Todos, estamos pendiente a la coyuntura estadounidense, China, Rusia, Mexicana y brasileña sobre los océanos. Ya, hoy se habla en términos económicos, porque abarcan un setenta, (70%) de la superficie terrestre, en estos momentos existe un informe del Fondo Mundial para la Naturaleza,( WWF) que le ha puesto precio a las aguas, los mares y Océanos, quienes aportan una inmensa riqueza de alimentos y prácticamente son la séptima economía del mundo.
Por esto, la comunidad de negocios al entenderse como propios mercaderes, conformaron corporaciones marítimas que se extienden hasta el sistema económico global y el Fondo Monetario Internacional, (FMI), la valuación incluye ingresos que obtienen grandes industrias como la pesca, el turismo y el transporte naviero. Sin olvidar la tasación que proporciona los corales y manglares a las costas, que son la fuente de subsistencia de la población mundial. De allí, la guerra entre Estados Unidos y China por el Mar Meridional, un mar frio que ofrece especies exquisitas, como la trucha en Venezuela.
El petróleo y el gas- es bueno aclarar- en realidad operan en el lecho marino, más no en las aguas en sí, y dependen de factores ajenos a la salud de los océanos. Los científicos afirman que hasta ahora el mundo no ha sido muy consciente del valor económico de los mares por varias razones, una de ellas que se considera a las aguas como internacionales y que por su inmensidad son inagotables.
Los países desarrollados a través de los reportes de la WWF, siguen asignándoles un valor económico a los mares. Los empresarios y políticos elaboran estrategias en alcance internacional para revertir algunas declinaciones en la eurozona.
Recientemente, la Gran Bretaña y Estados Unidos han utilizado en forma efectiva Fuerzas Navales relativamente pequeñas para asegurarse de los mares entre sus objetivos militares y políticos en ultramar. La Unión Soviética ha mejorado su presencia en ultramar y de una manera coherente se extiende hasta el Golfo de México y en el océano Indico cumple un papel generoso, lo importante es patrullarlos puertos cerca de La India por las importaciones de alimentos y los suministros petroleros hacia Europa Occidental.
El Océano y la atmósfera están íntimamente conectados, los cambios en los patrones de la temperatura de la superficie marítima están relacionados a los cambios en la circulación atmosférica. La enorme inercia en el Índico en sus características térmica implica cualquier cambio hacia el Continente Sureño,
Las redes de monitoreo en el Océano Pacífico producen datos sobre la temperatura de la superficie marítima y el contenido de calor debajo de la superficie. Esto, da una predictibilidad casi perfecta y los imperios quieren expandirse para controlar territorios en base a colonias y cambio climático.
De allí, la presión en algunos recorridos del Mediterráneo, Indico, Pacífico y Mar Meridional, porque el petróleo encontrado junto al gas impulsa nuevas tecnologías y ambiciosos planes para la exploración y extracción costafuera. El ochenta por ciento de los productos comercializados a nivel mundial, son trasportados por barco y en los últimos 50 años las toneladas per cápita se han multiplicado por cuatro. La separación geográfica entre el abastecimiento global y el consumo ha ido en aumento y obliga al uso de barcos de tamaño y capacidad creciente.
El alto costo y las dificultades técnicas para el desarrollo de explotaciones offshore exigen una evaluación más precisa de su potencial mediante la síntesis y el análisis numéricos de enormes cantidades de datos sísmicos y de otros orígenes. Las nuevas técnicas de exploración incluyen el registro electromagnético del lecho marino, la exploración sísmica, el modelado de reservorios y los arreglos sísmicos de gran longitud. Se prevé que las localizaciones submarinas hasta profundidades de 2000 m abastezcan el 30% de la nueva producción, y para el futuro se están previendo localizaciones en profundidades de 3500 m. Las fronteras de la tecnología se están ampliando con ingeniosas innovaciones para exploración y extracción remota. incluyendo perforaciones múltiples y sesgadas, plataformas navegables y semisumergibles, plataformas ancladas (spars) y sistemas de procesamiento completamente submarinos, perforación con tubos bobinados, camisas expansibles y pozos con extensiones laterales múltiples.
La producción en aguas profundas es viable utilizando elementos submarinos: cabezales artificiales para los pozos, procesamiento submarino dentro del pozo para la separación, la re-inyección, la compresión, intervenciones ligeras de mantenimiento y simulaciones de flujo multifase, incluyendo el uso de hidratos.
El costo creciente de la energía derivada de fuentes convencionales alentará la producción comercial de gas a partir de hidratos de gas. Algunas estimaciones de las reservas futuras de energía indican que los hidratos de gas pueden ser una fuente de energía tan importante como el petróleo y el gas natural. Los hidratos de gas aparecen en la parte superior de los sedimentos o en el lecho oceánico, y el estudio de estos depósitos recién está comenzando. Las corrientes oceánicas, las olas y los movimientos de las mareas significan una enorme cantidad de energía. Si se las explota con éxito, puede contribuir un porcentaje sustancial del suministro de electricidad en las áreas costeras en muchas partes del mundo.
En el lecho marino del océano más profundo, aparecen nódulos de manganeso que cubren grandes áreas y que representan grandes reservas de cobre, cobalto y níquel para el futuro. Estas reservas, junto con los depósitos de sulfuros ubicados a lo largo de desniveles y cortezas de cobalto en algunas islas oceánicas, son ahora parte de la administración de recursos de la Autoridad Internacional del Lecho Marino (International Seabed Authority
Hong Kong continuará siendo por algunos años una avanzada colonial defendida convenientemente contra amenazas locales limitadas. Los dos países más importantes y con más probabilidades de iniciar un cambio de relaciones de poder en la región son la Unión Soviética y Japón. La Unión Soviética es, por supuesto, una potencia del Pacífico por derecho propio; tiene una base naval cerca de Vladivostok y tal vez, unos cien submarinos además de otras embarcaciones operando en el área. Nunca como en los dos o tres últimos años la Unión Soviética había manifestado tanto interés en los estados petroleros del Oriente Medio.