Lo hablaba en estos días con unos colegas periodistas y recordaba que les había comentado que nada extraño tiene que Estados Unidos, cuyo centro de investigaciones biológicas y bacteriológicas creado después de la II guerra mundial, sea el lugar de donde salieron los insectos y fueron lanzados en diversas partes del mundo, para que se armara el gran problema de salud que hay hoy en día, mientras con toda tranquilidad se dispone a bombardear -a troche y moche- un presunto ejército islámico en Irak y Siria, porque son un peligro.
Va a venir el Premio Nobel de la Guerra, ¡perdón! la Paz a decirnos que ellos en ese país están casados con la libertad y la paz, cuando tienen casi dos millones de personas en las cárceles y uno no sabe cuantos se encuentran en los pasillos de la muerte ni cuantos niños menores de edad han sido sentenciados a cadena perpetua.
Pobres ciudadanos estadounidenses no han despertado todavía del llamado sueño americano, de ese mismo que les hace vivir la vida enredada en el placer de la historia de los comics y en los fantasiosos cuentos que les vende Hollywood y les hace creer que forman parte de sus realidades y por eso cada ciudadano sueña con ser supermán, batman, los cuatro fantástico o el supersoldado universal que es capaz de enfrentarse en el cine y la televisión con los malvados musulmanes y eliminarlos, cuando todos sabemos que después de iniciadas las guerras con sus bombardeos, lo que les queda es una manga de soldados lisiados, unos que optan por el suicidio porque no resisten recordar los viles crímenes que cometieron y otros que irremediablemente van a sumergirse en las drogas en la creencia de que de ese modo escaparan de sus pesadillas, mientras que a su propio gobierno, el mismo que les engaña prometiéndole beneficios después de ir a la guerra, ni se acuerda de ellos porque no les importa un pito la gente.
Así que los mosquitos que ocasionan el dengue y el chinkungulla (mosquito tigre y el aedes egipti), que deben ser un par de pendejas tareas de preescolar en manos de ese centro de investigaciones, muy bien podrían haber salido de allí, lo mismo que el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, Sida (presuntamente lanzado en África cuando los cubanos apoyaban a las tropas revolucionarias) y años mas tarde el Ébola.
¡Como para que sonara a fantasía!
¿Por qué debe extrañarnos algo de eso, si EE.UU siempre ha vendido todas ideas como fantasía para luego ir a lo real? Nada extraña después de Hitler, Corea y su Paralelo 38, la caída de la URSS, la destrucción de Yugoeslavia, la guerra de Viet Nam, empezarán a concretar sus viejas ambiciones en en el Medio Oriente y posteriormente Latinoamérica, ya que en el fondo todas esas operaciones tienen que ver con mantener en acción la producción de armamentos, es decir, la industria militar y con una muy fluida caja que contabiliza dólares, aunque vaya a parar a manos de los reducidos grupos de millonarios, mientras aumenta la pobreza y ya la gente duerme en las calles y parques, protegiendo sus cuerpos con cajas de cartón.
