La Alianza Atlántica desea enviar sus perdigones de guerra hacia el Continente Sureño para avanzar sobre sus riquezas naturales y minerales, pero, antes debe avasallar su población civil y aborigen. Algunos venezolanos se han prestado para confabular contra la tierra que dio a luz a Simón Bolívar, nuestro Libertador, como aquellas provincias liberadas tras la búsqueda de la libertad, igualdad y separarnos del yugo extranjero. En Venezuela, existe un aproximado de cuatro millones de colombianos que, ya por sí constituyen un ejército. Impostor.
Estados Unidos, quiere imponer una impopular guerra en el área caribeña, ante su desgaste en Afganistán, Pakistán e Irak y lo dificultoso de trasladar el crudo y agua fresca al seno de su poderío militar, Washington.. Ojala que la Unión Europea no se deje arrastrar por las motivaciones de los radicales judíos ortodoxos y el mal pulso desde Canadá y Gran Bretaña, nos encontramos en el ojo de una gran revuelta hemisférica tras la búsqueda del uranio para su envejecimiento y, producir una diversidad de ojivas nucleares. Estamos a la entrada de un nuevo conflicto religioso y político.
Estamos a la puerta de grandes eventos políticos, donde la ideología es fundamental y la administración del poder debe coexistir con la unidad partidista para lograr los resultados deseados, lo importante es capitalizar la victoria bajo el auspicio de un líder común que logre arropar algunas tendencias doctrinarias bajo un solo factor común y me refiero al deseo de desarrollar un programa de gobierno de carácter local y comunitario, con dirigentes de verdadero arraigo popular y que no provengan de las cúpulas religiosas del Estado venezolano.
Estamos frente a un nuevo discurso político de índole globalizante y es evidente el buen manejo de la diplomacia para avanzar bajo un equilibrio determinante que nos aleje de la guerra electrónica. Ya Colombia sucumbió frente a la gran serpiente, solo existe una respuesta, la unidad de los pueblos y limpiar nuestras barriadas de la inseguridad. Es necesario asumir una disciplina política y doctrinaria.
Venezuela,
esta dirigiendo la exportación de su crudo hacia países del mundo
asiático y conlleva una política de diversificación de mercados.,
lo que equivale incentivar sus esfuerzos para la importación y exportación
de productos, que, determinan tener una línea fronteriza en constante
alerta por los desmanes que en ella se suceden, es necesario ser un
ciudadano disciplinado para valorar los criterios de una patria que
forjamos para un bien colectivo.
Valencia. Edo Carabobo, Venezuela,