De acuerdo a Wikipedia Realpolitik es: “La política de la realidad”, traducido en alemán. Es entonces la política o diplomacia basada en intereses prácticos y acciones concretas, sin atender a la teoría o la filosofía como elementos formadores de políticas". La realpolitik aboga por el avance en los intereses de un país de acuerdo con las circunstancias actuales de su entorno, en lugar de seguir principios filosóficos, teóricos o morales.
Y es que está de buen tamaño que Trump haya trampeado a su electorado anunciando que volcará su política hacia “adentro” para hacer nuevamente: “América grande”, rescatando el “American Proud” (Orgullo Americano); pero de ahí que al resto del mundo nos quiera meter los dedos a la boca haciéndonos creer que se replegará en sus intentos intervencionistas e injerencistas que como imperio tiene los EE.UU., sería como si el resto del mundo fuésemos parte de los espectadores de uno de sus “realtity shows” que organiza.
Trump ha apelado a que en la nueva política intervencionista de los EE.UU., no sea él quien dé la iniciativa para implementar medidas que en todo caso afecten la soberanía de terceros; si no sean “otros” quien le den esas iniciativas, como es el caso de Mariano Rajoy, quien le ha ofrecido ser su operados para América Latina siendo su “interlocutor”; así como para Europa y también en el Norte de África y Oriente Medio.
Hoy ya también quien le han “dado” otra inofensiva injerencista iniciativa es la de trasladar la embajada estadounidense en Israel a Jerusalén, que es lo que acaba de conversar con el primer ministro israelí benjamín Netanyahu, reconociendo que es un gobierno al que “conoce muy bien y que aprecia mucho”; y además considera -¡oigan bien!- que “los israelíes han pasado por tiempos muy difíciles”. Claro sobre quienes sí les han hecho pasar un tormento, como son los palestinos, no ha dicho absolutamente nada; y que es a quienes ésta medida afectará, como le viene afectando la política expansionista de asalto y asentamientos de colonos israelitas en territorio palestino; desde hace más de 60 años atrás.
Está bien que tramposamente Trump le haga creer a sus simplones ciudadanos que se “volcará hacia dentro” para hacer “América grande”, pero a quienes conocemos el instinto imperialista de los EE.UU., sabemos que no será así; por más que tenga buena voluntad de cambiar la misma, pues no se lo van a permitir.
Empecemos entonces entendiendo que el Establishment estadounidense que es el que ejerce la real politik no le permitirá que haga un nuevo número de su reality shows.
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