Golpe de Estado en Venezuela: Made in the USA

El plan diseñado por EEUU para tumbar a Hugo Chávez en los días siguientes a la elección

En 1999, cuando la campaña lideralizada por EEUU en Serbia no lograba sacar a Slobodan Milosovic, Washington cambió su estrategia. La inteligencia de EEUU organizó un esfuerzo de $77 millones para
sacar a Milosovic a través de las urnas electorales. Enviaron organizaciones que sirven de frente de la CIA, financiadas por el National Endowment for Democracy (NED), y la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID). En lugar de armas y bombas, estas fuerzas estadounidenses estaban equipadas con máquinas de fax, computadoras y, quizás lo más importante, sofisticadas encuestas hechas por la empresa encuestadora con sede en Washington Penn, Schoen & Berland.(1). Su misión: tumbar a Milosovic a través del refuerzo de los grupos de oposición.

Hace tiempo que Milosovic se fue, el esfuerzo de los EEUU para mobilizar la oposición y producir protestas en masa logró sacarlo del poder en las elecciones del año 2000. Esta victoria marcó un hito para las agencias de inteligenciaestadounidenses. Encontraron una nueva forma para tumbar regímenes no aliados, y fue mucho más fácil que una revuelta violenta, o una complicada invasión. Penn, Schoen & Berland jugaron un importante rol; tan importante que la Secretaria de Estado Madeleine Albright los felicitó diciendo: "Esta puede ser una de las primeras ocasiones en las
que las encuestas han jugado un papel tan importante en establecer y asegurar los objetivos de la política externa"(2). En efecto, ellos aseguraron sus objetivos de política externa. Sacaron a Milosevic y la oposición apoyada por los EEUU tomó el poder.

Desde el 2000, esta nueva estrategia para influir en elecciones y tumbar regímenes ha sido implementada en muchos otros países. Bautizada por Johathan Mowat como el "golpe post-moderno", lasmismas brillantes técnicas han sido utilizadas en Belorusia en 2001, en Georgia en 2003 y en Ucrania en 2004, para nombrar sólo unos pocos. Aunque al final fracasó en Belarusia, en Georgia el esfuerzo estadounidense produjo la "Revolución Rosa" que tumbó al presidente Eduard Shevardnadze. En Ucrania fue la "Revolución Naranja" que instaló en el poder a Victor Yushchenko en el 2004 (3). Cada vez, los grupos financiados por NED y USAID trabajaron dentro del país para construir un apoyo popular para el candidato de la oposición. Cada vez ellos construyeron una atractiva imagen de campaña utilizando las modernas tácticas de mercadeo que han perfeccionado a lo largo del camino. Y cada vez, ellos han utilizado lasencuestas de opinión de Penn, Schoen & Berland para modelar la percepción del público.

En su artículo "Golpe de Estado Disfrazado" Jonathan Mowat ha descrito cómo trabajan estas "encuestas": Penn, Schoen & Berland (PBS) ha jugado un rol pionero en el uso de operaciones de encuestas, especialmente "encuestas a boca de urna", para facilitar golpes. Su función primaria es modelar la percepción de que el grupo instalado en el poder en el país en cuestión ha perdido apoyo popular". "...transmisión de las "encuestas a boca de urna" e de agencias encuestadoras ... dan la falsa impresión de un masivo fraude en la votación por el partido de gobierno, para poner a ese Estado a la defensiva" (4).

Así es, el objetivo es o ganar suficiente apoyo como para mover la elección a su favor, o, si esto no es posible, dar la impresión de que las elecciones fueron fraudulentas y llamar a la población a desconocerlas. La estrategia ha sido tan exitosa en tumbar gobiernos o en instalar los regímenes que los EEUU prefieren, que la operación se ha convertido en un plan de trabajo a ser utilizado en países en todo el mundo. Ian Traynor lo describió así en el diario el Guardian en Noviembre 2004:

"La campaña es una creación estadounidense, un ejercicio sofisticado y brillantemente concebido en marcas occidentales y mercadeo de masas que ha sido utilizado, en cuatro países en cuatro años, para tratar de salvar elecciones arregladas y tumbar gobiernos molestos... La operación -ingeniería de democracia a través de las urnas de votación y desobediencia civil- es ahora tan astuta que los métodos han madurado para convertirse en una receta para ganar las elecciones de otros pueblos
(5).

Creando una "Ucrania" en Venezuela

Ahora los EEUU tienen un nuevo archi némesis: el presidente venezolano Hugo Chávez. Seguramente que Washington estaría encantado de salir de él en la misma forma que salió de otros. Pero hay un pequeño problema:
Hugo Chávez no es Slobodan Milosovic. Chávez es inmensamente popular entre las masas en Venezuela y en Latinoamérica. Los partidos pro-Chávez han triunfado continuamente en elecciones democráticas en los últimos 8 años, y con mucha seguridad ganarán otra vez las elecciones presidenciales del 3 de diciembre. Esta vez, las fuerzas estadounidenses tienen un trabajo hecho
a la medida. Ellos saben que es básicamente imposible derrotar a Chávez en las urnas; es demasiado popular. Parece que tendrán que recurrir al plan B: un golpe de estado.

Los EEUU ya han montado tienda en Venezuela, y todos los miembros del elenco original están allí. Tenemos a NED, USAID y, si, otra vez, Penn, Schoen & Berland. Igual que en Serbia, o en Ucrania, el objetivo de las fuerzas estadounidenses es sacar a Chávez del poder. Por tanto, ellos se han unido a los mayores grupos de oposición para diseñar e implementar su estrategia. La estrategia en Venezuela se alimenta de muchas importantes lecciones aprendidas en Serbia y que, desde entonces, han sido implementadas en muchas otras naciones. El objetivo es crear una situación como en Ucrania del 2004: masivas protestas contra las elecciones y contra el gobierno para causar caos e inestabilidad. Básicamente, se divide en tres partes.

Primero, necesitan construir una base de apoyo popular para el candidato de oposición, Manuel Rosales, a través del diseño de una atractiva campaña. Esto ha sido parcialmente logrado, pero de acuerdo a la mayoría de las encuestas, Rosales sólo tiene de 20 a 30% de la intención de voto, comparado con Chávez, que oscila entre el 50 y 60% (6). Sin embargo, parece que el apoyo a Rosales ha crecido unos pocos puntos en las últimas encuestas con el candidato visitando el país, dando
discursos y hacindo promesas en los últimos meses. Los principales medios de comunicación, por supuesto, cada noche dan cobertura a su campaña, y repiten todos sus mensajes electorales.

La campaña ha sido diseñada en los EEUU y utiliza modernas técnicas de mercadeo y pegajosos lemas. Como fue presentado en el documental del 2005 "Nuestra Marca es Crisis", acerca de un equipo
estadounidense que diseña una campaña para su candidato preferido en Bolivia, estas brillantes campañas usan sofisticados métodos para crear exactamente la imagen que requieren para su candidato. Tienden a dirigirse al público joven, y usualmente incluyen movimientos jóvenes, como es el caso de Primero Justicia en Venezuela. La identificación de una campaña con un color y un eslogan de una sola palabra es parte importante de las campañas hechas por los EEUU. En Serbia era "Otpor", que significa resistencia. En Georgia era "Kmara" (Suficiente!). En Ucrania "Pora" que significa "Es la hora!" y ahora, en Venezuela la marca es "Atrévete!".

El segundo paso ha sido utilizar los medios de comunicación para crear la percepción de que las elecciones son fraudulentas. Esto lo han hecho de varias formas.
El NED ha financiado a una organización, SUMATE (otro eslogan de una palabra), con el propósito expreso de "alcanzar un alto grado de participación ciudadana en las elecciones venezolanas" (7).
Fundada en 2002, SUMATE organizó la campaña para el referendum para revocar el mandato del presidente Chávez. Perdieron el referendum en agosto del 2004 por un amplio margen, pero salieron a reclamar, con la ayuda de las encuestas "a boca de urna" de Penn, Schoen & Berland que las elección fue fraudulenta. Otras cinco encuestas mostraban exactamente el resultado opuesto y coincidían con los resultados oficiales en los que Chávez ganó por amplio márgen. PBS y Súmate, sin embargo,
mantuvieron que la oposición había ganado y que Chávez había cometido un "masivo fraude" a pesar de que 5 de las 6 encuestas coincidieron con los resultados oficiales, y de que el proceso de votación fue certificado por el Centro Carter y por la Organización de Estados Americanos (8). En consecuencia, la imagen de Chávez como un líder democráticamente electo fue dañada a nivel nacional e internacional. La acusación de fraude resonó a través de los principales medios, y sembró dudas acerca de la legitimidad de Chávez.

Desde el referendum revocatorio, la campaña no se ha detenido. Súmate y otros grupos de oposición continúan atacando el proceso electoral en Venezuela, clamando que no es transparente y que
está controlado por el gobierno de Chávez. Los principales medios en Venezuela han apoyado completamente esta campaña, dandole espacio a Súmate y a sus constantes partes de prensa denunciando problemas del proceso electoral. La idea es hacerle creer a cierto número de personas que el régimen de Chávez no tiene apoyo popular, pero que se mantiene en el poder gracias a elecciones fraudulentas. Han tenido razonable éxito convenciendo a un porcentaje de la población.

Finalmente, deben poner suficiente gente en la calle para crear una situación en la que pueda producirse una transferencia de poder. Aquí es cuando Penn, Schoen & Berland entran en escena.
En los últimos meses, en la vía a las elecciones del 3 de diciembre del 2006,Penn, Schoen & Berland ha sido crucial en moldear la opinión pública. En una serie de encuestas electorales ampliamente difundidas en los medios privados, la firma encuestadora ha mostrado consistentemente que la ventaja de Chávez está disminuyendo y que la oposición está ganando momentum, en tanto que "todas las otras encuestas" realizadas en los últimos meses muestran que Chávez mantiene una amplia ventaja en el orden de 20 a30 por ciento. (9).

La semana pasada, el Sr. Schoen, de Penn, Schoen & Berland, anunció los resultados de su más reciente encuesta en el noticiero de la noche en Venezuela. Como era de esperar, esta encuesta muestra que el opositor a Chávez, Manuel Rosales, está casi empatado con Chávez. Chávez, muestra la encuesta, tiene sólo un 48% de apoyo, y su oponente, Manuel Rosales, ha avanzado significativamente hasta un 42%. Esta encuesta está siendo presentada en todos los principales medios venezolanos, a una numerosa audiencia, mostrando que Rosales está ganando más y más cada día, y que puede ganar. El Sr. Schoen añade su opinión personal, "el momentum favorece claramente a Rosales" (10).

Con la ayuda de los medios tradicionales, casi todos vehementemente opuestos al presidente popular, estas encuestas falsas han llegado a una gran audiencia. Todos los periódicos, los principales canales
de televisión y los portales de noticias de Internet, muestran estos resultados como si fuesen ciertos y válidos. No mencionan el hecho de que estos resultados no están avalados por ninguna otra agencia encuestadora. De nuevo, aunque la realidad es que Rosales no tiene casi chance de ganar en las elecciones de diciembre, parte de la población ahora cree que lo hará. La realidad no parece tener importancia, lo que realmente importa es lo que la gente cree. Cuando su candidato pierda por amplio margen, será dificil asumir esta realidad. Si la estrategia de la oposición funciona, puede ser posible producir grandes protestas y hasta disturbios.

Hace dos semanas, en Globovisión, un de los principales canales privados en Venezuela, el líder de oposición Rafael Poleo, llamó a los venezolanos a hacer lo que los ucranianos hicieron en el día después de las elecciones (11). Asegurando que las elecciones serán fraudulentas, Poleo, quien estuvo
involucrado en el intento de golpe de estado del 2002, describió detalladamente un "plan" para sacar a Chávez del poder después de las eleciones. Comparándolo a la "Revolución Naranja", el plan llama a los venezolanos a protestar en masa contra el gobierno de Chávez y contra lo que ellos llaman "elecciones fraudulentas". Poleo hizo entonces un llamado a el alto mando militar para que apoye este "movimiento", en lo que básicamente constituye un llamado a tumbar el gobierno.

En dos semanas a partir de ahora veremos qué resulta de todo esto. ¿Continuará Chávez gobernando como el presidente de las masas? ¿O logrará la oposición "entrenada por los EEUU" montar una "Ucrania" en Venezuela? La acusación de fraude por parte de la oposición es totalmente infundada, y aún la observación más superficial muestra claramente que Chávez cuenta con un extraordinario apoyo. Pero la estrategia organizada por los EEUU busca producir masivas protestas y quizás hasta una rebelión militar para derrotar al popular enemigo. Con la ayuda de Penn, Schoen & Berland, podrían sacar suficiente gente a la calle como para ocasionar problemas. Para los planificadores del golpe, esto es exactamente lo que ellos necesitan.


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