El imperialismo es la doctrina que defiende la dominación de una nación o Estado sobre otros territorios y pueblos a través de la adquisición de tierras o la imposición de un control político y económico. Por lo tanto, conlleva la expansión de la autoridad del Estado más allá de sus fronteras. El término "imperio" y sus ejemplos tienen largo recorrido en la historia, pero el imperialismo como sistema global puede acotarse al periodo 1875-1914, conocida como "la era de los imperios". Antes del estallido de la Primera Guerra Mundial media docena de Estados, la mayoría europeos, se distribuyeron alrededor de una cuarta parte de la superficie del planeta. Excepto Etiopía y Liberia, toda África pertenecía a distintas potencias, mientras que en el Pacífico no quedó ningún territorio independiente.
Los imperios europeos ampliaron y reforzaron sus posesiones, y Japón se hizo con el control de Corea. El único continente que quedó libre de esas rivalidades fue América, protegida por la doctrina Monroe, por la cual Estados Unidos no permitía la injerencia de las potencias europeas en la región. La transición pareciera imparable. Desde finales de la década de los noventa algunos analistas internacionales occidentales advertían sobre la necesidad de evitar –a cualquier precio– una alianza entre Rusia y China. Debido a las nefastas consecuencias que tendría para la hegemonía mundial de los Estados Unidos. Pero el hostigamiento y la provocación dirigidos hacia China y Rusia solo han servido para acercarlos, al punto de crear una alianza estratégica económica, política, cultural y militar. A la política hostil contra China inaugurada por Obama.
La guerra subsidiada que Estados Unidos y la OTAN libran contra Rusia en Ucrania un acto desesperado para contener y desgastar a Rusia solo ha servido para acercarlo más a China e impulsar nuevas alianzas con el Sur Global. Rusia se ha convertido en el país más sancionado del mundo. Las más de 14 mil medidas restrictivas en su contra solo han servido para generar nuevas alianzas y pactos comerciales, y la apertura de nuevos mercados para la venta de combustible ruso y en monedas distintas al dólar. Todo ello ha acelerado con fuerza inusitada la tendencia hacia la desdolarización de la economía mundial. La guerra económica de Trump se le suma las provocaciones político-militares llevadas a cabo por Biden en el Mar Meridional de China, a través de Taiwán.
La teoría y el efecto práctico de la decadencia del imperialismo y sus consecuencias para Venezuela. Se señala desde la llegada a la presidencia de Venezuela, del comandante, Hugo Chávez resurgió la pretensión de un mundo multipolar, pluricéntrico, como una alternativa real de modelos populares, lo cual comenzó a desafiar al modelo unilateral que se estableció después de la guerra fría. Podemos decir que desde ese momento para acá ha venido una situación de decadencia imperial, lo que pretendía ser un dominio completo. Al mismo tiempo, se sabe que como nosotros no somos serviles ni sumisos ante el hegemón que pretende dominación, pretende castigar a Venezuela, o imponiendo medidas coercitivas unilaterales contra nuestro país, para tratar de que hagamos lo que ellos quieran. Esto, hasta los momentos, teóricamente lo sabemos y lo entendemos. Lo que nosotros estamos viendo el día de hoy, en estos tiempos, es el imperialismo en decadencia estableciendo un Estado de Excepción, queriendo reestablecer nuevas reglas a través del miedo.
La respuesta del Gobierno de los Estados Unidos contra los migrantes, y en especial a los de Venezuela, tiene que ver con su necesidad de generar miedo y desesperanza, en medio de la decadencia de la hegemonía imperialista.