas patronales. Ergo vergo sea dicho que los ovnis han de ser si no de carne y hueso, han de ser del misterioso estremecimiento de los sentimientos, entre natura y persona, entre tú y yo, entre el universo en expansión y el universo en contracción.