José Vicente Rangel lo expresó, claramente, ante la Comisión Especial del Poder Legislativo que investiga el intento de “golpe de estado” y el de “magnicidio” contra el Gobierno Bolivariano y el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías (17/09/2008). Su exposición, más que una interpelación, fue una clase magistral de quien es el político más fogueado de la política venezolana y “cuadro” fundamental de la Revolución Bolivariana junto al General Alberto Mûller Rojas. Expuso y explicó el significado de las acciones políticas conspirativas de las derechas nacionales y extranjeras en los planes develados, recientemente, para alcanzar el poder político venezolano por las vías no democráticas a las cuales ya nos tienen acostumbrados. Esperamos que VTV realice una síntesis comunicacional apropiada para la obligada enseñanza de los cuadros de la Revolución no solo Bolivariana sino continental. Cuando mencionamos “cuadros” nos referimos no solo a los adscritos a los diferentes partidos revolucionarios del continente americano sino a los colectivos e independientes revolucionarios que apoyan el proceso de “cambios profundos” que se están realizando en la América. Mas aún, gracias a los medios informáticos, se debe de tratar de alcanzar la interrelación con aquellos(as) nacionales de Europa, África y Asia que sientan que está llegando el momento revolucionario cuando las naciones deben promover la “democracia verdadera” y el ejercicio de la “libertad” con solidaridad internacional. Para que dejemos las actitudes naîve frente a los avances del Imperio y del imperialismo, la crisis del Gobierno laborista inglés es producto de la profunda comunión existente entre los evidentes acuerdos alcanzados entre Washington y Downing Street. Las políticas actuales y las actitudes de Sarkosy, Presidente de Francia, se acercan más al “fundamentalismo” del rey Luis IX que a las políticas que se vivieron, tradicionalmente, en la Francia post-guerra mundial condimentada con las acciones del Mayo francés del 68. Han llegado los momentos de la profundización revolucionaria y socialista de la conciencia, la solidaridad y el compromiso social.
Los revolucionarios continentales americanos debemos convencernos que el “enemigo fundamental” de los Estados Unidos de América, es Hugo Rafael Chávez Frías. Nos atreveríamos a decir que Chávez es el Fidel Castro del siglo XXI. Quizás por ello Fidel conminó a Chávez a mantenerse vivo durante el golpe de estado de abril del 2002. ¡La experiencia vale más que solamente el “puro corazón”!
Los Estados Unidos de América conocen la importancia continental que representa la figura del Comandante Chávez Frías. Hace 10 años alcanzó, democráticamente, el poder político e, inmediatamente, se comenzó a caminar las rutas de la revolución venezolana. El carácter inmaduro de la revolución bolivariana tuvo que dar un “salto adelante” post-golpe de estado del 2002. Ambos grupos políticos aprendieron la lección, la revolución bolivariana se redefinió como también lo hicieron las derechas venezolanas que se vieron obligadas a repensar sus conspiraciones. Pero el “problema Chávez” se agravó en la medida que las sociedades continentales americanas comenzaron a conocer, analizar, diseñar y ejecutar las praxis revolucionarias correspondientes a sus propias aspiraciones socio-económicas; paralelamente a ese proceso social, los sectores políticos continentales comenzaron a “ganar, democráticamente, elecciones” tomando las decisiones políticas que les permitieran iniciar los procesos de “cambios profundos” en cada uno de sus países. La relación dialéctica de la sociedad con conciencia revolucionaria y los movimientos políticos se conjugaron hacia un solo objetivo: la toma del poder para desarrollar los procesos revolucionarios nacionalistas que las tesis de la Revolución Bolivariana manifestaba; es decir, se desee aceptar o se rechace de plano, la Revolución Bolivariana ha influido en los procesos políticos y sociales en los diferentes e importantes países americanos.
La realidad arriba descrita es conocida, analizada y rechazada por Washington y las derechas nacionales e internacionales. José Vicente Rangel lo enseñó en su conversación en el Legislativo venezolano. Pero permítasenos tratar de explicar esa realidad propuesta. Para el caso venezolano, la derecha nacional se encontró con sus propios errores políticos en los cuales incurrieron durante la 4ta República. En alguna ocasión, en el patio central del Palacio Legislativo, observando una de aquellas manifestaciones de “política de calle”, le comentamos a José “Pepe” Rodríguez Iturbe que la sociedad venezolana había perdido su dignidad a consecuencia de las políticas de entrega de la Patria a intereses foráneos. Aceptando nuestro comentario sabía que los políticos de la 4ta., no estaban dispuestos a tomar las decisiones correspondientes para avanzar sobre los reclamados derechos constitucionales que la “política de calle” estaba promoviendo. Es evidente que los políticos que no le prestan atención a sus bases, terminarán como aquel califa que dejando Granada lloró como un niño escuchando la patética frase histórica de quien estando a su lado le dijo: “…llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre…” No hay nada más rechazable y patético que el político que no quiere dar un paso al frente para defender la soberanía de la Patria cuando es mancillada por los intereses extranjeros.
Si hay un hecho histórico que en los actuales momentos hay que tener presente es aquel acuerdo de Ronald Reagan y Juan Pablo II con respecto a Europa Central y su obcecada lucha contra el “socialismo real”. Las bases de ese acuerdo han “bañado” las decisiones políticas en España, Gran Bretaña, actualmente en Francia, Alemania y la decisión de otorgar asilo “político”(sic) por parte de El Vaticano a un violador. No debemos olvidar las actuaciones de José María Aznar, ni del “purificado” ex Presidente de Méjico, Vicente Fox. Tenemos que mantener presente las cotidianas informaciones de prensa de los periódicos de las derechas en todo el continente americano en contra de Chávez y de la Revolución Bolivariana.
¿Qué ha sucedido en el continente americano desde que Chávez ganó, democráticamente, la Presidencia de Venezuela y propuso la Revolución Bolivariana?
Washington ha tenido una obsesión con la Revolución Cubana. Ha mantenido a la Isla “bloqueada”. La dignidad del pueblo cubano ha sostenido a la Revolución cubana. Ha sido un ejemplo y un faro para los movimientos sociales y revolucionarios de la América. En ese proceso geopolítico revolucionario, en la América, fueron manifestándose una serie de “hechos históricos” revolucionarios que alimentaron la conciencia revolucionaria continental: Allende, cuyo triunfo y golpe de estado lo vivimos en las lejanías europeas. Fue un duro golpe a la “dignidad americana”. Fue una dura lección que nos enseñó la importancia del duro sacrifico personal cuando hay un compromiso con los “sectores sociales” más desposeídos. Cuando conocimos la realidad de la invasión a Panamá en la objetividad de El Chorrillo. En Nicaragua viviendo la derrota electoral del Sandinismo. Guatemala, El Salvador, Perú, Méjico con los Zapatistas, Tupamaros, Montoneros, han sido momentos históricos revolucionarios que han marcado ese proceso de lucha revolucionaria que, cotidianamente, se ha manifestado en el continente americano. La conjugación de todos y cada uno de esas “realidades revolucionarias” se ha manifestado en las propuestas de la Revolución Bolivariana con características “criollas venezolanas”.
Pero la Revolución Bolivariana tiene dos características: la conciencia histórica heredada de los Padres de la Patria: Simón Bolívar, Francisco de Miranda, José Antonio Sucre; y el otro factor: el petróleo y los metales y minerales que adornan nuestro suelo Patrio.
La conciencia ha representado para la Revolución Bolivariana la base de sustentación ideológica que, al mismo tiempo, que es nacionalista, es continental junto a las ideas patrióticas de José de San Martín, José Martí, Augusto Sandino, Bernardo O`Higgins, por mencionar solo algunos de los tradicionales. A esa base ideológica se le han adicionado las ideas de Fidel Castro, Karl Marx, V.I. Lenin, Mao Zedong, Antonio Gramsci, Walter Benjamin, José Carlos Mariátegui, entre algunos. Además de la experiencia de políticos americanos “comprometidos” que han contribuido con sus ideas y comentarios en el enriquecimiento de las ideas revolucionarias bolivarianas. Es decir, alrededor de la propuesta bolivariana, se ha “tejido” una sólida red revolucionaria que ha educado una conciencia anti-imperialista, nacionalista, democrática, humanista y socialista que dan cuerpo a la praxis cotidiana de la Revolución Bolivariana venezolana y continental.
El petróleo y metales y minerales son el factor económico de la Revolución Bolivariana. Estas “variables económicas” tienen dos connotaciones: la influencia económica a favor del proceso revolucionario tanto a lo interno de Venezuela como su contribución socialista hacia los países de todo el continente americano; y la influencia negativa que esa realidad económica genera para las políticas imperialistas de Washington y de las derechas internacional en su estructura capitalista en su fase global. Con respecto al factor: petróleo, ha servido, al alcanzar la objetividad en los precios del barril de petróleo, para darle sustentación a las políticas revolucionarias tanto a lo interno de Venezuela como la “colaboración socialista” hacia otros países del continente americano. A título de ejemplo, podríamos mencionar dos realidades: la colaboración de CITGO con los sectores sociales más pobres de algunas ciudades norteamericanas; y las acciones de PetroCaribe en Centroamérica y El Caribe. Ambos ejemplos, al analizarlos, políticamente, significan la “pérdida de cara” para Washington (léase: George W. Bush) en sus políticas para lo que llaman “su patio trasero”. Ayudar sin compromiso a sectores desposeídos de la sociedad norteamericana con la mutua colaboración de un miembro de una familia tradicional católica como es Joseph P. Kennedy Jr. es demostrar la “calidad”(sic) de las políticas socio-económicas del Gobierno de Bush.
Pero para el capitalismo norteamericano lo importante es el control de los “commodities” para usufructo de su propio desarrollo global pues ello significa, en última instancia, alcanzar el objetivo fundamental del “imperialismo” que es ser el “director” de las decisiones internacionales en lo global del Poder. Para poder entenderlo con propiedad, pongamos un par de “hechos históricos” que nos permita entender las intenciones de un “imperio” en su política “imperialista”. La necesidad del Imperio Británico de buscar el equilibrio en la balanza del intercambio comercial con China, en el primer semestre del siglo XIX, con la exportación de “opio” (como commodity) desde la India. Para alcanzar ese objetivo fue a la guerra contra China, triunfando e imponiendo, jurídicamente, obligaciones violando los más fundamentales derechos nacionales de China. El otro ejemplo histórico fue la invasión militar de Manchuria por parte del Imperio japonés con la finalidad de controlar las reservas de las materias primas (commodities) en dicha provincia china (1931). Lo que buscamos demostrar es que la América al sur del rio Bravo (rio Grande para los norteamericanos) tiene en abundancia un alto número de commodities que son fundamentales para las actuales tecnologías y sus aplicaciones en el desarrollo de “bienes de capital”, para la industria militar e industria aéreo-espacial.
En este orden de ideas, son Venezuela, la Revolución Bolivariana y el Presidente Chávez Frías los objetivos fundamentales del Imperio norteamericano en dos sentidos: la influencia negativa de la Revolución Bolivariana en el continente americano que, en última instancia, “amenaza” a la sociedad de los Estados Unidos de América, es decir, al sistema capitalista en ejercicio en Norteamérica; y, los commodities que se encuentran en el suelo patrio venezolano: petróleo, hierro, bauxita, oro, uranio, diamantes, fosfatos, etc. A esta realidad política- económica se debe considerar las distancias entre nuestras costas (puertos) y las costas de los EEUU de América que representan un factor económico importante en los costos finales. Para mejor explicarlo, el diferencial entre el costo del barril de petróleo embarcado en Guanta (estado Anzoátegui, al oriente d Venezuela) hasta alguna de nuestras refinerías en el sur de los EEUU de América, tienen un costo cuyo diferencial es significativo, comparativamente, con los costos del transporte (VLCC) entre Kuwait y la costa del estado de California. Lo mismo se podría decir de los productos del hierro (pellas, briquetas, etc.) hacia Pittsburgh cuando se toma en cuenta los costos de electricidad, agua, costo del terreno, transporte. Así podríamos continuar explicando la situación en referencia a los costos de producción de urea; fertilizantes; plásticos; etc.
En última instancia, el Poder (Mûller Rojas dixit) en EEUU de América tiene dos problemas con Hugo Rafael Chávez Frías: el desarrollo de las políticas nacionalistas sociales, económicas, políticas, e ideológicas no capitalistas que vienen siendo impulsadas por la Revolución Bolivariana bajo la dirección de Chávez Frías; y, el desarrollo de las conciencias nacionalistas que se vienen mostrando en la América al sur del rió Bravo.
En alguna ocasión, un buen amigo me comentó que lo único que le interesaba a los Estados Unidos de América era que siguiera fluyendo el petróleo desde los puertos venezolanos a las refinerías de y en Norteamérica. El problema no es que no siga fluyendo el petróleo venezolano hacia nuestras refinerías en EEUU de América sino que la política nacionalista, revolucionaria del Estado y la Revolución venezolana ha incidido en el factor “costos”, lo que significa: “inflación” y que el Gobierno Bolivariano ha decidido contribuir en el desarrollo de los pueblos y países de la Región con una política petrolera de costos solidarios lo que pone en evidencia las políticas imperialistas de los Estados Unidos de América.
delpozo14@gmail.com