Los últimos acontecimientos con relación a los ataques del gobierno de los Estados Unidos contra la República Bolivariana de Venezuela, es el ataque contra la manifestación cada vez más sólida de unidad que se vive en territorio latinoamericano. Esta Unidad, se vio reflejada en la Cumbre del ALBA realizada en Cuba que nos colmó de una genuina felicidad. El gobierno de los Estados Unidos encabezado por Barak Obama comienza a delinear una política de hostilidad permanente y acudiendo no solo a la oposición venezolana, sino también haciendo uso de cuanta organización exista en Latinoamérica que sea proclive a los designios del imperio. El objetivo es seguir cultivando una matriz de información que permita socavar un sistema democrático que como el de la República Bolivariana de Venezuela ha demostrado una profunda solidez. La patria de El Libertador Simón Bolívar, ha sido objeto de señalamientos infundados como lo expresa el documento emitido por los expresidentes latinoamericano y el cual fue consensuado en la ciudad de Florencia-Italia. Se le exige al Gobierno de Nicolás Maduro a cumplir con la resolución del Consejo de DD.HH de la ONU y a liberar a Leopoldo López. Además, hacen un llamado especial a la comunidad internacional a sumarse a esta iniciativa en pro de la democracia y la vigencia de los derechos humanos… Quienes firman este documento son los expresidentes: Oscar Arias, Fernando Cardozo, Ricardo Lagos, Alejandro Toledo, Luis Lacalle, Jorge Quiroga Andrés Pastrana, Oswaldo Hurtado. Todos tienen algo en común, son unos confesos Neoliberales.
Por su parte, el gobierno norteamericano hace lo suyo, implementando una serie de medidas punitivas para someter al escarnio público al gobierno de Nicolás Maduro y enviar señales de que están dispuestos a pasar de las acciones a los hechos. La respuesta no se hace esperar y la Declaración de la XIII Cumbre de La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América- ALBA-TCP-(14-XII-14)- realizada en la Habana, Cuba fue categórica. En su artículo 6° expresa: “Condenar enérgicamente la aprobación por el congreso de Estados Unidos de sanciones contra la República Bolivariana de Venezuela, y expresar el más profundo respaldo y solidaridad con el pueblo y gobierno de ese país, enfatizando que los países del Alba-TCP, no permitirán la utilización de viejas prácticas ya aplicadas en la región, dirigidas a propiciar el cambio de régimen político, como ha ocurrido en otras regiones del mundo. Al mismo tiempo, rechazar firmemente cualquier agresión, ya sea de tipo legal, económico o política, contra la República Bolivariana de Venezuela, así como contra cualquiera de los países miembros del ALBA-TCP.Este categórico pronunciamiento desmiente el concepto expresado por Bill Clinton, quien en una entrevista concedida a CNN, señalaba que: “el aislamiento de Venezuela en los últimos años ha sido doloroso”.
Esta iniciativa regional conformada por: Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Santa Lucia, San Vicente y las Granadas, Surinam, San Cristóbal y Nieves y Granada. Los países de Irán, Haití, Honduras, El Salvador y Siria se mantienen como observadores. Se destaca además, el mensaje de solidaridad enviado por Vladimir Putin, presidente de la República Federativa de Rusia. La República Bolivariana de Venezuela no puede ser objeto ni de olvido ni de aislamiento cuando ha garantizado la existencia de PETROCARIBE, en momentos en que los precios del petróleo llegan a mínimos históricos. Muchos neoliberales vaticinan el fin de esta alianza y el gobierno Obama no ve el momento de volver hacer su agosto con el petróleo venezolano. No puede haber olvido ni aislamiento, para el país que inspiró la Operación Milagro para todo el continente latinoamericano. No habrá olvido ni aislamiento para la tierra del hombre que nos persuadió que el Pensamiento Bolivariano es una herramienta para la acción.
Es imposible minimizar el colosal esfuerzo de un Gobierno que ha destinado 551 mil millones de dólares a programas y misiones sociales de los 880 mil millones obtenidos de la renta petrolera (Jorge Valero-representante ante la oficina de la ONU en Ginebra) La solidaridad con el gobierno y el pueblo bolivariano es un imperativo.
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