Tremendo trabajo el de los camarógrafos y medios de comunicación desplegados en el famoso recinto de la Organización de las Naciones Unidas. Da gusto ver por televisión los close up de los espacios destinados a los distinguidos mandatarios del globo terráqueo, que se llenan y vacían de acuerdo al orador de orden.
Cuando se presentó Mr. Bush en la palestra, funcionó como de costumbre el recordado lobby, cuyas actividades fueron grabadas en la pasada Asamblea General de la OEA, donde Venezuela peleaba un puesto en esa Organización, quedando en evidencia como se arrastraban de curul en curul los operadores del mal para evitar la victoria venezolana en aquella ocasión.
Ahora el referido lobby logró aglutinar el quórum necesario, para dar la sensación ante el mundo de las expectativas que generaba el gobernante norteamericano, aunque su discurso se basó en jactarse de la ayuda económica que supuestamente daba el imperio al pueblo africano y de la inyección inmensa de capital para tratar de contener la crisis de Wall Street, que según un analista internacional mexicano equivalía a tres PIB de México. La presidenta argentina Cristina Fernández ironizaba en su alocución sobre la descarada intervención estatal mas formidable que se tenga memoria, de parte de quienes supuestamente recetaban todo lo contrario a los Países de América del Sur so pretexto que la mano invisible del mercado lo arreglaba todo.
Mientras que la jornada inaugural de la ONU copaba la escena política internacional, el compañero Evo Morales, presidente de la hermana República de Bolivia fustigaba al gobierno norteamericano por sus intervenciones en la región y daba sabias reflexiones propias de un descendiente del líder Tucpacamarú que azotaban la débil influencia imperialista en el recinto parlamentario.
Durante la actuación de Evo, los camarógrafos hicieron gala de sus habilidades, tomando varios paneos del quórum existente, notándose una marcada ausencia de algunos representantes mundiales que dejaron ver sus parcialidades pro yankis, defensores a ultranza de sus intereses e indolentes ante los acontecimientos recientes suscitados en Bolivia, perdiéndose al mismo tiempo la heroica narración de aquel indígena que iluminaba el ambiente con su sabiduría ancestral
Pudimos ver los teleespectadores de mundo, la cara de vergüenza de los representantes estadounidenses, cuyos gestos dejaban ver su impotencia al escuchar de boca de casi todos los representantes del planeta, recriminaciones y protestas ante el efecto dominó económico causado por las políticas de EE.UU y sus aliados.
Patria, Socialismo o Muerte…….Venceremos
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