Definitivamente desde 1998 hasta el presente, en la patria de Simón Bolívar, libertador común de cinco naciones, entre ellas Colombia y la nueva Venezuela, combativa, revolucionaria y humanista, que emerge en el contexto mundial como faro de luz, que amenaza al monstruo imperial norteamericano, no se veía tanto odio concentrado, tanto desprecio por la dignidad humana, tanto engaño sobre un pueblo, tanto bombardeo mediático y criminal.
Y es que parafraseando a mi Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, su razón se justifica con el devenir del tiempo, puesto que en alguna ocasión dijo algo referido al odio de la burguesía, con palabras como estas: “Prefiero que desaten todos sus odios contra mí y no descarguen sus ametralladoras en contra del pueblo”, más profético en el tiempo imposible y es que la burguesía venezolana, no toda pero si una gran parte, nunca comulgó con la abolición de la esclavitud y aún sigue creyendo, que Venezuela sigue siendo un pueblo de esclavos, para servir a sus más bajos intereses.
Obviamente y no tras bastidores, ni encubiertos bajo secreta formula, se esconden los intereses del imperialismo norteamericano, acostumbrado por casi cien años, concretamente a partir del 15 de abril de 1914, cuando la Caribbean Petroleum Company, empresa establecida en Nueva York desde 1911, como subsidiaria de la General Asphalt Company absorbida posteriormente por el Grupo Shell, comenzó a gran escala la explotación del Zumaque I, en campo petrolero de Mene Grande, a extraer a precios de gallina flaca, el oro negro venezolano o el “Mene” como le llamaban nuestros aborígenes.
De forma tal, que la suma de intereses económicos entorno al petróleo venezolano, es muy amplia y dentro de esta suma de intereses, se mueve obviamente parte de esa burguesía venezolana y vende patria, que ha llegado a ese sitial, gracias a la riqueza petrolera venezolana y a sus acostumbradas triquiñuelas, con los gobiernos oprobiosos y neoliberales, desde 1958 hasta 1998, cuando emerge políticamente la figura del Comandante Presidente Hugo Chávez Frías.
Este odio viseral, podemos advertirlo en los calificativos indignos, como: zambo, bembón, mono, mico, criatura y muchos, asignados por esa burguesía carente de valores verdaderamente humanos, asignó al Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, con el ánimo ruin y miserable, de descalificarle ante el pueblo venezolano, de cara al proceso electoral de diciembre de 1998, pero como decían algunos buenos venezolanos: “Chávez era como el rió Guaire, porque entre más mierda le echaban más se crecía”, así fue Chávez y el pueblo venezolano, les pasó la aplanadora por encima y los aplastó, bajo un promontorio de votos que no pudieron ocultar, como cuando el vende patria Andrés Velásquez, de la Causa R vendió sus votos a la burguesía venezolana, traicionando al pueblo, acá en Colombia, se sabe todo.
Por consiguiente es fácil advertir que los diablos andan sueltos y sus odios desatados, podemos advertirlo con facilidad, después del triunfo del Comandante Presidente Hugo Chávez, quien en ningún momento, traicionó a su pueblo, ni pacto con la burguesía, como lo hizo Andrés Velásquez, traicionando, al pueblo venezolano.
Chávez nunca se equivocó, al ver tan maravillosa combinación de: odios imperiales, odios norteamericanos, odios extranjeros y odios nacionales, en amalgama infernal, contra el pueblo venezolano, prueba de ello fue el célebre Carmonazo, en abril de 2002, cuando como HORDAS cualquiera, en pos de su presa, asestaron un GOLPE DE ESTADO, desconociendo todos los poderes legítimamente constituidos, en una muestra de “FASCISMO PURO Y ODIO INFERNAL”, que incluso llegó a los cuadros de Bolívar y de inmediato los desmontó.
El odio y la suma de intereses en estos seres sin alma no se ha detenido en ningún momento, tal es el caso de decir, después que el coloso de Hugo Chávez anunciase su enfermedad, que era una campaña publicitaria y al verlo convaleciente desearle la muerte y al verlo muerto, mil canalladas e inmundicias, estos seres no tienen perdón, ni aquí ni en la otra vida y en cierta medida, sólo producen nausea sus viles acciones.
El hecho está dado por cuanto ellos, despreciables criaturas dignas del infierno, siguen aferrados a su esquema de destrucción, en función de la ignorancia cultivada, razón tenía Bolívar al decir: “Más nos han dominado por la ignorancia que por la fuerza” y es que esa es la naturaleza del mal, reinar sobre la ignorancia, someter al hombre sólo a sus intereses, sólo a sus hambres de riqueza y poder.
Corresponde ahora a Nicolás Maduro llevar sobre sus hombros el legado del Comandante, el legado de Chávez, el legado de la nueva Venezuela y los odios irracionales de estos demonios sueltos, ya se hace evidente de nuevo, con acciones criminales como las ejecutadas después de las elecciones, contra la vida de más de 9 venezolanos y cuantiosos daños materiales, al quemar CENTROS DE DIAGNÓSTICO INTEGRAL llamados CDI, quebrar los vidrios de la unidades del METROBÚS, con personas sin importar para nada, la vida de los niños en su interior.
Esta GUERRA MEDIÁTICA Y SICOLÓGICA, en contra de la siquis del venezolano, no se detiene y la encabeza la televisora norteamericana GLOBOVISIÓN con la mayor impunidad en territorio venezolano, preparando con ello, el CALDO DE CULTIVO, para que los YANQUIS, acudan con sus MARINES, a fin de apoderarse del ORO NEGRO VENEZOLANO Y TODAS SUS RIQUEZAS.
Esta guerra no se detiene, por cuanto esas bestias, consideran que al morir físicamente mi Comandante, todo se acabó y ello constituye su gran oportunidad, para destruir el proceso revolucionario y humanista, nacido en la patria de Bolívar, la Venezuela revolucionaria y combativa, libre de las ataduras del más oprobioso de los imperios sobre la tierra, el imperio norteamericano, que todos los días mancha la tierra, con la sangre de miles de inocentes, que claman por un mundo mejor.
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