Misión cumplida, magnicidio

Con el asesinato del Gadafi, se cumple el mandato de Hillary Clinton quien en su sorpresiva visita a Libia, manifestó que EE:UU lo quería vivo o muerto; tipo películas de John Wayne en el lejano oeste. 

Todo fue premeditado desde el principio con invenciones mediáticas que antecedieron a la invasión de Libia y en este momento de desespero, de crisis económica capitalista global, de falta de credibilidad política y de solidez de las instituciones mundiales; cualquier cosa puede ocurrir, como por ejemplo la solidaridad de los grandes medios de comunicación de los EE.UU. y la Unión Europea con los rebeldes en Libia que era obviamente hipócrita.  

Hubo noticias sobre Libia que evidenciaban la manipulación, silenciamiento o tergiversación en los grandes medios de prensa para imponer sus intereses, donde se traficaba con la información y con estos hechos recientes de Libia quedo demostrado que todas las guerras van precedidas por una gran farsa y contra Venezuela en su tiempo Bush impuso una estrategia de conflagración para someter al gobierno de Chávez y a la vez exponerlo al escarnio público internacional.

     Muchos medios de comunicación de EE:UU y Europa, concebidos en su origen como canales de la libertad de expresión contra los abusos del poder político y económico, hoy han pasado a expresar los intereses de un puñado de países sedientos de energía y de  gigantescas empresas mediáticas.

El manejo de la información como factor básico en el control de Libia, tuvo uno de los más avanzados elementos de “guerra psicológica” trazados en las oficinas de inteligencia de Estados Unidos y según la camarada Stella Calloni, un gran movimiento por la paz podría ayudar a la lucha contra la desinformación.

 

En su momento estas tácticas tuvo su efecto cuando se trato de Cuba, como dijera el escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano, “se aplica una lupa inmensa que magnifica todo lo que en Cuba ocurre cada vez que conviene a los intereses enemigos, llamando la atención sobre lo que pasa en la Revolución, mientras la lupa se distrae y no alcanza ver otras cosas importantes”. 

En Venezuela la oposición política fue derrotada en 1998 en elecciones libres, plurales y democráticas; los principales grupos de prensa, radio y televisión habían desatado una verdadera ofensiva contra la legitimidad del presidente Hugo Chávez. Mientras que éste y su gobierno se mantenían respetuosos del marco democrático, algunos medios de comunicación en manos de un grupo de privilegiados continuaban utilizando toda la artillería de las manipulaciones, las mentiras y el lavado de cerebro para tratar de intoxicar la mente de la gente. En esa guerra ideológica pretendieron desesperadamente defender los privilegios de una casta y se oponían a toda reforma social y a toda distribución un poco más justa de la inmensa riqueza nacional.

El caso venezolano es paradigmático de la nueva situación internacional en la cual grupos mediáticos enfurecidos asumen abiertamente su nueva función de perros guardianes del orden económico establecido y su nuevo estatuto de poder antipopular y anticiudadano. Estos grupúsculos no sólo se asumen como poder mediático, constituyen sobre todo el brazo ideológico de la mundialización y su función es contener las reivindicaciones populares tratando de adueñarse del poder político y económico como dijera Maurice Lemoine.

La hostilidades de noticias sucias librada en Venezuela contra el presidente Hugo Chávez es la réplica exacta de lo que hizo desde 1970 a 1973 el periódico El Mercurio en Chile contra el gobierno democrático hasta empujar a los militares al golpe de Estado y muerte del presidente Salvador Allende.

La información, debido a su explosión, su multiplicación, su sobreabundancia, se encuentra literalmente contaminada, envenenada por todo tipo de mentiras, por los rumores, las deformaciones, las distorsiones, las manipulaciones con el firme propósito de tumbar gobiernos democráticamente elegidos y en la nueva embestida ideológica que impone la mundialización, muchos medios de comunicación son utilizados como un arma de combate, ha funcionado en las invasiones con abusos y saqueos a Iraq, Egipto, Libia y en la mira esta Siria y Venezuela. 

adolfoparra62@yahoo.com

(*)Profesor
 
 


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Adolfo A. Parra(*)


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