Un profesor universitario amigo, militante de las filas opositoras pero a quien yo consideraba no visceralmente enfermo, se refirió recientemente al Satélite “Simón Bolívar” como el “juguetito” de Chávez, tratando de descalificar lo que ha sido una de las realizaciones del Gobierno de mayor importancia para el país de todos estos años. No se trata sólo de los servicios que este instrumento de la tecnología moderna va a prestarle a la población venezolana, los cuales ya son de por sí importantes en el campo de las telecomunicaciones: Telefonía, radio, televisión e Internet. No es tampoco que se podrán extender esos servicios a las regiones más recónditas del país, por lo que todos los habitantes de Venezuela tendrán la posibilidad de acceder a herramientas que, hoy más que nunca, significan desarrollo y progreso para la humanidad. No me estoy refiriendo al impacto positivo económico que tendrá, ni a los puestos de trabajo directos e indirectos que generará.
Es que, a partir de ahora, serán ingenieros y técnicos venezolanos quienes manejarán las comunicaciones satelitales, pues es en este momento cuando hemos alcanzado la posibilidad para hacerlo, no sólo por disponer de un satélite de nuestra propiedad, que hemos comprado, sino porque tenemos el conocimiento científico y técnico que se requiere para operar el satélite y eso significa desarrollo e independencia en esta particular área. No será una empresa extranjera la encargada del satélite, serán venezolanos que se han preparado para ello. Pero es que además, de ahora en adelante no tendremos que pagar por el uso de satélites comerciales; hemos eliminado esa dependencia en las telecomunicaciones, lo que significa un paso importante hacia la soberanía del país. ¿Qué no construimos el satélite? Es cierto, pero hoy estamos mucho más cerca de hacerlo.
Nooo, señores opositores antinacionales. No se trata del “juguetito” de Chávez, al igual que la Represa del Guri no fue la “piscinita” de Leoni, ni la inauguración del Metro el “trencito” de Luis Herrera. Los venezolanos de verdad, quienes sentimos esta patria con toda su fuerza en nuestros corazones, estamos alegres con esta realización, como lo estuvimos ayer con las otras mencionadas.
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