Brasil me preocupa profundamente, a veces se comporta como un gobierno pro-suramericanista y en otras ocasiones como un mini-imperio con toda la carga de egoísmo y explotación que la misma representa. Brasil era uno de los principales explotadores del gas Boliviano hasta que, dignamente, el presidente Morales nacionalizo a la industria de hidrocarburos de esa nación, sin embargo, aun persiste la explotación desigual ya que el precio que le paga Brasil a Bolivia por su gas es ínfimo, Brasil que es una potencia económica y si pretende liderar a Suramérica debería dar el ejemplo y pagar un precio justo por el gas, además Bolivia es uno de los países más pobres de nuestro continente y lo que menos necesita es que un vecino con actitudes imperialistas que le deprede sus recursos naturales a cambio de más miseria y humillación.
Esta actitud infame tiene sus raíces en el capitalismo salvaje, que implica la máxima explotación, obviando la naturaleza, las culturas y la humanidad; para obtener la máxima ganancia. A Brasil no le conviene Evo Morales ni la emancipación del pueblo Boliviano, los quieren en desorden, humillados, serviles para obtener los recursos al menor precio posible, sin importarle generar mayor pobreza a su débil vecino. Por eso le cae como anillo al dedo la separación de Bolívia, y que las regiones más ricas en recursos queden en manos de los opositores Bolivianos, francamente neoliberales que venderían sin escrúpulos los recursos de todos los Bolivianos con tal de asegurarse llenar sus bolsillos a costa de la desesperación y miseria de la mayoría del pueblo. Evo Morales y el movimiento que él lidera pretende independizar Bolivia, ha realizado movimientos clave para controlar los recursos nacionales y ha permitido a ese país obtener ingresos extraordinarios; en ese digno país se había nacionalizado hasta el servicio del agua, la población estaba totalmente dependiente del capital transnacional que se rige por la ganancia y no por el bienestar de la población.
Invito a Brasil que asuma el liderazgo de Suramérica en cooperación, que siga el ejemplo de países pequeños como Cuba que con pocos recursos logra ser solidario con otros países pobres sin solicitar compensación, o como Venezuela que subvenciona a países en desgracia a pesar de que existe fuerte oposición interna de grupos minoritarios, pero con gran poder mediático. Conozco muchos brasileros que son gente muy amable, pero el gobierno presidido por Lula da pasos peligrosos que ponen en riesgo la unión de nuestras naciones. Aquí en Suramérica no queremos a un mini-EUA para que nos venga a explotar y a engañarnos, ya basta de explotación. Al digno pueblo Boliviano que siga en su lucha y no se dejen doblegar por los enemigos internos vende patria y vecinos hostiles imperialista y pro-imperialistas.
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