El
combate contra la cultura capitalista es quizás la batalla más
difícil que enfrentamos, entre otras cosas porque - unos más, otros
menos - todos estamos atrapados en sus redes. Quinientos años
de dominación económica, política y cultural no se borran de un plumazo,
menos aún cuando tenemos el enemigo en casa.
Aficionada a los crucigramas, me encontré las siguientes prendas en el dominical de uno de los periódicos que apoyan el proceso:
- Apellido del marino y descubridor del Nuevo Mundo: Colón. ¿Qué hay de aquello del Día de la Resistencia Indígena?
- Que tiene un tono más oscuro de lo normal: Moreno. ¿Lo “normal” es blanco? ¿Quién lo dice?
- Rey del pueblo bárbaro: Atila ¿Es que hay pueblos bárbaros y pueblos civilizados? ¿Quién identifico a los hunos como “el pueblo bárbaro” y en base a qué?
- Sociedad pensante: SP ¿Es que hay sociedades no pensantes?
Esto
gazapos no deberían aparecer en un medio revolucionario, menos
aún en una columna titulada Crucigrama Educativo,
cuyo responsable es un señor que se identifica con una de las
universidades experimentales.
Ante
una oposición que utiliza conscientemente todos los medios a
su disposición para reforzar los antivalores del sistema
capitalistas, nosotros estamos en el deber de hacer todo lo posible
por descubrir y desmontar los “pensamientos, palabras y obras”,
propios y ajenos, que contribuyen a la reproducción del sistema.
La
cosa no es fácil porque – salvo en casos absolutamente exagerados
y obvios - los síntomas de la contaminación capitalista o pasan desapercibidos
o son vistos como “normales”, como el caso de los blancos frente
a los morenos.
Como
revolucionarios criticamos el consumismo, la cosificación de
la mujer, la mentira y la violencia de los medios de comunicación,
la hipocresía de la iglesia, etc. Sin embargo, la mayoría de las veces
sin darnos cuenta, caemos en las trampas del enemigo.
Los
cipayos capitalistas nos esperan en la bajadita para echar para atrás
todo lo que hemos alcanzado y mientras afilan los cuchillos, insisten
en inocularnos dosis mayores y más efectivas de cultura capitalista.
Estamos
en guerra, el enemigo no nos da tregua y nosotros tampoco podemos dársela.
mariadelav@gmail.com