El asombro de la victoria de trump se iguala con la sorpresa del triunfo de macri, o de temer, o de piñera, es necesario buscar las raíces de estos hechos sorprendentes. Veamos.
Si estudiamos la sucesión de los sistemas políticos dentro del capitalismo encontramos que siempre, tarde o temprano, la socialdemocracia intentando impedir el Socialismo, proponiendo “capitalismos humanos”, “productivos”, termina abriendo las compuertas al fascismo, a gobiernos cada vez más represivos, antihumanos, vitalicidios.
Si observamos la historia reciente de la humanidad, debemos aceptar con tristeza y alarma que el capitalismo evoluciona hacia gobiernos de fuerza, destructores del ambiente y de la relación humana, la convierten en una guerra de todos contra todos, un egoísmo, afán de lucro, que nos conduce a la extinción.
Vanos han sido los esfuerzos por contener el avance del monstruo, siempre ha triunfado la barbarie. Grandes hombres, grandes pueblos libraron heroicas batallas por el cambio de rumbo, y siempre desde sus mismas entrañas surgió el engendro que derrotó el esfuerzo. La humanidad sigue impertérrita el camino a su extinción: armas nucleares, ejércitos mercenarios, gobernantes bárbaros, ambiente destrozado aumentan mientras la masa se distrae en los vapores tóxicos de Hollywood y los medios de comunicación que crean una falsa realidad.
Trump es el nuevo presidente del imperio, mucho se puede hablar de las consecuencias, de las causas, pero en el fondo de todo está el capitalismo, su ética, y está el camino hacia la extinción. Los ineficaces esfuerzos por detener el deterioro chocan contra la barrera de la inmediatez, la falta de vista histórica. El pujo porque “no nos tumben” dirige las acciones, lo que les importa es pasar un día detrás del otro, no hay visión de futuro.
En este cuadro desolador se yergue inmenso el Comandante Chávez, él supo percibir la grandeza de la lucha, la dejó plasmada en el Plan de la Patria, ahora falsificado, olvidado. Nos instruyó a luchar contra la lógica del capital que, sin dudas, está en el fondo del comportamiento de estos pueblos que eligen a sus verdugos, incluyendo este nuestro, allí está la asamblea aplastante para desmentir cualquier justificación.
Hoy es necesario tener visión larga, preguntarnos si seguimos la secuencia del capitalismo, si dejaremos, adormecidos, que este gobierno socialdemócrata abra las puertas a un gobierno fascista, o si seguiremos las instrucciones del Comandante Chávez y seremos ejemplo, y señalaremos el rumbo para salvar a la humanidad del camino capitalista.
Hoy más que nunca tiene vigencia la sentencia de Rosa Luxemburgo: Socialismo o barbarie. Barbarie es trump, quien lo duda; pero también barbarie es el Presidente Maduro mientras siga el camino del capitalismo en su fase dulce, la socialdemocracia madre y padre de todas las barbaries futuras. Dejémonos de llamarnos hijos de Chávez, tengamos un poco de vergüenza, de respeto, ahora somos hijos del capitalismo que entra en Miraflores como Pedro por su casa.
Ya hoy se ve claro el capitalismo, su secuencia: tal como el huevo precede al pollito y éste a la gallina, la socialdemocracia precede a gobiernos fascistas y estos conducen a la extinción de las condiciones necesarias para la vida en el planeta. Esa será la barbarie final.
Volver a Chávez es una necesidad de vida o muerte, aquí no caben mediocridades, no hay tiempo para mojigangas dialogantes. El mundo reclama la llama que guíe la batalla anticapitalista, y reclama que los líderes se empinen, sigan el ejemplo del Comandante Chávez. Es urgente instaurar una nueva relación entre los humanos y de estos con la naturaleza, única manera de salvar al hombre, es necesario el Socialismo… ¿habrá tarea más importante?, ¿habrá excusas para posponer esa tarea?