Vemos con mucha precaución y recelo la visita a Ciudad Guayana del señor Benjamín Ziff, quien habla en nombre del Departamento de Cultura de la embajada norteamericana en nuestro país. Este agente del gobierno estadounidense anda dando mensajes de buena voluntad y ofreciendo computadores, becas, intercambio humano y de conocimiento sobre una mejor forma de sociedad “la Americana” (the American Way of Life). Benjamín Ziff, también habló que su gobierno quiere hacer aportes para asegurar la libertad de expresión y por ello, desean abrir en la zona una oficina denominada “El Rincón Americano”.
Manifestó el agente, a un diario de la zona que están muy interesados en que una mayor cantidad de venezolanos estén expuestos a la cultura americana, al idioma, y que tengan la posibilidad de conocer la literatura a través de pequeñas bibliotecas, “por esta razón es que estamos tratando de abrir más rincones americanos en todo el país, para que la gente tenga la posibilidad de conocer una parte de lo que es Estados Unidos”.
Parece extraño y hasta sospechoso ese marcado interés que de “golpe y porrazo” el gobierno de George Bush, tiene en querer abrir oficinas de confraternidad y acercamiento en diversas ciudades de Venezuela. Nunca antes se han mezclado con nosotros, nuca antes nos habían tomado en cuenta. Y nos preguntamos; ¿será que ahora si va a venir una avalancha de ciudadanos estadounidenses y empresarios a invertir su riqueza en nuestra industria, en nuestro comercio, que van a arriesgar su capital y su futuro de vida con nosotros como si lo han hecho otros inmigrantes? ¿Será que nos van a apoyar en la construcción de la nueva república que los venezolanos hemos decidido hacer?
Suspicacia también nos induce el hecho que el supuesto “agregado cultural”, antes de llegar a Ciudad Guayana provenga de Margarita y Maturín, localidades que han sido señaladas por el Jefe del Comando Sur de EEUU, como lugares que albergan terroristas musulmanes y traficantes internacionales de drogas. Al igual que en Mérida, Puerto La Cruz, Barquisimeto y Maracaibo, pretenden instaurar sendas instalaciones del Rincón Americano.
Note que, cuando a nuestro país arriban representantes gubernamentales o inmigrantes empresariales privados de Europa, Asia, medio oriente, y Latinoamérica, nos da la impresión de que son personas sinceras, gente de buena fe que viene a hacer acuerdos de Estado beneficiosos para ambas partes, o que viene a invertir, a crecer, a reír y a llorar con nosotros. Eso lo han venido haciendo desde siempre.
Las colonias españolas, portuguesas, e italianas, entre otros, han sembrado sus querencias en Venezuela y en el Estado Bolívar, sus iniciativas privadas nos han hecho desarrollarnos, han contribuido notablemente con el progreso de la región en todos los órdenes. Hemos aprendido de su cultura y ellos han adaptado gran parte de la nuestra. Sus bienes de fortuna lo han apostado a nuestro país. Sus hijos e hijas se han casado con los nuestros, cosechando una de las mezclas más hermosas y extraordinarias de la tierra, al punto de otorgarnos varias Mis Universo, Mis Mundo y más.
Esto es valido afirmarlo de otro grupo de inmigrantes valiosos para nuestra sociedad como lo son los miles de compatriotas de Siria, Líbano, Palestina, en fin, de todo el Medio Oriente. Se les nota que llegan a nuestra Tierra de Gracia a trabajar, a dejar el sudor de su frente en las edificaciones, en los comercios, en las industrias que levantan al calor de calidad humana del guayacitano. Vale decir, se hacen uno nuestro y nosotros de ellos.
Y si hablamos de la inmigración suramericana, también podemos citar la gran contribución que han dado a la cultura del venezolano. La inmigración Carioca, colombiana, peruana, chilena, argentina, ecuatoriana, y guyanesa, nos ilustran con la tenacidad laboral, con su temple, con su contribución grande o poca pero contribución al fin, y que les viene del corazón. Por lo tanto, no nos asiste ni un ápice de rasgo xenófobo en nuestro punto de vista.
El pueblo venezolano esta pendiente de lo que pasa en su entorno y ya ha cultivado la cultura de la inteligencia social, ahora esta que las autoridades y el alto gobierno hagan lo suyo y averigüen a profundidad cuales son las líneas de acción de estos “centros de cooperación cultural” o si por el contrario son antros de conspiración, espionaje e ideologización extrajera.
(*)Director Nacional del Frente Cívico Militar Bolivariano