El pasado viernes 25 de abril en el programa Temas Sobre el Tapete por Radio Nacional de Venezuela, formulé un dramático llamado tanto a Evo Morales como al cuerpo diplomático de nuestro gobierno. No tuve mayor acogida. A pocas horas para el inconstitucional referendo separatista la suerte está echada. Se llevará a cabo el atropello a la constitución y luego, poco importa su legalidad o no, los EE.UU., principal promotor del desaguisado hará el resto. Siempre digo que la historia es un profeta que mira hacia atrás. Un profeta que grita desde el pasado para señalar caminos. En Kosovo poco importaron los modos, bastó la decisión para que ésta fuera respalda en forma automática e inmediata con el reconocimiento, primero por los EE.UU., y luego por la mayoría de los países de la Unión Europea. Después de ojo afuera no vale Santa Lucía, dice el sabio refrán popular. Hoy Kosovo es un nuevo país según la voluntad del imperio.
Veamos: Bolivia es un Estado suramericano con un gobierno democráticamente elegido por su pueblo. El Presidente Evo, al momento de asumir el cargo juró cumplir y hacer cumplir la Constitución vigente. Igual puede decirse de todos los funcionarios del Estado boliviano. El llamado referendo no existe en la constitución boliviana vigente y por tanto es ilegal, ilegítimo e inconstitucional. Ilegal e ilegítimo es, por ejemplo, violar a una mujer o atracar un banco. Nadie puede decidir que respaldado por el voto de unos ciudadanos puede violar o atracar sin las debidas consecuencias. ¿Por qué el gobierno boliviano del compañero Evo dialoga con estos delincuentes?, ¿Qué es lo que se debe dialogar con unos delincuentes que amenazan con perpetrar un delito? Esta lamentable situación me recuerda la desesperante “mesa de diálogo” con la conspiradora “Coordinadora Democrática” y el Sr. Gaviria por la OEA en nuestra Venezuela. Una "negociación" con unos delincuentes que venían de dar un golpe de Estado y perpetrado un criminal sabotaje al costo de muchas vidas y miles de milllones de dólares. ¡Válgame Dios! De no haberlos derrotado contundentemente en el referendo aprobatorio estaríamos en una auténtica guerra o se habría perdido la Revolución
Veamos otra cosa: La reunión en Santo Domingo del Grupo de Río y la posterior reunión de cancilleres en la OEA, puso de manifiesto nuestra capacidad para promover una votación contundente a favor de nuestros pueblos. ¿Por qué si a la OEA le bastó en 1954 la “seña” de John Foster Dulles para que todos a una dieran curso al atropello que terminó con la invasión de Guatemala y el derrocamiento del gobierno de Jacobo Arbenz; o en Uruguay, a instancias de Venezuela, con 14 votos a favor, 7 abstenciones y 1 voto en contra, se expulsó del sistema interamericano a Cuba, no se exige una resolución contundente condenando el referendo separatista y advirtiendo el desconocimiento continental a cualquier forma de gobierno que pueda salir de él? ¿Qué EE.UU., votaría en contra?, ¡¡¡mejor!!!, la resolución tendría fuerza igualmente y se forzaría al gobierno de EE.UU., a reconocer cualquier cosa que de allí salga violando la resolución de la OEA. Oportunidad de oro para expulsarlo. ¿No hablamos de una OEA sin los EE.UU.?
Veamos otra cosa: La Fuerza Armada de Bolivia no es la Fuerza Armada Bolivariana. En Bolivia la oficialidad es una casta; los indígenas han estado excluidos de la posibilidad de acceder a la Academia. Son, estos oficiales, blancos o a lo sumo mestizos, pero definitivamente no son indígenas. ¿Por qué no forzarlos a actuar antes del referendo, para impedir la violación de la Constitución, y obligarlos a definirse?, ¿por qué esperar a que luego del referendo se “definan”?
Creo, compatriotas, que ha faltado reciedumbre para detener esta pantomima. Ha faltado decisión y sobrado impunidad ¡¡¡Ya quisiera yo ver a estos payasos de la Media Luna, haciéndole referendo inconstitucional a Paquito Franco Bahamonde, o sin ir tan lejos, a Marcos Pérez Jiménez, o el propio carita de niño bueno, Rafael Caldera!!!
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