Cuando el desgastado sistema imperialista que actúa como el gendarme del mundo, los EEUU y sus aliados en otros continentes, se ve amenazado por alguna corriente que pudiera quitarle el liderazgo , cuando además, atraviesa por una severa crisis económica , política y social, ataca a la defensiva, irracionalmente, ante cualquier movimiento, de quien considera, de primer plano, un enemigo.
No es un juego, lo que está pasando en Venezuela. Es un ataque continuado, de quienes desde ya se han propuesto acabar con el proceso revolucionario bolivariano, implantado por el presidente Hugo Rafael Chávez Frías, porque en verdad, ya han esperado mucho tiempo y sus desvencijados analistas no han podido descifrar la de que está hecha la férrea unidad revolucionaria, que conformó Chávez.
Además, necesitan petróleo, el oro negro, con el que cuentan para salir adelante con sus planes para dominar al mundo, asi como vulgarmente estamos cansados de escuchar, en el lenguaje de los malos, en las comiquitas, que ellos mismos nos han hecho, para que nos vayamos acostumbrando a sus términos e intenciones. Están desesperados. Para ellos, es ahora o nunca.
No pueden esperar más , porque se les acaba el tiempo. Creo que es una de sus últimas jugadas, por eso, en estas acciones de calle, guarimbas, ya han traspasado el límite de las protestas pacíficas, para convertirse en focos violentos, fascistas, para cometer asesinatos, actos vandálicos, robo, extorsión, y sembrar el odio y la destrucción en el país.
Por supuesto, que quieren desestabilizar. Están montando sus grupos mercenarios, fascistas, con ayuda de sus fuentes y aliados tanto en Europa, como en Latinoamérica, porque de esta manera, debilitan al estado, crean un caos y ellos en función de que tienen intereses económicos aquí, tomar cartas en el asunto, para resguardar y defender sus intereses y a la democracia.Están que se mean por esto.
Pues, de plano, les voy a decir en mayúsculas ¡QUE NO, NO ES POSIBLE, NO NOS VAN A COLONIZAR MÁS! ¡NO SE VISTAN QUE NO VAN!. Por qué? Ya se los voy a decir:
El pueblo venezolano, es profundamente revolucionario. Su temple de acero, su sangre, su sudor y sus lágrimas, desde las primeras comunidades, aborígenes, negras, mestizas, PARDAS, independentistas,bolivarianistas, zamoranas y ahora CHAVISTAS han demostrado, que cuando se trata de defender lo que nos pertenece, con lo que nos hemos identificado placenteramente, somos capaces de luchar contra las peores contingencias y adversidades, contra quien sea y hacer que nos obedezcan. Como muestra, podemos recordar en la historia lo que Simón Bolívar, dijo, cuando el terremoto de 1812.
Y duélale a quien le duela, desde 1998, cuando llevamos al presidente Chávez al poder, lo hicimos convencidos de que su moreno rostro, sus brazos, sus pazos, sus manos, y su porte de guerrero nos traería una mejor alternativa para la vida y el progreso del pueblo, de la patria. Allí volvió a encenderse el espíritu de lucha, batalla y victoria del enorme y portentoso pueblo heróico venezolano.
Sabemos que ya han sonado las trompetas agoreras. ¡No tenemos miedo, nunca lo hemos tenido y ahora menos que nunca!. El libertador Simon Bolívar, y nuestro guerrero Chávez, comandando todas las legiones espirituales y terrenas, estudian los escenarios, hasta los más adversos, como mismo decía él.Decidimos ser libres y así ofrecer en este siglo XXI, una alternativa mejor para todos y todas en el mundo, ante la esclavitud que representa el capitalismo y sus nuevos disfraces neoliberales.
Por eso, porque somos una alternativa mejor ante el capitalismo y sus huestes, es que quieren acabarnos. Tenemos una guerra declarada desde que comenzó el mandato de Chávez, pero nos subestimaron. No les funcionó el golpe del 2002 y después esperaron , como el dragón de Komodo, porque de seguro, sabían que el amado presidente iba a morir (lo mataron) y pensaron que con él moriría también su revolución.
Pero Chávez, sabio , visionario, supo ponerles freno también y rápidamente nos dijo que él ya no era él, que nosotros, el pueblo éramos él, porque si él faltaba, el pueblo, donde radica el poder y la gracia de esta democracia participativa, protagónica, de equidad y justicia social, debía seguir las riendas en la defensa de la patria y los logros de esta revolución.
Estamos en la calle. Estamos en eso, en la lucha, rodilla en tierra. Cada quien, desde sus trincheras pone su grano de arena. Clamamos por la Unidad. Estamos con el presidente Maduro, con los diálogos de paz y con el mazo dando, para arremeter contra los sediciosos, nazistas, fascistas, terroristas y contra las traiciones a la patria.
Ahora, yo les pregunto , a los opositores, a los enchufaos o desenchufaos, a los que se dicen de izquierda y ni lavan, ni prestan la batea, a los indiferentes, a los venezolanos ¿De verdad, quieren, que muera, la única esperanza en la actualidad, de la humanidad del Siglo XXI, que ha nacido en Venezuela?
El momento es crucial y como dice la canción de Silvio Rodríguez, la era está pariendo un corazón, no puede más, se muere de dolor y hay que salir corriendo, pues se cae el prorvenir¡Señores, Venezuela está pariendo un corazón que salvará al mundo de la esclavitud, de la barbarie del capitalismo, del neoliberalismo y el Fondo Monetario Internacional, de la pobreza, del hambre y de las guerras! Y lo hace pacientemente, llamando a la unidad, la paz y al diálogo, como nos enseñó el amado Chávez. PERO POR ESO , DUELE TANTO CADA DÍA Y AHORA CON LAS MUERTES DE SUS HIJOS EN LAS CALLES, PRESAS DE LA VIOLENCIA Y LAS GUARIMBAS DE LA OPOSICIÓN NACIONAL E INTERNACIONAL.
¡Hay que salir corriendo, porque se nos cae el porvenir! Vamos a reforzar las barricadas de los diálogos de paz. Vamos a contestarle nacional e internacionalmente a los juglares de la falsedad y la mentira. Vamos a reforzar la unidad del pueblo y la FAB. Vamos a hacer que se cumpla la justicia. Vamos a unirnos en una red nacional de fuerza comunicacional revolucionaria, chavista, madurista y socialista.Vamos a eliminar de una sola vez, la violencia, la muerte y la destrucción de los espacios de la patria. Todos, unidos desde nuestras trincheras. ¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE CAMARADAS!