Fachadas imperiales: el National Democratic Institute (NDI) y Human Rights Foundation (HRF)

Otra vez es el momento de la postulación de Organizaciones No Gubermentales (ONG) al Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC por sus siglas en inglés) para obtener el estatus “consultivo”. Esta clasificación permite que una ONG tenga un papel formal en las deliberaciones de las Naciones Unidas y es considerado algo prestigioso y distinguido para las ONG que la obtengan. Para que una entidad obtenga este estatus debe cumplir con cuatro requisitos principales: trabajar en un área relevante a las actividades del ECOSOC; haber existido oficialmente por un mínimo de dos años; asegurar que sus decisiones se toman bajo un mecanismo democrático; y ser financiado principalmente por afiliados nacionales, miembros individuales u otras entidades no-gubermentales. Sin embargo, varias entidades que intentan pasar por ONGs legítimas realmente son fachadas del trabajo sucio de Washington.

EL NATIONAL DEMOCRATIC INSTITUTE (NDI)

Una de estas supuestas “ONG” que se postula ante el ECOSOC es el National Democratic Institute (NDI), entidad establecida por el gobierno estadounidense para promover su agendia imperial y que forma parte de la historia sucia de la CIA. El año pasado, el NDI también se postuló ante el ECOSOC, pero su solicitud fue negada, debida a su incumplimiento con los requisitos básicos. De nuevo, se presenta ante las Naciones Unidas para recibir su aceptación para formar parte de una importante comunidad internacional de ONG con acceso a recursos, información e influencia fundamental en la lucha por los derechos humanos y la justicia mundial. Sin embargo, el NDI sigue siendo una de las instituciones más intervencionistas y egoistas dentro de la comunidad de llamadas “ONG” en Estados Unidos. El NDI es posiblemente la organización que más ha intervenido en la formación y promoción de partidos políticos subservientes a los intereses imperiales en América Latina y el Caribe, y dentro del gran parte de antiguo bloque soviético. Adicionalmente, el NDI es experto en la intervención electoral, ya que financian, promueven y asesoran procesos electorales siempre a favor de los candidatos o temas que favorecen los intereses estadounidenses. Un ejemplo de esto es su trabajo contínuo con el grupo opositor Súmate en Venezuela, responsable por la campaña para revocar el mandato del Presidente Chávez en el año 2004 y que ha actuado para dirrecionar y orientar todas las campañas electorales de la oposición desde entonces.

CREADA Y FINANCIADA POR WASHINGTON

El National Democratic Institute (NDI) fue creado por el gobierno de Estados Unidos através de la National Endowment for Democracy (NED) y su principal financista es el Congreso y el Departamento de Estado, que canalizan los fondos hacia el Instituto a traves de la NED y la Agencia del Desarrollo Internacional de EEUU (USAID). Incluso, en su propio informe anual (del 2005, el último disponible en su página web, www.ndi.org) destacan un agradecimiento especial al National Endowment for Democracy, la USAID y el Departamento de Estado de EEUU por su “apoyo contínua”. [Página 38, Informe Anual del NDI, 2005, http://www.accessdemocracy.org/library/2219_ndi_annual_report_120105.pdf]. Luego, nombran los “demás” de sus donantes, que incluyen a Peter Ackerman (presidente de Freedom House, otra entidad financiado por el Departamento de Estado) y corporaciones como Exxon Mobile, Citigroup, Inc., The Coca-Cola Company, Chevron Texaco, British Petroleum, Microsoft Corporation, Open Society Institute (de George Soros), Penn, Schoen & Berland Associates (encuestadora financiado por Washington que trabaja con la oposición en Venezuela, Súmate en particular, y trabajó en Serbia, Ucrania y otras partes manipulando encuestas a favor de los candidatos puestos por EEUU), Time Warner y otras entidades gubermentales, como el Banco Mundial y los gobiernos de Canadá, Bélgica, Alemania, Inglaterra, Irlanda, Holanda, Noruega y Yemen. Irónicamente, este Instituto que cuenta además con una junta directiva del partido demócrato, incluyendo algunos congresistas activos y liderado por Madeleine Albright, se auto-clasifica como una Organización No-Gubermental (ONG), que es oficialmente definida como “una entidad de carácter privado, con fines y objetivos definidos por sus integrantes, creada independientemente de los gobiernos locales, regionales y nacionales, así como también de los organismos internacionales.”1

Pero, el NDI no fue creado independientemente de un gobierno y sus principales financistas son entidades gubermentales. Fue creado por el gobierno de Estados Unidos en el año 1984 para servir los interéses de ese gobierno, y para lograr un trabajo que antes estaba clasificado como “una operación de inteligencia” de la CIA pero que había sido restringido por el propio Congreso después de las investigaciones de la Comisión presidida por el Senador Frank Church en los años setenta.

En el caso de Venezuela, por ejemplo, el NDI ha recibido alrededor de casi diez millones de dólares desde el año 2001 para ayudar en la “construcción” de partidos políticos con posiciones opositoras al actual gobierno venezolano, liderado por el Presidente Hugo Chávez. Esta información esta comprobada por documentos desclasificados del gobierno de Estados Unidos y disponsibles en el internet através de www.venezuelafoia.info/ndi.html y www.venezuelafoia.info/usaid.html. El NDI también ha dirigido el desarrollo de grupos y partidos políticos opositores como Súmate, Primero Justicia, Queremos Elegir, Alianza Bravo Pueblo, Un Nuevo Tiempo, Liderazgo y Visión, Proyecto Venezuela, etc, fueron todos involucrados en la ejecución del golpe de estado contra el Presidente Chávez de abril 2002. Sin embargo, el NDI ha continuado su trabajo con estos grupos y partidos y hasta ha aumentado el financiamiento a sus contrapartes en Venezuela, particularmente a Súmate, organización acusado por la fiscalía general de Venezuela por “la usurpación de un poder gubermental con el uso del financiamiento de un gobierno extranjero”. Estos ejemplos claramente demuestran que el objectivo del trabajo del NDI en Venezuela esta lejos de “promover la democracia” y más cerca de una misión de “promover la agenda imperial.”

El NDI también fue recipiente de una gran parte de los 41 millones de dólares otorgados por el Congreso estadounidense para su campaña de “construir la democracia” en Serbia durante los años 1999-2000. El NDI asesoró a los movimientos de “resistencia” al gobierno de Slobodan Milosevic y condujó una campaña muy severa de encuestas para afectar y manipular la opinión pública, logrando entonces bajar la popularidad de Milosevic con un juego psicológico. Utilizando a la encuestadora estadounidense Penn, Schoen y Berland (uno de sus financistas), que también fue utilizada por la NDI junto con Súmate en Venezuela para intentar acusar al gobierno de Chávez de fraude, tesis que fue rapidamente desacreditado por los observadores internacionales (como el Centro Carter y la Organización de Estados Americanos), el NDI montó una estrategia comunicacional para la oposición de Serbia. Junto con una campaña de publicidad y acciones de calle, diseñada y financiada por la USAID y la NED através de la NDI y el Instituto Republicano Internacional (IRI), lograron el objectivo de Washington: el cambio del régimen de Milosevic.

Se supone que esto no debe ser el trabajo de una ONG.

El NDI ha sido activo en países como Haiti, junto con el IRI, utilizando a las mismas tácticas para construir movimientos de oposición a gobiernos que no sirven a los intereses de Washington, y luego para apoyar golpes de estado u otras acciones desestablizadoras, y ha estado al frente de la campaña de agresión y subversión contra Cuba. Más recién, el NDI ha estado trabajando en Bolivia, financiando los partidos políticos de oposición al gobierno de Evo Morales, y peor aún, financiando los movimientos separatistas y violentos en Santa Cruz de la Sierra. Varios convenios entre el NDI y la Cámara de Comercio de Santa Cruz (CAINCO) y el Comité Pro-Cívico Santa Cruz fueron otorgados durante los últimos dos años con la intención de promover la formulación del Estatuto Autonómico de Santa Cruz y ayudar con el desarrollo de una plataforma política para el nuevo gobierno (o estado) autónomo. El resultado de este “trabajo” fue el referéndum del 4 de mayo pasado en Santa Cruz, clasificado como ilegal e ilegítima por todas las autoridades bolivanas y no reconocido por ninguna institutión u organización creíble en el mundo. Este modelo separatista promovido por el NDI fue el mismo que aplicaron en el antiguo Yugoslavia para lograr la divisió de ese país en ahora siete estados independientes.

Lejos de ser una ONG, el National Democratic Institute es nada más que un brazo financista y consultivo del gobierno de Estados Unidos, promoviendo su agenda en el mundo a costo de las democracias participativas y la voluntad de los pueblos.

HUMAN RIGHTS FOUNDATION DESENMASCARADA

Otra de estas fachadas imperiales que busca este año un estatus consultivo ante el ECOSOC es el poco conocido Human Rights Foundation (HRF). Usurpando el término de “derechos humanos” en su nombre para confundir sobre la legitimidad de su organización, el HRF es nada más que la creación de una entidad para atacar y desacreditar los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, principalmente. Fundada por el venezolano Thor Halvorssen Mendoza, en el 2005 para acusar al gobierno venezolano de ser un violador de los derechos humanos, HRF no revela de donde viene su financiamiento. En su propio página web, www.humanrightsfoundation.org, mienten al público diciendo que es costumbre que las ONG que reciben becas y donaciones no publican el nombre de sus donantes. Sin embargo, todas las ONG con credibilidad en el mundo desde Amnestía Internacional hasta Human Rights Watch, publican el nombre de sus donantes y financistas más importantes en su informe anual, tanto como lo hacen hasta las fachadas imperiales como el National Democratic Institute. Aquellas que esconden su financiamiento lo hacen para no revelar que reciben de entidades con intereses particulares o agencias de inteligencia, como la CIA.

El único “trabajo” que ha hecho HRF es apoyar al canal de televisión Globovisión en Venezuela, conocida por sus constantes ataques y montajes mediáticas contra el gobierno y pueblo venezolano y su frecuente incitación y provocación a la violencia; su defensa del estudiante opositor venezolano Yon Goicoechea (quien acaba de “ganar” el premio neoliberal “Milton Friedman” del Instituto Cato en la cantidad de 500 mil dólares) y quien ha sido entrenado y financiado por entidades estadounidenses como Freedom House, la NED y la USAID; y el caso del General (ret.) Francisco Usón, sentenciado en octubre del 2004 por la justicia venezolana a un periódo de cinco años por su papel en un incendio en una fuerte militar en el estado Zulia (Fuerte Mara). En su defensa de estos personajes, HRF preparó un material titulado los “Caracas Nine”, que intenta presentar a personas como Alberto Federico Ravell, presidente de Globovisión, Yon Goicochea y Francisco Usón como “perseguidos políticos” por el gobierno venezolano.

HRF también se ha desempeñado de atacar al gobierno de Evo Morales y promover el movimiento separatista en Santa Cruz. Fue uno de los únicos grupos que aceptó la petición del Comité Cívico Pro-Santa Cruz para observar el referéndum ilegal y separatista el pasado 4 de mayo. El vicepresidente de HRF en Bolivia, un tal Emilio Martínez, acaba de publicar un libro (solo publicado en Santa Cruz por una editorial cruceña llamada “El País”) titulado “Ciudadano X: La Historia Secreta del Evismo” que intenta desacreditar el gobierno de Evo Morales y vincularlo con el narcotráfico, el terrorismo y un proyecto totalitario. Sin citar una sola fuente verdadera (todas son “anónimas”), Emilio Martínez acusa a Evo Morales y su Ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana de ser títeres de George Soros y su Open Society Institute, para instalar un gobierno narcotraficante que se convertirá en el vendedor de “cocaína” más grande del mundo. En sus 409 páginas llenas de mentiras y difamaciones a casi todo el gabiente de Evo Morales y los gobiernos y personas que lo apoyan, como el Presidente Hugo Chávez de Venezuela, entre otros, Emilio Martínez no presenta ni una sola prueba para respaldar sus acusaciones peligrosas- toda su información esta basada en “rumores”, sin fundamento. Es el epitomé del mal periodismo y forma parte de un evidente campaña de desacreditación del gobierno de Evo Morales, liderada por la Human Rights Foundation (y la CIA).

¿QUIEN ES HUMAN RIGHTS FOUNDATION?

Su directiva y staff lo dice todo:

Thor Halvorssen Mendoza: Hijo de Thor Halvorssen Hellum, el venezolano-noruego expresidente de la CANTV durante la administración de Carlos Andrés Pérez en los años setenta. Luego, fue el Czar anti-droga venezolano y se desempeñó como un agente de la DEA de EEUU y la CIA. De hecho, Halvorssen ha admitido publicamente que ha “trabajado” con la CIA, aunque niega de ser su “agente”. Lo que no entiende Halvorssen, es que un “agente” de la CIA es precisamente alguien que “trabaja” con la CIA. De hecho, Halvorssen trabajó con la CIA en El Salvador y Nicaragua durante la guerra sucia de los años ochenta y fue un cercano colaborador del líder de los Contra, Adolfo Calero. En el año 1993, Halvorssen fue arrestado e incarcelado por 74 días bajo una acusación de haber participado en un acto de terrorismo (una seria de ataques con bombas en Caracas para causar cambios en la bolsa y el ámbiente económico). Thor Halvorssen Mendoza, hijo también de uno de las familias más ricas de Venezuela, los Mendoza, ha participado como comentarista de Fox News, incluyendo una vez junto al Reverendo Pat Robinson cuando declaró que era necesario asesinar al Presidente Chávez. Es Presidente del HRF.

Armando Valladares: Secretario General de HRF y uno de los anti-castro cubanos más activos a nivel público en el mundo. Fue nombrado Embajador de los EEUU ante la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU por el Presidente Ronald Reagan en donde ejecutó las políticas contra la isla caribeña y a favor de la agenda imperial. Fue agente de la CIA e informate de la policia batistiana. Es escritor y autor de un libro “Contra Toda Esperanza”, sobre su tiempo encarcelado en Cuba por ser agente de un cuerpo de inteligencia extranjero y enemigo. Washington lo ha colocado como un “disidente ejemplar” ante la comunidad internacional, aunque su real trabajo ha sido promover una campaña de desinformación contra Cuba para prolongar el bloqueo inhumano contra la isla.

Otros miembros de HRF incluyen a Kenneth Anderson, antiguo abogado de las fundaciones de George Soros (¿será por eso que lo quieren difamar junto con Evo Morales y Juan Ramón Quintana, con quienes no tiene conexión ninguna?); Vladimir Bukovsky, un “disidente soviético”; Palden Gyatso, activista de Tibet (anti-Chino); Garry Kasparov, jugador de ajedrez y crítico abierto al ex Presidente Ruso Vladimir Putin y el gobierno ruso; Mart Laar, ex primer ministro de Estonia, activista anti-ruso y ganador del Premio Militon Friedman (igual que Yon Goicochea); Alvaro Vargas Llosa, periodista y escritor, antiguo miembro de la junta editorial del Miami Herlad y articulista del periódico conservador Wall Street Journal; Ramón José Velásquez, expresidente de Venezuela (1993-1994); el neoconservador James Q. Wilson; y Monica Fernández, abogada venezolana que autorizó la detención del Ministro Ramón Rodriguez Chacín por parte de los alcades opositores Leopoldo López y Henrique Capriles Radonski durante el golpe de estado contra el Presidente Chávez en abril 2002.

evagolinger@hotmail.com



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Eva Golinger


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