El tratamiento judío a las naciones del mundo de intromisión a sus fronteras y mundo financiero ha tenido en parte una respuesta categórica del presidente Barak Obama, donde exhorta a Israel a regresar al contexto geopolítico de 1967 y legalizar su comercio con las colonias norteamericanas. De seguro, nos encontramos en un reacomodo internacional de carácter jurídico, donde Netanyahu como premier israelí, desconoce la fuerza imperial norteamericana y desafía por incorporar más asentamientos campesinos a su favor, tomando en cuenta, la popularidad con los militantes y congresistas republicanos. Lo cierto, hay un lastre del pasado que los jóvenes de ésta generación no desean llevar consigo. Me estoy refiriendo a las viejas historias socialistas, que en, teoría parecen muy contemporáneas, pero que reflejan un militarismo muy autócrata y déspota en el mapa político internacional
Uno de los graves problemas en los países socialistas del mundo europeo y Latinoamericano es el control de sus divisas y el desborde de la inflación por las venas del consumismo. Sobretodo, la capacidad adquisitiva de las personas vienen siendo afectadas- caso Venezuela- por la mala proyección de una política agroalimentaria desproporcionada y controlada por organizaciones multinacionales de vieja data, entre ellas, la de los judíos. En este sentido, el presidente Barak Hussein Obama desea acortar la crisis económica de Estados Unidos de Norteamérica e instrumentar un control más diplomático sobre el grueso de las materias primas que pueden entrar a su país de origen y arrebatarle el control de ciertos insumos a China.
En el Sur, habrá una pujanza de mercados que la centroderecha europea desea controlar y la izquierda latina ante un equipo muy lento en su proceder viene retrocediendo en la rectoría diplomática y con fijaciones en el pasado, solo buscan afianzar su nueva tesis de crecimiento argumentada en el Desarrollismo Burgués. El presidente bolivariano, Hugo Chávez Frías, mantiene unos programas sociales muy sostenibles, teniendo como contrariedad algunos anclajes del pasado y la manera marchita como algunos ciudadanos direccionan estas Misiones, muy loables para el pueblo que, busca un equilibrio social y económico en la acción de sus hechos, contemplados en el Proyecto Simón Bolívar.
El dinamismo de una ejecutoria democrática, esta en la aplicación de una política socialista con todas sus bases de acción popular. Por esto, sus hombres deben ser fieles creyentes de ese modelo de institucionalidad para no fracasar en la aplicación de los programas en todos sus niveles políticos y de carácter territorial. Por eso, Obama requiere de los presidentes de sus colonias, un requerimiento de los territorios que gobiernan para tener la oportunidad de expandirse con seguridad en los planteamientos energéticos de cada Continente y Región. Es un análisis frío del programa norteamericano para los próximos cuarenta años.
Por eso, el presidente venezolano instó a los venezolanos por una Reforma del Estado, donde era punto prioritario su territoriedad. Una oposición abatida y en el pasado busca entorpecer la marcha patriótica con falsos testimonios y una bárbara campaña presidencial. No hay tiempo para los dirigentes medio tintas en America Latina, todos deben reflejar una orientación policlasista para aventajar el conocimiento político sobre el neoliberalismo y ajustar la economía de los mercados internacionales, pero, todos los criterios quedan a disposición de los dirigentes que rigen el Cono Sur.
Hay que planificar hacia una economía no excluyente y donde los precios de los productos agroalimentarios no fluctúen tan exageradamente para enfocar a la población marginada del crecimiento geopolítico, nadie debe ser aislado en su territoriedad. La idea es avanzar hacia un sistema moderno electoral, fundamentado en programas de formación política que vayan directamente a la militancia de cada organización partidista, según conciba su orientación pedagógica. Seguimos la idea de la autonomía política para el desarrollo, versado en un programa nacional de gobierno, que, este caso se encuentra anclado en el Proyecto Simón Bolívar. El país- Venezuela- debe estar abierta a todas las corrientes del pensamiento político, pero todas deben circunscribirse a un ideal unitario del poder popular.
Lo complicado es que hemos regresado al ocaso imperial, en el término internacional, el presidente Barak Obama recuerda la caída del imperio romano y el florecimiento de las cruzadas. Ahora en el mundo, las estigmatizaciones espirituales puntean un gran aforismo ciudadano.
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