EL NATIONAL DEMOCRATIC
INSTITUTE (NDI)
Una de estas supuestas
“ONG” que se postula ante el ECOSOC es el National Democratic Institute
(NDI), entidad establecida por el gobierno estadounidense para promover
su agendia imperial y que forma parte de la historia sucia de la CIA.
El año pasado, el NDI también se postuló ante el ECOSOC, pero su
solicitud fue negada, debida a su incumplimiento con los requisitos
básicos. De nuevo, se presenta ante las Naciones Unidas para recibir
su aceptación para formar parte de una importante comunidad internacional
de ONG con acceso a recursos, información e influencia fundamental
en la lucha por los derechos humanos y la justicia mundial. Sin embargo,
el NDI sigue siendo una de las instituciones más intervencionistas
y egoistas dentro de la comunidad de llamadas “ONG” en Estados Unidos.
El NDI es posiblemente la organización que más ha intervenido en la
formación y promoción de partidos políticos subservientes a los intereses
imperiales en América Latina y el Caribe, y dentro del gran parte de
antiguo bloque soviético. Adicionalmente, el NDI es experto en la intervención
electoral, ya que financian, promueven y asesoran procesos electorales
siempre a favor de los candidatos o temas que favorecen los intereses
estadounidenses. Un ejemplo de esto es su trabajo contínuo con
el grupo opositor Súmate en Venezuela, responsable por la campaña
para revocar el mandato del Presidente Chávez en el año 2004 y que
ha actuado para dirrecionar y orientar todas las campañas electorales
de la oposición desde entonces.
CREADA Y FINANCIADA
POR WASHINGTON
El National Democratic
Institute (NDI) fue creado por el gobierno de Estados Unidos através
de la National Endowment for Democracy (NED) y su principal financista
es el Congreso y el Departamento de Estado, que canalizan los fondos
hacia el Instituto a traves de la NED y la Agencia del Desarrollo Internacional
de EEUU (USAID). Incluso, en su propio informe anual (del 2005, el último
disponible en su página web, www.ndi.org) destacan un agradecimiento especial al National
Endowment for Democracy, la USAID y el Departamento de Estado de EEUU
por su “apoyo contínua”. [Página 38, Informe Anual del NDI, 2005, http://www.accessdemocracy.org/library/2219_ndi_annual_report_120105.pdf]. Luego, nombran los “demás” de sus
donantes, que incluyen a Peter Ackerman (presidente de Freedom House,
otra entidad financiado por el Departamento de Estado) y corporaciones
como Exxon Mobile, Citigroup, Inc., The Coca-Cola Company, Chevron Texaco,
British Petroleum, Microsoft Corporation, Open Society Institute (de
George Soros), Penn, Schoen & Berland Associates (encuestadora financiado
por Washington que trabaja con la oposición en Venezuela, Súmate en
particular, y trabajó en Serbia, Ucrania y otras partes manipulando
encuestas a favor de los candidatos puestos por EEUU), Time Warner y
otras entidades gubermentales, como el Banco Mundial y los gobiernos
de Canadá, Bélgica, Alemania, Inglaterra, Irlanda, Holanda, Noruega
y Yemen. Irónicamente, este Instituto que cuenta además con una junta
directiva del partido demócrato, incluyendo algunos congresistas activos
y liderado por Madeleine Albright, se auto-clasifica como una Organización
No-Gubermental (ONG), que es oficialmente definida como “una entidad
de carácter privado, con fines y objetivos definidos por sus integrantes,
creada independientemente de los gobiernos
locales, regionales y nacionales, así como también de los organismos internacionales.”1
Pero, el NDI no fue creado
independientemente de un gobierno y sus principales financistas son
entidades gubermentales. Fue creado por el gobierno de Estados Unidos
en el año 1984 para servir los interéses de ese gobierno, y para lograr
un trabajo que antes estaba clasificado como “una operación de inteligencia”
de la CIA pero que había sido restringido por el propio Congreso después
de las investigaciones de la Comisión presidida por el Senador Frank
Church en los años setenta.
En el caso de Venezuela,
por ejemplo, el NDI ha recibido alrededor de casi diez millones de dólares
desde el año 2001 para ayudar en la “construcción” de partidos
políticos con posiciones opositoras al actual gobierno venezolano,
liderado por el Presidente Hugo Chávez. Esta información esta
comprobada por documentos desclasificados del gobierno de Estados Unidos
y disponsibles en el internet através de www.venezuelafoia.info/ndi.html y www.venezuelafoia.info/usaid.html. El NDI también ha dirigido el desarrollo de
grupos y partidos políticos opositores como Súmate, Primero Justicia,
Queremos Elegir, Alianza Bravo Pueblo, Un Nuevo Tiempo, Liderazgo y
Visión, Proyecto Venezuela, etc, fueron todos involucrados en la ejecución
del golpe de estado contra el Presidente Chávez de abril 2002. Sin
embargo, el NDI ha continuado su trabajo con estos grupos y partidos
y hasta ha aumentado el financiamiento a sus contrapartes en Venezuela,
particularmente a Súmate, organización acusado por la fiscalía general
de Venezuela por “la usurpación de un poder gubermental con el uso
del financiamiento de un gobierno extranjero”. Estos ejemplos claramente
demuestran que el objectivo del trabajo del NDI en Venezuela esta lejos
de “promover la democracia” y más cerca de una misión de “promover
la agenda imperial.”
El NDI también fue recipiente
de una gran parte de los 41 millones de dólares otorgados por el Congreso
estadounidense para su campaña de “construir la democracia” en
Serbia durante los años 1999-2000. El NDI asesoró a los movimientos
de “resistencia” al gobierno de Slobodan Milosevic y condujó una
campaña muy severa de encuestas para afectar y manipular la opinión
pública, logrando entonces bajar la popularidad de Milosevic con un
juego psicológico. Utilizando a la encuestadora estadounidense Penn,
Schoen y Berland (uno de sus financistas), que también fue utilizada
por la NDI junto con Súmate en Venezuela para intentar acusar al gobierno
de Chávez de fraude, tesis que fue rapidamente desacreditado por los
observadores internacionales (como el Centro Carter y la Organización
de Estados Americanos), el NDI montó una estrategia comunicacional
para la oposición de Serbia. Junto con una campaña de publicidad y
acciones de calle, diseñada y financiada por la USAID y la NED através
de la NDI y el Instituto Republicano Internacional (IRI), lograron el
objectivo de Washington: el cambio del régimen de Milosevic.
Se supone que esto no
debe ser el trabajo de una ONG.
El NDI ha sido activo
en países como Haiti, junto con el IRI, utilizando a las mismas tácticas
para construir movimientos de oposición a gobiernos que no sirven a
los intereses de Washington, y luego para apoyar golpes de estado u
otras acciones desestablizadoras, y ha estado al frente de la campaña
de agresión y subversión contra Cuba. Más recién, el NDI ha
estado trabajando en Bolivia, financiando los partidos políticos de
oposición al gobierno de Evo Morales, y peor aún, financiando los
movimientos separatistas y violentos en Santa Cruz de la Sierra. Varios
convenios entre el NDI y la Cámara de Comercio de Santa Cruz (CAINCO)
y el Comité Pro-Cívico Santa Cruz fueron otorgados durante los últimos
dos años con la intención de promover la formulación del Estatuto
Autonómico de Santa Cruz y ayudar con el desarrollo de una plataforma
política para el nuevo gobierno (o estado) autónomo. El resultado
de este “trabajo” fue el referéndum del 4 de mayo pasado en Santa
Cruz, clasificado como ilegal e ilegítima por todas las autoridades
bolivanas y no reconocido por ninguna institutión u organización creíble
en el mundo. Este modelo separatista promovido por el NDI fue el mismo
que aplicaron en el antiguo Yugoslavia para lograr la divisió de ese
país en ahora siete estados independientes.
Lejos de ser una ONG,
el National Democratic Institute es nada más que un brazo financista
y consultivo del gobierno de Estados Unidos, promoviendo su agenda en
el mundo a costo de las democracias participativas y la voluntad de
los pueblos.
HUMAN RIGHTS FOUNDATION
DESENMASCARADA
Otra de estas fachadas
imperiales que busca este año un estatus consultivo ante el ECOSOC
es el poco conocido Human Rights Foundation (HRF). Usurpando el término
de “derechos humanos” en su nombre para confundir sobre la legitimidad
de su organización, el HRF es nada más que la creación de una entidad
para atacar y desacreditar los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador,
principalmente. Fundada por el venezolano Thor Halvorssen Mendoza, en
el 2005 para acusar al gobierno venezolano de ser un violador de los
derechos humanos, HRF no revela de donde viene su financiamiento. En
su propio página web, www.humanrightsfoundation.org, mienten al público diciendo que es costumbre
que las ONG que reciben becas y donaciones no publican el nombre de
sus donantes. Sin embargo, todas las ONG con credibilidad en el mundo
desde Amnestía Internacional hasta Human Rights Watch, publican el
nombre de sus donantes y financistas más importantes en su informe
anual, tanto como lo hacen hasta las fachadas imperiales como el National
Democratic Institute. Aquellas que esconden su financiamiento lo hacen
para no revelar que reciben de entidades con intereses particulares
o agencias de inteligencia, como la CIA.
El único “trabajo”
que ha hecho HRF es apoyar al canal de televisión Globovisión en Venezuela,
conocida por sus constantes ataques y montajes mediáticas contra el
gobierno y pueblo venezolano y su frecuente incitación y provocación
a la violencia; su defensa del estudiante opositor venezolano Yon Goicoechea
(quien acaba de “ganar” el premio neoliberal “Milton Friedman”
del Instituto Cato en la cantidad de 500 mil dólares) y quien ha sido
entrenado y financiado por entidades estadounidenses como Freedom House,
la NED y la USAID; y el caso del General (ret.) Francisco Usón, sentenciado
en octubre del 2004 por la justicia venezolana a un periódo de cinco
años por su papel en un incendio en una fuerte militar en el estado
Zulia (Fuerte Mara). En su defensa de estos personajes, HRF preparó
un material titulado los “Caracas Nine”, que intenta presentar a
personas como Alberto Federico Ravell, presidente de Globovisión, Yon
Goicochea y Francisco Usón como “perseguidos políticos” por el
gobierno venezolano.
HRF también se ha desempeñado
de atacar al gobierno de Evo Morales y promover el movimiento separatista
en Santa Cruz. Fue uno de los únicos grupos que aceptó la petición
del Comité Cívico Pro-Santa Cruz para observar el referéndum ilegal
y separatista el pasado 4 de mayo. El vicepresidente de HRF en Bolivia,
un tal Emilio Martínez, acaba de publicar un libro (solo publicado
en Santa Cruz por una editorial cruceña llamada “El País”) titulado
“Ciudadano X: La Historia Secreta del Evismo” que intenta desacreditar
el gobierno de Evo Morales y vincularlo con el narcotráfico, el terrorismo
y un proyecto totalitario. Sin citar una sola fuente verdadera (todas
son “anónimas”), Emilio Martínez acusa a Evo Morales y su Ministro
de la Presidencia Juan Ramón Quintana de ser títeres de George Soros
y su Open Society Institute, para instalar un gobierno narcotraficante
que se convertirá en el vendedor de “cocaína” más grande del
mundo. En sus 409 páginas llenas de mentiras y difamaciones a casi
todo el gabiente de Evo Morales y los gobiernos y personas que lo apoyan,
como el Presidente Hugo Chávez de Venezuela, entre otros, Emilio Martínez
no presenta ni una sola prueba para respaldar sus acusaciones peligrosas-
toda su información esta basada en “rumores”, sin fundamento. Es
el epitomé del mal periodismo y forma parte de un evidente campaña
de desacreditación del gobierno de Evo Morales, liderada por la Human
Rights Foundation (y la CIA).
¿QUIEN ES HUMAN RIGHTS
FOUNDATION?
Su directiva y staff
lo dice todo:
Thor Halvorssen Mendoza:
Hijo de Thor Halvorssen Hellum, el venezolano-noruego expresidente de
la CANTV durante la administración de Carlos Andrés Pérez en los
años setenta. Luego, fue el Czar anti-droga venezolano y se desempeñó
como un agente de la DEA de EEUU y la CIA. De hecho, Halvorssen
ha admitido publicamente que ha “trabajado” con la CIA, aunque niega
de ser su “agente”. Lo que no entiende Halvorssen, es que un “agente”
de la CIA es precisamente alguien que “trabaja” con la CIA.
De hecho, Halvorssen trabajó con la CIA en El Salvador y Nicaragua
durante la guerra sucia de los años ochenta y fue un cercano colaborador
del líder de los Contra, Adolfo Calero. En el año 1993, Halvorssen
fue arrestado e incarcelado por 74 días bajo una acusación de haber
participado en un acto de terrorismo (una seria de ataques con bombas
en Caracas para causar cambios en la bolsa y el ámbiente económico).
Thor Halvorssen Mendoza, hijo también de uno de las familias más ricas
de Venezuela, los Mendoza, ha participado como comentarista de Fox News,
incluyendo una vez junto al Reverendo Pat Robinson cuando declaró que
era necesario asesinar al Presidente Chávez. Es Presidente del HRF.
Armando Valladares:
Secretario General de HRF y uno de los anti-castro cubanos más activos
a nivel público en el mundo. Fue nombrado Embajador de los EEUU ante
la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU por el Presidente Ronald
Reagan en donde ejecutó las políticas contra la isla caribeña y a
favor de la agenda imperial. Fue agente de la CIA e informate de la
policia batistiana. Es escritor y autor de un libro “Contra Toda Esperanza”,
sobre su tiempo encarcelado en Cuba por ser agente de un cuerpo de inteligencia
extranjero y enemigo. Washington lo ha colocado como un “disidente
ejemplar” ante la comunidad internacional, aunque su real trabajo
ha sido promover una campaña de desinformación contra Cuba para prolongar
el bloqueo inhumano contra la isla.
Otros miembros de HRF
incluyen a Kenneth Anderson, antiguo abogado de las fundaciones de George
Soros (¿será por eso que lo quieren difamar junto con Evo Morales
y Juan Ramón Quintana, con quienes no tiene conexión ninguna?); Vladimir
Bukovsky, un “disidente soviético”; Palden Gyatso, activista de
Tibet (anti-Chino); Garry Kasparov, jugador de ajedrez y crítico abierto
al ex Presidente Ruso Vladimir Putin y el gobierno ruso; Mart Laar,
ex primer ministro de Estonia, activista anti-ruso y ganador del Premio
Militon Friedman (igual que Yon Goicochea); Alvaro Vargas Llosa, periodista
y escritor, antiguo miembro de la junta editorial del Miami Herlad y
articulista del periódico conservador Wall Street Journal; Ramón José
Velásquez, expresidente de Venezuela (1993-1994); el neoconservador
James Q. Wilson; y Monica Fernández, abogada venezolana que autorizó
la detención del Ministro Ramón Rodriguez Chacín por parte de los
alcades opositores Leopoldo López y Henrique Capriles Radonski durante
el golpe de estado contra el Presidente Chávez en abril 2002.
evagolinger@hotmail.com