En los segundos periodos algunos gobernantes pretenden realizar lo que anteriormente les podría hacer pagar un alto costo político, metiéndose así en aventuras incongruentes con destinos aún más peligrosos. Barack Obama ha desatado fuertes comentarios negativos sobre sus decretos ejecutivos enfrentándose al Congreso Norteamericano por lo de las leyes migratorias. Eso si se quiere es en buena parte una coyuntura interna, pero cuando agrede a países como Venezuela con decretos fuera del contexto de la realidad, se le viene el mundo encima comenzando por Latinoamérica y el Caribe.
En qué cabeza cabe que nosotros podemos ser una amenaza para los Estados Unidos, y digo nosotros porque el decreto dice que Venezuela constituye una amenaza para esa Nación, en ningún momento dice que son las siete personas sancionadas las que conforman la amenaza. En este escenario y ante la reacción de los mandatarios de los diferentes países de la región, el imperio trata de intimidarlos criticando su solidaridad con Venezuela y el repudio al decreto de Obama.
La propia Subsecretaria de Estado para América Latina Roberta Jacobson, expresó estar decepcionada por las declaraciones de los gobernantes de esta parte del Continente. Las pretensiones de Obama de querer ser el mejor presidente del imperio, se le volverán sal y agua. A estas alturas debe estar convencido de que fue un grave error el haber alzado la voz contra la patria de Bolívar, la valiente posición de nuestro Presidente Constitucional Nicolás Maduro, y los millones de firmas del glorioso pueblo son pruebas fehacientes de nuestra fuerza.
Obama calculó mal, pensó que al abrirle las puertas a Cuba, la isla caribeña le daría la espalda a Venezuela, toda una estrategia muy bien planificada, primero forzan una baja superficial del barril de petróleo, luego los abrazos a Cuba y posteriormente el zarpazo del insólito decreto. Un coctel para desanimar a la revolución y entregar el gobierno, pero el imperio se equivocó, sus errores nos dan mayor fortaleza demostrando además que el espíritu de Chávez está presente en todas las jugadas, que nunca se ha ido y siempre nos protegerá.
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