Militarismo y fascismo norteño (III)

*Hacia La Reforma del Estado en la union civico- militar.

A lo largo de nuestra historia latinoamericana, el militarismo ha predominado en una forma directa o encubierta y ha impedido que la democracia se convierta en el verdadero ejércicio del poder durante muchos años (Goméz – Peréz Jimenéz), como un sentido de costumbre le hemos dejado al cuerpo militar la orientación y contenido de la vida ciudadana en la época de la IV Republica, visualizamos cuando una mujer se atrevia a vestirse de castrense y dictar ordenes tanto a oficiales como a la Sociedad Civil. Con el tiempo, la vieja derecha oligárquica encontró en estos hombres y mujeres, los nuevos aliados para frenar la construcciòn de la democracia e impedir el progreso social y económico de nuestra patria. Cuando cayó el Muro de Berlin, muchos comunistas reemplazaron la lucha de clases por la lucha de razas, como de grupos sociales y descubrieron el etnícismo indigena y, los emparentaron directamente con la socialdemocracia internácional y regional, confundiendo a muchos venezolanos.

Estamos en una guerra sin limites de cuarta generación , donde las relaciones del militarismo norteamericano con las acciones de guerra y el capitálismo se vuelven a colocar en un tema de actualidad en este comienzo del siglo XXI. Y, hoy mas que nunca la mundianilización del capital y el militarismo protestante aparecen como dos aspectos de la dominación imperialista para dominar a los paìses latinos.( Consulta de Mc Cain con Billy Graham).

Rosa de Luxemburgo recuerda que el militarismo tiene una funciòn determinada en la historia del cápital. Le acompaña a todas las fases historicas de la acumulación.

En el Socialismo del Siglo XXI, la formación del sistema militar tiene un caracter civil y le da al Estado una considerable condicion de potencia y le da sentido social al capital como una relaciòn que tiene ciertamente una tendencia a tráscender las fronteras nacionales y las otras barreras fináncieras que se dan en el mercado mundial, dándole una fisonómia de fuerza interestatal con su cortejo de bienaventuranzas al principio, para convertirse en una relación grupal de labriosidad al final de su ciclo, donde deben estar unidos el pueblo y el gobierno en un solo sentimiento comùn..

Latinoamerica se encuentra en el centro de la industrialización sureña y del capital, por eso busca ser el centro de una potencia civico- militar. Para lograrlo debe situarse en una guerra sin limites con la oligárquia tradicional finánciera colombiana y norteamericana y romper asi con su protectorado en Venezuela, El militarismo preconiza la nueva fuerza geopolitica y aboga por su expansiòn militar en los civiles para mantener el Estado. A la vez, somete la vida nacional en los terrenos politico, económico, cultural y educacional a la necesidad de la politica de expansión armamentista para estar preparados por los acciones bélicas de los enemigos naturales del pueblo que en Venezuela se encuentran representados en Manuel Rosales, Leopoldo Lopèz y Antonio Ledezma que son unas verdaderas comadrejas.

El militarismo es un fenómeno que ha traido nefastas consecuencias a los grupos civiles latinoamericanos, allì estan las bases de Manta, Las Tres Esquinas y Guántanamo y, los civiles como sociedad deben saber interpretar su perfil en la conducción del Estado y no corromper el estámento y rol de las fuerzas armadas y quienes ejercen funciones pùblicas en las instituciones nacionales. El desafio militar norteamericano y colombiano contra nuestro Continente es un abuso, porque su principio es dominar y someter el indigenismo, criminizandolo en sus luchas sociales. Las organizaciones cristianas no católicas y civiles tienen un gran desafio porque deben contraponer la reálidad grave de tener grupos de militares en el poder que son confuladores de la justicia social, porque en el tiempo se convierten en verdaderos anarquistas.

El militarismo sera siempre una Fuerzas Armadas destinada a colaborar con el pueblo, . Los socialista y democratas queremos que la humanidad sea una familia de hermanos y que el ejército sea una bandera de la equidad social, donde todos estemos normátizados por una ètica y un grupo de valores que nos lleve al ejércicio del bien común.

*analista/escritor


emvesua@cantv.net


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Emiro Vera Suárez*

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

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