The Sicariato in the Coca Cola company of Venezuela

Sicariato en la empresa Coca Cola de Venezuela

El pasado miércoles 25 de junio, en horas de la noche, Miguel Angel Durán y Julio César Durán, ambos miembros de la directiva del Frente de Extrabajadores de Coca-Cola, estado Portuguesa, fueron acribillados con 10 tiros. El mismo destino tuvo un niño de 10 años, hijo de uno de ellos, cuando circulaban en un vehículo por la zona de la Quebrada de Araure. Se presume que los autores de este hecho fueron sicarios.

Estos crímenes no pueden seguir siendo silenciados como en efecto viene pasando. En el hecho está involucrada una poderosa transnacional como es el caso de la Coca- Cola. Esta compañia tiene un pasado nada inocente en prácticas de este tipo. En Colombia, "se dice que Coca Cola Servicios de Colombia, es la compañía más eficiente del país, gracias a la aplicación del terrorismo de Estado en el que también están mezcladas otras empresas multinacionales como la Drumon, Nestle, British Petroleum, Repsol, Oxi Petroleum".

También es importante destacar que en Venezuela detrás de la Coca Cola, hay un magnate de los medios de comunicación, Gustavo Cisneros. ¿Será por esta razón que la noticia de los ex trabajadores asesinados ha sido silenciada? Vale recordar también que Gustavo llegó a decir en una oportunidad que "Venezuela nos quedó pequeña" (1). Ya entiendo el sentido que realmente le confirió a esta frase.

Las muertes de Miguel Angel Durán y Julio César Durán, no deben ser vista como una más o como un asunto de enfrentamiento callejero (como de seguro lo tratarán de hacer ver). Las mismas significan la continuación de la cadena de crímenes que las transnacionales han contemplado en sus presupuestos para quitar del camino todo obstáculo que atente contra sus multimillonarias ganancias obtenidas del negocio. Esta realidad nos hace recordar el camino de pillajes que empresas como Chiquita Brands Internacional, Inc "compañía estadounidense que se dedicaba a la producción y venta de banano. Esta empresa estaba presente en todos los países de Centro América (excepto Panamá) y algunos países del Caribe. Su sede más importante era Guatemala, donde poseía 563.000 acres de tierra, de las que sólo cultivaba 14.630.5. La misma ejercía control sobre la política guatemalteca. Le decían El Pulpo, ya que sus tentáculos llegaban a todos los gobiernos de Centro América. Chiquita Brands no sólo impuso un régimen feudal a estas naciones. También en procura de controlar todas las áreas del negocio bananero, ejerció un monopolio en casi todos lo sectores vinculados al área, amén del control político.

El historial de Chiquita en materia de relaciones laborales en casi todos los países de América Latina ha sido notoriamente violatorio de los derechos de los trabajadores. Pero fue el control político lo que le permitió hacerse de los mecanismos que facilitaron consumar las más groseras violaciones a las leyes, siendo uno de ellos el de no contar en esencia con contrabajadores, sino con jornaleros sobre el cual la empresa no tenía responsabilidad labroral alguna. Y en los casos donde existía una relación laboral, el derecho a sindicalisarse era prohibido, ya que mediante el pago y financimiento de bandas se asesinaban a quienes en esto se involucraban.

Esta cultura del crimen por parte de las transnacionales estadounidenses, se remonta a tiempos pasados y de llo es conocido el suceso de 1988, cuandoo Emiliano Cayetano, dirigente comunista de Ciénaga (Santa Marta-Colombia) y trabajador bananero, ya tenía casi mil trabajadores en una lista para reorganizar el sindicato. Pero no lo logró. Fue asesinado por un grupo de sicarios que llegó hasta la casa en el casco urbano de Ciénaga y ante todos los niños y su esposa fue amarrado y llevado en una camioneta. Estos hechos sirvieron de base al escritor colombiano Gabriel García Marquez en su novela Cien Años de Soledad.

Sin embargo, las muertes que ocurrieron en Portuguesa, nos permiten alertar que ellas constituyen la punta del iceberg, ya que las transnacionales no sólo asesinan. También desestabilizan naciones, como ocurrió en Colombia. Chiquita no sólo aportó dinero a raudales para alimentar los círculos de corrupción, pues, asimismo, colaboró para que entraran en el país más de 3.000 fusiles AK-47 y millones de municiones que fueron a parar a los grupos paramilitares. Ante estos hecho alerto al país, para que se mire con sumo cuidado lo que está pasando en Venezuela con la Coca-Cola, y se entiende que las muertes de Miguel Angel Durán y Julio César Durán, no son un accidente, sino que constituyen el anuncio de lo que son capaces de hacer estas compañías si sus intereses son tocados.


(1) Reyes, Gerardo. Los dueños de América Latina. Cómo amasaron sus fortunas los personajes más ricos e influyentes de la región. Ediciones B. Grupo Zeta. México, 2003, 328 pp

*Prof. UBV

Abogado y Lic. Trabajo Social (UCV)


marbemavarez@yahoo.es


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Martín Padrino


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