Por todo lo que sucede e informan los medios, pareciera que el señor Trump, no las tiene todas consigo. A China, el país más poderoso del mundo, cuya economía lleva varios años con un crecimiento sostenido de 6 puntos o más y es propietaria de la deuda más grande del mundo, justo la de EEUU, que se sostiene solo en su arsenal militar y un dólar sin sustento que se multiplica inorgánicamente sin parar, la ataca poniéndole trabas a las exportaciones de ese país al suyo. Pasa por alto los clamores de sus propios ciudadanos y sobre todo pequeños empresarios que negocian con china en cifras gigantesca, hasta ya hablan de grandes pérdidas y reducción de personal y el aumento de los precios a lo interno. Unos por tener que pagar más impuestos por los productos venidos del país asiático y provocar que éste retruque contra las importaciones que le llegan de EEUU. Es decir, empeñado está en entorpecer esos negocios como si eso fuese una mantequilla.
Pero el asunto no queda allí. Trump, cual elefante en una cristalería, ha puesto las relaciones de su país con aquellos que integran la OTAN, sus aliados de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, en una situación delicada. Primero, les está dando, en materia de aranceles, el mismo trato que China, intentando, según él, proteger a los empresarios de su país, generando entre ellos los mismos problemas. En este caso, se mete con sus aliados, como si pensase que estamos en los tiempos de la Guerra Fría.
Pero también en lo relacionado con Irán actúa como quien no mira más allá de las narices. La vieja Europa, que fue escenario de la guerra de cuarta década del siglo pasado, la desatada por Hitler, no quiere por nada que en sus espacios se repitan asuntos como esos. Vivieron guerras destructivas y todavía las huellas son hondas. Han apoyado a EEUU, como miembros de la OTAN, a hacer guerras pero lo más lejos posible de su espacio. Cerca no quieren nada de eso y menos ahora con el tipo de armamento del cual dispone ahora el hombre. Las dos Corea, al parecer, han comprendido y asimilado eso. El poder militar del norte y el que EEUU tiene almacenado en el sur, podrían acabar con los dos países en minutos. Por eso han llegado a acuerdos nuevos, más allá del viejo armisticio y recientemente, familiares de un lado y otro se encontraron después de más sesenta y cinco años. Un hermano se encontró con otro, después de haberse separado siendo niños. Unos fueron a conocer a sus tíos a quienes nunca habían visto y decirles que sus padres, sus hermanos, habían muerto. Dos hermanos se encontraron ya viejos y sólo se pudieron identificar por los nombres y otros datos usuales.
La OTAN, incluyendo EEUU firmó un tratado o acuerdo de paz que incluye la no proliferación de armas nucleares, que Trump rompió unilateralmente y paralelo a eso desarrolla toda una estrategia diplomática destinada a provocar al país musulmán. Los países de Europa, con sobradas razón, no ven esa decisión con buenos ojos. Es decir, a los problemas económicos que con Europa se ha creado, Trump le agrega la amenaza de desatar una guerra que al viejo continente podría tocar muy cerca.
En medio de esa tensa situación generada por la conducta del señor Trump que mortifica mucho a la gente que en EEUU tiene los pies sobre la tierra, que ya se habla de la posibilidad que su partido, el republicano, pudiera perder las elecciones que están cerca, en noviembre. ¿Qué pasaría con Trump con un congreso en contra?
Pero el tipo en verdad parece que no oye consejo. Su ego es como demasiado grande. Pudiera ser de esos gobernantes que se creen por encima de todo y todos y siendo empresario, pudiera creer que la gente del mundo, incluyendo al pueblo chino, son empleados suyos.
Y esa soberbia suele estar acompañada, hasta pudiera ser con determinación, por otras "cualidades".
Quizás cuando alguien le dijo que en Venezuela por causa de una de las "fallas geológicas", de las tantas que hay en el país, se había producido un terremoto que tuvo repercusiones en el Caribe y hasta en el sur del continente, incluyendo Colombia, mandó a unos de sus voceros dijese que "sobre Venezuela están planteadas todas las opciones". Una de las opciones, como todos sabemos, además de las económicas que piensa incrementar, es la de invadirnos con sus fuerzas militares a "lo mero macho".
No tiene nada de raro que eso de la "falla" y los daños ocasionados hasta fuera de Venezuela, a Trump "en su laberinto", eso pudo significar otra cosa. Quizás no sabe de las tantas fallas geológicas existentes en nuestro espacio puestas por el Creador y pensó que por una falla de Maduro, algo así como que mandó unos aviones que sobrevolaron el espacio aéreo colombiano se prendió un berenjenal, como en el lado contrario, hacia el oriente, donde al parecer de verdad, se movieron las placas tectónicas y las hondas se regaron por el Caribe todo.
Maduro comete muchas fallas. En Venezuela hay muchas tectónicas y la tierra suele moverse en demasía, como en tantas partes del mundo. A Trump le han advertido de sus propias fallas y el tipo parece, que por unas fallas, como las de terco, ególatra y sordo, incapaz de corregirlas; y menos los errores que por ellas comete.
Eso lo piensa uno porque el tipo, sin averiguar bien el asunto, sin saber los daños ocasionados y prepararse para acudir en ayuda de la gente que pudo ser víctima de la tragedia, que para fortuna nuestra no pasó de un gran susto y daños relativamente débiles y escasos, mandó a decir por mampuesto, que estaba listo para invadirnos, pues no otra cosa quiere decir "sobre Venezuela todas las opciones están abiertas". Sin embargo, a Puerto Rico, su colonia, recientemente devastado por consecutivos huracanes, le abandonó a su suerte.
Trump es así y por la boca muere el pez. Viene noviembre. Los aliados de la Otan están muy bravos. Hasta la señora Merkel le hace carantoñas a Putin y los chinos todo se lo toman con calma. A Xi Jinping nada le saca de su calma ni quita su discreta sonrisa.