Definitivamente, los eufemismo son recursos retóricos que algunos políticos utilizan para disimular sus infortunadas intenciones. Estas tácticas de oratoria en boca de un emperador son peligrosas, quien de seguro nunca será capaz de expresar sus auténticos y aciagos propósitos para resolver las contrariedades con sus vasallos. Por ejemplo cuando Mitrídates, rey del Ponto, afirmó que había que someter a los pueblos romanos que estaban usurpando su territorio, esto se tradujo en 80.000 muertos de una sola vez. Si Julio César temía por la seguridad y la grandeza de Roma, utilizaba su maquinaria de guerra para aniquilar toda una población y así poder conquistarla. Cuando el imperio inglés se vio en la necesidad de asegurar el comercio con la India, esto se trocó en más de diez millones de muertos de los pobladores de esta región. Así mismo, durante la Segunda Guerra Mundial cuando EEUU se vio obligado a probar la efectividad de la bomba atómica, bajo la excusa de neutralizar las acciones del rendido gobierno japonés, de esta sombría intención resultaron más de 300.000 civiles muertos y la destrucción completa de dos poblaciones.
Actualmente el gran emperador de EEUU, Mr. Obama, el premio Nobel de la guerra…perdón… de la paz, la esperanza de los pueblos arios, el “custodio de la democracia y la libertad” acaba de amenazar de “torcerles el brazo” a los pueblos y los gobiernos, no obsequiosos con sus directrices, en caso de que las órdenes provenientes del Pentágono no sean acatadas con debido respeto. Quizás este gobernante, acostumbrado a someter a viles torturas a sus encarcelados de Guantánamo, una torcedura de una de las extremidades no pasaría de ser una muestra insignificante, un somero tormento, una muestra anticipada y perfeccionada de lo que les podría pasar en el futuro no muy lejano. No soy vidente, tampoco soy capaz de penetrar en la mente de mis semejantes y muchos menos podría hacerlo a distancia. Pero la experiencia me dicta que, de seguro, Mr. Obama lo que pretendió afirmar es que, en el futuro, aquellos gobernantes y pueblos que no entiendan que EEUU es la policía del mundo y que los deseos del planeta son los del imperio, se le “torcerá el pescuezo” para que sirva de ejemplo, similar a como lo hizo Boves, durante la guerra de la independencia: degollaba a todos los habitantes de una población.
La historia y la experiencia vivida me dan pie para hacer la anterior afirmación. Entre los años 1846-1848, bajo la excusa de la creación de la República de Texas, lo cual escondía el afán expansionista de EEUU, este se apropió de más de la mitad del territorio mejicano, es decir, le “torció el pescuezo”. En el 1901, una vez que Cuba se independiza de España, EEUU impone a la isla caribeña la enmienda Platt, mediante la cual el imperio se arrogaba el derecho de intervenir en los asuntos cubanos, es decir le “torció el pescuezo”. En el 1903 EEUU estimuló la separación de Panamá de Colombia y una vez que logró la secesión del territorio adquirió los derechos sobre el canal, colocó en dicho país bases militares norteamericana y posteriormente fundó la academia de criminales, es decir, la Escuela de las América. No le “torció el brazo” a los panameños sino el pescuezo.
Este modo de proceder, el de “torcer el brazo” a los gobiernos y a los pueblos, le permitió a imperio inmiscuirse en la política de Nicaragua, Guatemala, Republica Dominicana, Haití, Grenada, Brasil, Bolivia, El salvador (recordemos los escuadrones de la muerte), Uruguay, sin contar los países asiáticos y africanos con un saldo de presidentes y líderes asesinados, pueblos masacrados, patrimonios culturales robados y ciudades completamente destruidas. Ciertamente, no son simples “torceduras de brazos”, son retorcimientos de cervices para aniquilar a los líderes y los pueblos que no estén al servicio del imperio.
A manera de ejemplo, recordemos “el plan Cóndor” que aplicaron las dictaduras militares suramericanas (Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay y Bolivia), cuyos presidentes, en complicad con el gobierno yanqui, lograron “torcerles el brazo” a los líderes progresistas con un saldo lamentable de desaparecidos, muertos y heridos, además, la imposición por varias décadas, en esas regiones sureñas, de gobierno tiránicos y criminales.
Todavía los herederos de los de líderes de izquierda y nacionalistas conocen bien de estas “inocentes torceduras de brazos”. De estos “ingenuos esguinces” resultaron asesinados personajes como Pancho Villa (México), Sandino (Nicaragua), Jacobo Árbenz (Guatemala), Omar Torrijos (Panamá), Ernesto “Che” Guevara (Suramérica), Francisco Caamaño (Santo Domingo), Maurice Bishop (Grenada), Juan José Torres (Bolivia), João Goulart (Brasil), Salvador Allende (Chile) y como buen imperio, similar a la época romana, tampoco se le escapan sus líderes connacionales como J. F. Kennedy, quien murió asesinado en sospechosas y extrañas circunstancias. Como se ve, es la forma de cómo el gobierno de los EEUU les “tuerce el brazo” a los líderes y gobernantes.
Por esto insisto: hay que estar vigilante a los eufemismos de los nefastos emperadores como Mr. Obama “el custodio de la libertad y la democracia”. Al igual que en las mejores épocas de los gobernantes de la edad media, quienes asediaban a una ciudad entera matando de hambre y degollando posteriormente a sus habitantes, en la actualidad, en siglo XXI, el “gran emperador” le mantiene el brazo torcido al pueblo cubano sometiéndolo a un inhumano bloqueo económico por más de cincuenta años. Si los líderes que se oponen a los mandatos del gobierno de USA se mantienen obstinados, entonces le secuestran las cuentas al gobierno. Para eso disponen del favor de la OTAN, la ONU, el FMI y la prensa internacional, con la única intención de obligar a los pueblos a doblar la cerviz ante el gran policía de mundo. Cuando Mr. Barack Hussein habla de “torcer el brazo” está pensando en imponer medidas económicas a los pueblos, de bloquear cuentas a los gobiernos, de emplear sanciones económicas, inventar gobierno de transición, de aplicar torturas a los encarcelados, de invadir pueblos, de bombardear, de amparar terroristas en su territorio, de armar y financiar terroristas para atacar a gobiernos progresistas, de utilizar narco dólares para financiar contrarrevoluciones, de enviar drones para aterrorizar pueblos, es decir, tal afirmación incluye una gama de asedios contra líderes y pueblos del mundo.
El gobierno bolivariano y socialista de Chávez y Maduro, también están al corriente de “torceduras de brazo”. Desde la llegada de Hugo al gobierno el imperio norteamericano ha intentado dislocarle las extremidades al pueblo venezolano y el imperio norteamericano no ha dejado de utilizar diversas formas de acosos para acabar con un modelo político-social-económico que contradice las viles aspiraciones del capitalismo salvaje. Es por eso que, quienes vivimos en el país de Simón estamos percibiendo y sufriendo las intentonas de acabar con el modelo socialista. Estas van desde golpes de estados, huelgas petroleras, hostigamiento financiero, sanciones a funcionarios, desprestigio internacional a través de la prensa comprometida, guarimbas, guerra económica, entre tantas formas de agresiones cuyo único interés derrocar el gobierno de Nicolás para apropiarse de la riqueza de nuestro país.
Sea sincero Mr. Obama, déjese de eufemismo, no es necesario exclamar que le va “torcer el brazo” a ciertos gobiernos que pongan en peligro la seguridad de los EEUU, sea más veraz, bastaría decir, que le “torcerá el pescuezo” o mejor dicho, que bombardeará e invadirá los pueblos, colocando en la presidencia a un gobernante títere tal como lo hicieron en el siglo pasado (siglo XX) en Centroamérica, Suramérica, Asia y África. De esta manera sus electores dispondrán de materia prima barata y a montón para vivir con la comodidad y el confort a los que los tienen acostumbrado.