Ayudemos a los quijotes a empujar ese capitalismo que está al borde

Hasta ahora, el trabajador hace paros para reclamar sus legítimos derechos a su gobierno respectivo. ¿Cuándo se parará para hacerse respetar de sus verdugos?

Desde que conocemos la historia que nos escribieron los que a mansalva nos sometieron y la historia real que ahora conocemos y seguimos reconociendo, gracias a la multiplicación de todos los medios de información, el invento de la internet y las herramientas culturales y el conocimiento que nuestra revolución socialista nos brinda, y que tratan de opacar los mismos canallas que trastocaron la historia, ¡siempre! ese capitalismo que impuso quien lo practica y defiende, ha sido la causa de los desajustes humanos. Capitalismo que en tiempos pasados se denominó bendición, feudalismo, reinos o simplemente ricos. Capitalismo que hoy conocemos con las mascaras de “inversión” “productores” “apertura económica” “propiedad privada” “globalización económica” “países desarrollados” o “neoliberalismo” entre otros nombres que le apuntan a su antifaz.

Ahora bien, de todos es conocido la forma económica y salvaje que usa ese capitalismo para dividirnos, y de esta división se aceptó con toda la normalidad del mundo, con toda la discriminación el mundo y con toda la inhumanidad del mundo, que la sociedad universal se ubique en clase baja, clase media y clase alta con sus derivados, pero en resumen, son los de arriba y los de abajo, o sea dos grupos, pobres y ricos.

Aceptemos entonces que la humanidad se partió en dos. Un grupito auto escogido muy munúsculo y un grupo mayoritario muy grande. El grupito auto escogido se “educó” y a sus continuas generaciones, cuando tomó el conocimiento y se lo robó para engañar, pisotear y por supuesto que dividir. Y para desgracia del grupo grandísimo, aplicaron toda su “educación” con la colaboración de muchos del mismo grupo grandísimo. Entre estos “colaboradores” reconocemos sicarios, jala bolas, palangrista, asesinos y cardenales que por migajas les cuidan la espalda a sus verdugos y golpean la espalda y adormecen el espíritu a los de su mismo grupo. ¿Qué fuera de un canalla oligarca sin sus “colaboradores”?

Es a estos incautos colaboradores que podríamos sugerirles, la también ingenua idea, de hacer un paro de sólo 72 horas en sus serviles colaboraciones. Imaginemos por un instante como se sentiría un canalla sin sus guardaespaldas, sin sus jalabolas, sin sus periodistas de palangre, sin sus apaleadores de los cuerpos y de los espíritus. El mismo Paro sugerimos a trabajadores y trabajadoras que por sus necesidades tienen que ganarse el pan diario laborando para esos desalmados. La señora domestica, la secretaria, el conductor, el “vigilante”, obreros de multinacionales y “empresas” grandes y medianas, ¿se imagina el aporreador que pasará si toda esta gente a nivel de Venezuela y del mundo se para, no para hacer el tradicional Paro al Gobierno respectivo, sino a quienes tienen las cosas vuelta mierda? ¿Se imagina el lector a la Polar cerrada por sus trabajadores por espacio de 72 horas? ¿O se imagina al Banco multinacional sin cajeras, sin porteros, y sin secretarias? ¿O al yate sin tripulación, el restaurante de caché sin cocineros, sin meseros y sin barman? ¿O el avión y la limusina sin conductor y sin piloto?

¿Por qué no imaginarla, sugerirla y tratar de regar esa ingenua idea y escribir sobre ella? Creo que es el más fino de los empujones que necesita ese capitalismo para hacerlo caer al hueco donde debe estar junto a sus dueños y tecnócratas. Y si alguien tiene ideas como estas, que las diga para aplicarlas antes que ese capitalismo transmute.

¡Patria socialista o muerte!

¡Chávez es socialismo!

nandopico@yahoo.com


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Hernando Cortés Pico


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