Es también bajo esta misma dinámica de desestabilización, que se ha venido atacando de manera vehemente al hermano pueblo boliviano, mediante estrategias divisionistas que de igual manera pretenden aplicar en nuestra patria, en el estado Zulia
En Suramérica y Latinoamérica se encuentra en ebullición un movimiento de movimientos en el que se conjugan el socialismo utópico, el humanista y el científico. La dialéctica permanente de nuestras sociedades, aunado a los factores estructurales que nos hicieron históricamente dependientes, originaron asimetrías sociales que vienen desde un tiempo implosionando, en la búsqueda permanente de la justa sociedad libre de la que nos habló el Libertador en Angostura. Nuestra patria, tal y como lo hizo en los tiempos de la independencia del imperio español, ha sido bandera de libertad para ayudar o servir como ejemplo a nuestros pueblos hermanos en este proceso de ebullición, y cada pueblo, con su cultura y sus características, ha venido consolidando los ideales de libertad y justicia, por los que muchos tiempo esperaron, llevando a la Presidencia a personas que en realidad se encuentran comprometidas con su pueblo, verdaderos demócratas progresistas que están plenamente conscientes de que el principal objetivo de un gobierno es la felicidad social de su pueblo.
Lógicamente, ello ha originado la tradicional reacción del imperio frente a este tipo de sucesos, por lo que, bajo su pensamiento colonial, ha venido atacando sistemáticamente a toda nuestra región, para desestabilizarla y tratar de frenar lo que es infrenable.
Por eso es que podemos observar sucesos como los que hoy día se verifican en Argentina, donde se vuelve a reeditar el mismo plan que tuvo lugar en nuestro país, donde se pretendió derrocar al Gobierno mediante un paro criminal, y demás tipo de protestas que perjudican al propio pueblo.
Es también bajo esta misma dinámica de desestabilización, que se ha venido atacando de manera vehemente al hermano pueblo boliviano, mediante estrategias divisionistas que de igual manera pretenden aplicar en nuestra patria, en el estado Zulia. A su vez, se ha seguido insistiendo en el tema de las supuestas computadoras antibombas, y las informaciones que en ellas se encuentran contenidas. De igual manera, no es tampoco casualidad que se produzca la movilización de un portaviones norteamericano en las costas de Curazao, y la propia incursión de un avión de guerra de ese país en nuestras costas, excusado, en términos de la Casa Blanca, por "fallas técnicas", que no le permitieron al piloto de la aeronave determinar que se encontraba pasando por un territorio extranjero sin autorización alguna, así como también todo lo que ha acontecido en Ecuador, con la repudiable invasión a su territorio, y las acusaciones de supuestos vínculos de apoyo a las Farc por el presidente Correa y Chávez.
Así los ataques siguen, y podría enumerarse un sinfín de sucesos y acontecimientos que han puesto en clara evidencia que el imperio se encuentra inquieto y preocupado por la determinación que han venido demostrando nuestros pueblos hermanos, donde incluso se ha entendido que nuestra unión, bajo los parámetros de la justicia, complementariedad, solidaridad y bienestar social, constituye un factor determinante hacia nuestro progreso como hermanos, y de allí la angustia del imperio, puesto que se ha dado cuenta de que no sólo existen pueblos con determinación a ser libres y soberanos, sino que también, que los gobiernos se han organizado e impulsado sistemas como el Mercosur, que cada día cobra mayor fuerza en distintos ámbitos de actividad. Sin embargo, a pesar de los ataques y agresiones, debe tenerse claro que los pueblos se encuentran "resueltos a ser libres", y que representan una fuerza incontenible, que día a día se consolida más en atención a alcanzar sus objetivos.