DE LA MANO INVISIBLE DEL MERCADO Ni el más radical revolucionario se propuso jamás destruir Estados Unidos. Esa tarea la cumple ahora la mano invisible del mercado, que desmantela desde dentro la primera economía del mundo. Para 2007, los trabajadores crean para Estados Unidos un producto interno bruto (PIB) de US$ 13.810.000.000.000: 0,9% es generado por la agricultura, 20,6% por la industria, y 78,5% por servicios de comunicaciones, comercio y banca. Cerca de la mitad de esas ganancias provienen del exterior, de las maquilas y de la finanza especulativa cuyo desplome afecta más de las tres cuartas partes del PIB estadounidense.
LA MANO VISIBLE DEL DÉFICIT Sin resultados alertamos los progresistas contra el déficit fiscal y la balanza comercial desfavorable. La mano invisible del mercado impone que, en 2007, Estados Unidos exporte bienes por $1.149.000.000.000.000 e importe por valor de $1.985 trillones (el trillion anglosajón es un millón de millones), con un déficit en su balanza comercial de $836.000.000 millones.
Su presupuesto cierra en septiembre de 2007 con gastos de $2.896 trillones e ingresos de $2.568 trillones, lo que suma otro déficit de $328.000.000.000.000, al cual la mano visible del Tesoro acumula otro faltante de más de $700.000 millones para premiar a los banqueros que arruinaron su sistema financiero.
EL PUÑO DE LA DEUDA PÚBLICA En vano advertimos los revolucionarios que la deuda pública es una trampa mortal.
La mano invisible del mercado acumula contra Estados Unidos el 30 de septiembre de 2008 una deuda pública impagable de más de $10.000.000.000.000, a la cual se le suman obligaciones como seguridad social, médica y pensiones, que la elevan a $59.000.000 millones: un ruinoso 65,5% de su PIB y una incosteable carga de $516.348 por familia.
LA MANO PELUDA DEL TESORO Inútilmente descalificamos los utopistas la economía imperialista. La mano invisible de los especuladores financieros desapareció en dos semanas entre $700.000 millones y $1.000.000 millones, y para reponérselos, la mano peluda del Tesoro de Estados Unidos 1) Creará más impuestos 2) Contraerá más deuda pública 3) Imprimirá más dólares inorgánicos. Los impuestos golpearán al trabajador estafado y no al banquero desfalcador; la nueva deuda devaluará la anterior, el dinero inorgánico desplomará todavía más el signo monetario y con él la hegemonía del imperio.
LA GARRA AFILADA DEL ENDEUDAMIENTO De nada sirvió que denunciáramos los izquierdistas la tiranía financiera de Wall Street. La mano invisible del Tesoro de Estados Unidos anuncia el 5 de octubre que iniciará la emisión de títulos de deuda por un monto de $30.000 millones, a ser negociados por bancos privados de la Reserva Federal. Por ese camino, inundará un sistema financiero ya atestado de títulos invendibles con nuevos papeles por $ 1.000.000.000.000, que nadie comprará por no envenenarse con valores en devaluación de un gobierno endeudado, cuya economía está quebrada, acostumbrado a alterar unilateralmente intereses o plazos de pago y a quien nadie puede cobrar ni por las buenas ni por las malas.
LA ZARPA CORTANTE DE LA DEUDA EXTERNA Nos fatigamos los tercermundistas advirtiendo contra el peligro de la deuda externa; pero la mano invisible del mercado logró que para abril de 2008 cerca de un cuarto del total de la deuda pública de Estados Unidos fuera externa. Sus principales acreedores son Japón, con 22,76%, ($592.200 millones); China continental, con un 20,29% ($502.000 millones); Reino Unido, con 9,06% ($251,400 millones); varios países exportadores de petróleo, con 5,92% ($153.900 millones); Brasil, con 5,75% que representa $ 149.500.000.000. Sólo por esa vía, Estados Unidos debe 16,24% de su PIB a extranjeros.
EL TENTÁCULO ASFIXIANTE DE LA DEVALUACIÓN Poco pudimos los internacionalistas contra la unipolaridad. El ex secretario del Tesoro Larry Summers y Paul Krugman acusan a China de haber comprado, movida por la mano invisible del mercado, inmensas cantidades de deuda pública de Estados Unidos, coadyuvando así a que los intereses internos yankis permanecieran bajos y la avidez especulativa se redirigiera hacia la burbuja especulativa hipotecaria que acaba de reventar. La crisis y su consiguiente emisión de nuevos títulos de deuda devaluará los ya existentes, reducirá su demanda y revestirá a los acreedores del poder estratégico de aniquilar la economía de Estados Unidos vendiendo los que poseen, y de disuadir así a la superpotencia de su plan de acaparar los hidrocarburos del mundo para estrangular energéticamente a China, al resto de Asia y a la Unión Europea.
LAS UÑAS FILUDAS DE LA INFLACIÓN Sin resultados predicamos los radicales contra el uso obligatorio del dólar como respaldo de las monedas occidentales, que Estados Unidos impuso cañón en mano en Breton Woods en 1944. La mano invisible del mercado lo destrona hoy definitivamente. La liberación de colosales cantidades de dólares de los depósitos constituidos como reservas y el reingreso de ellas a la circulación irrestricta global desplomarán todavía más el signo monetario. Estados Unidos ya no podrá cubrir indefinidamente sus compromisos en el exterior imprimiendo papel verde. Su mayor herramienta de hegemonía económica se clausura. Deberemos crear nuevos sistemas financieros y monetarios para sustituirla.
LA PEZUÑA LACERANTE DE LA CRISIS Fatigados quedamos los ñángaras de advertir sobre los riesgos de una economía especulativa ficticia que superaba sesenta o setenta veces la productora de bienes reales.
En pocas semanas, la mano invisible del mercado elimina 800 mil puestos de trabajo estadounidenses, arroja millones de deudores hipotecarios a la calle, y barre con los bancos y las bolsas del mundo. Cada crisis global prepara la revolución mundial. El capitalismo Chacumbele –fase superior del imperialismo–, al dar el salto dialéctico, él mismito se mató.
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