El dominio imperial prosigue con las guerras o intervenciones a Estados fuera de su contextualización política e ideológica. Para ello, utiliza la fuerza militar con el fin de ganar territorios y, de una manera insospechada y solapada colocar a sus títeres para ejecutar Golpes de Estado. En el caso particular de Estados Unidos, utiliza la armada para su estrategia de desestabilización, luego la área, hasta dejar asentado en núcleos a la artillería militar. Como fueron el caso de Panamá, cuya invasión acabó con una zona residencial popular y Chile con Allende. Los organismos internacionales, solo anuncian medidas punitivas que se traducen en conciliación. Italia y Grecia, Ucrania vienen enfocándose en ese tránsito , inyectándose ciento millones de dólares a los grupos anárquicos que utilizan mecanismos de guerra psicológica y mediática.
Desde su inicio expansivo,(1776), busca apropiarse de territorios latinos para apoderarse de los recursos petrolíferos y demás derivados energéticos. La idea es romper con la soberanía e identidad de los pueblos que emergen buscando su propia identidad.
En nuestro caso, el gobierno bolivariano, (Venezuela), viene denunciando la injerencia de EEUU en instancias internacionales, como Organización de Estados Americano, ONU, países que integran Mercosur, la Comunidad de Estados Suramericanos y Unasur.
Aunque, surge un nuevo escenario con Cuba, solamente hay una minoría de representantes conservadores en contra de éste acercamiento, Raúl Castro y Barak Obama vienen reuniéndose en secreto desde los inicios de 2014, para que se cumplan ciertas condiciones hasta llegar al momento de transición con el objetivo de normalizar abiertamente las relaciones con la isla caribeña. Ahora, se maneja un conjunto de conceptualizaciones para fomentar escenarios plausibles que condicionen el apoyo estadounidense para levantar embargos, proyectar una economía más globalizada. Los rostros más visibles para llevar una contraofensiva latinoamericana, como son: Robert Menéndez, Marco Ribro, Ed Royce, Ileana Ros- Lehtinen y Jorge Noriega.
La idea es que el mas fuerte controle al más débil y que una autonomía en los mercados debe ser asumida por los Imperios para persuadir sobre algunas estructuras que motivan la especulación financiera y desigualdad social.
Existen funcionarios estadounidenses muy puntuales que desean la liquidación del Proyecto Bolivariano en el Sur. Y se activan buscando sanciones económicas que pretenden a largo plazo una intervención extranjera en este Continente. Se busca un colapso para declararnos un default y crear mecanismos que faciliten una intervención motivada por factores de la derecha internacional y local.
Una conspiración progresiva, guarimbas, y el sabotaje económico, como rupturas en las cadenas logísticas de suministros. Rusia y Venezuela están siendo atacadas porque construyen modelos diferentes, Cuba, ahora, se abre a una economía más libre de mercado, como en sus orígenes. Se debe tener mucho cuidado con el dogmatismo religioso.
La economía venezolana está siendo atacada por una diversidad factorial, donde los controles muchas veces lucen ineficaces en sus lineamientos, por los mecanismos de comercialización que determinan un criterio corrupto en la Región, como son los bachaqueros y paramilitares que hacen vida activa en el país, donde la gendarmería mantienen contactos con estas personas para crear caos en la sociedad.