El “Encuentro” y la manifestación fue una campanada de advertencia al Pentágono por el profundo significado político-militar e ideológico que podría desarrollarse en contra, no ya de la utilización de la base de Palmerola como tal sino el probable desarrollo de opiniones contrarias a un muy probable plan de desarrollo del Plan Colombia en Colombia y el trasfondo del Plan Mérida en México con la ampliación de la presencia del sector militar norteamericano en Colombia y la implementación y consolidación de políticas “anti-drogas” y de represión sobre sectores sociales mexicanos tanto por parte de los factores de poder del Gobierno de Felipe Calderón como también las políticas de poder del partido de gobierno mexicano, el PAN, de corte democristiano, partido de clase media militante, opuesto a los partidos de masas de corte socialdemócrata mexicanos como lo son el PRI y el PRD. Es obligante destacar la “política de tenaza” que está desarrollando el Pentágono sobre Centroamérica con los extremos en Colombia y México.
En ese contexto, deberemos comenzar aceptando el escenario que se viene desarrollando en Honduras con el matrimonio “Pentágono-Micheletti” a pesar de los tímidos pasos diplomáticos dados por la Secretaría de Estado norteamericana (Micheletti es la “cabeza visible” del proyecto: “permanencia norteamericana” en Honduras); ese entendimiento matrimonial podría significar varios escenarios: lograr la distracción y desgaste de las fuerzas democráticas no claudicantes junto a las fuerzas democráticas de izquierda americanas a favor del regreso de Mel Zelaya y la restitución de la institucionalidad y la constitucionalidad hondureñas; en ese contexto, las actitudes de la OEA y del Presidente de Costa Rica contribuyen a estas distracciones y desgastes además de ser comportamientos vergonzosos; una posible confrontación interna en los Estados Unidos de América entre la Casa Blanca y el Pentágono; en este particular escenario es de destacar como ya referimos en anterior artículo, el fuerte e importante control del Poder de Estado que viene desarrollando el Pentágono hacia y en los centros de decisión del Estado norteamericano como serían el Congreso norteamericano, la economía norteamericana, y las relaciones internacionales norteamericanas en detrimento de la Secretaria de Estado norteamericana; en ese contexto ¿cuál es el real papel que está ejerciendo en este macabro juego de poderes la Secretaria de Estado, Hillary Clinton?
Ese referido matrimonio es una necesaria demostración de poder del Pentágono y las derechas continentales y extra-continentales neoliberales frente a las políticas que se vienen desarrollando por los gobiernos al sur del rio Bravo pertenecientes a los grupos e instituciones como son: “Grupo de Rio”, la UNASUR, el ALBA, CARICOM y algunos países de Centroamérica. En este escenario debemos resaltar que en Centroamérica algunos gobiernos se estarían moviendo hacia la derecha democratacristiana con el triunfo electoral en Panamá, el Golpe en Honduras, el Gobierno del PAN mexicano y las políticas de Felipe Calderón al mismo tiempo que tomamos en cuenta la fuerte e importante influencia de México en esa región geográfica centroamericana ahora respaldada por el Gobierno de don Álvaro Uribe Vélez y el Pentágono. Esas realidades obligan a reflexionar.
¿Cuáles serian las responsabilidades del Gobierno de don Álvaro Uribe Vélez en el escenario descrito? Dentro de una política de expansión diseñada y ejecutada por el Pentágono hacia la Región americana ¿cuáles serían las responsabilidades y porque de esas responsabilidades le corresponden al Gobierno colombiano y porque la necesidad de la permanencia de Uribe Vélez como Presidente constitucional de Colombia en detrimento de Juan Manuel Santos que podríamos ubicarlo más cercano a los “halcones” norteamericanos y/o lo estarían “guardando” para un posible escenario de “vietnamización” de la política interna en Colombia como sucedió en Vietnam (es fundamental recordar el golpe de estado dado por la CIA contra el presidente democristiano vietnamita durante el gobierno de un huésped del partido demócrata en la Casa Blanca. Ello nos lleva, necesariamente, a la inquietud por conocer si los presidentes norteamericanos del partido demócrata logran tener una relación de “control por parte del Gobierno” del conglomerado militar: industria militar, Secretaria de Defensa y el Pentágono)?
En ese orden de ideas, en la relación “economía de la droga” versus “neocolonialismo militarizado” del territorio colombiano ¿cuál de esos factores sería el más importante para la política del Pentágono hacia Suramérica y qué significaría cada uno de esos factores en las particularidades y en el complejo escenario global que el Poder (Müller Rojas dixit) ha decidido ejecutar para la Región suramericana? En ese escenario global ¿cuál y cómo sería la relación entre EEUU de América y la República Federativa de Brasil?
En el caso concreto del Brasil nos permitimos transcribir parte de la felicitación oficial suscrita por la Secretaria de Estado norteamericana, Hilary Clinton, al pueblo brasileño con motivo del Día de la Independencia de Brasil: “...Our governments are working together to meet the regional and global challenges of our times…On this historic occasion, I want to applaud Brazil’s leadership in the Americas and around the world, and reaffirm the commitment of the United States to further strengthen and deepen our partnership…” (http://mail.google.com/mail/?shva=1#inbox/12390297ca9a6368) Entre otras frases, dice la Secretaria Clinton que “…nuestros gobiernos colaboran mancomunadamente para enfrentar los retos regionales y globales de nuestros tiempos…En ocasión a esta histórica ocasión, deseo aplaudir (negrillas nuestras) el liderazgo de Brasil en las Américas y alrededor del mundo y reafirmar el compromiso de los Estados Unidos [de América] para fortalecer y profundizar nuestra sociedad [de Brasil y EEUU de América]…” Nada queda al azar, las palabras son bien escogidas y el mensaje es claro, transparente y preciso. En otras palabras, el Gobierno de los EEUU de América está, tácitamente, aceptando el liderazgo de Brasil, primeramente, a nivel regional, además de su importancia como “potencia regional” en el escenario mundial, particularmente, decimos, después de la reunión en Londres del G-20. ¿Estaría muy de acuerdo el Pentágono con el contenido de esas felicitaciones tomando en consideración la recia posición del Gobierno brasileño con respecto al significado de la importante presencia militar norteamericana en Colombia y la solicitud formal y escrita en acuerdo de las exactas funciones y sus extensiones de las responsabilidades militares norteamericanas en Colombia conjuntamente con los más recientes acuerdos militares de Brasil con la Francia de Nicolás Sarkosy?
Hay un decir que reza sobre la relación del “bosque y el árbol” que podría guiar nuestros “vederes” en la geopolítica que está en “pleno desarrollo” en la Región americana. Hay una muy importante diferencia histórica entre el momento histórico cuando se diseñó aquella política de Monroe y las actuales realidades en el marco de la inobjetable “Globalización”. En aquella época los intrusos en América eran las “testas coronadas” europeas donde ni siquiera Rusia estaba en ese “concierto de naciones” en El Caribe. La realidad actual nos circunscribe a un escenario donde los más importantes actores de poder mundial desarrollados y/o en pleno desarrollo: China, Rusia, India, Irán e inclusive la Comunidad Europea están presentes en la Región Americana conversando “tete a tete” con el Poder continental, es decir, con los EEUU de América.
¿Cuáles serían las intenciones de todos los actores referidos, particularmente, los EEUU de América? La respuesta está en perfecta relación con el sistema capitalista globalizado y depredador que, por lógica de funcionamiento, busca alcanzar la máxima explotación tanto del individuo como factor de uso y el medio ambiente y materias primas como factor de transformación. Por razones de lógica evolutiva, los poderes reales y emergentes miran, actualmente, al continente sur de América por sus riquezas naturales y los costos de mano de obra. Ya se ha mencionado sobre las realidades referentes a las “riquezas naturales”; mientras que el capitalismo en curso en la Región obliga a la reimposición del “sistema neoliberal” de la economía capitalista buscando ejecutar aquellas políticas socio-económicas en proceso de superación por Gobiernos de corte social-humanista y de democracia participativa, es decir, esa reimposición neoliberal buscaría el “abaratamiento” de la mano de obra frente a sus costos en la producción industrial en China y la India y siempre mucho más económica que en la Comunidad Europea (la variable transporte, en esta realidad, es fundamental para la economía norteamericana como bien lo señala el conductor de “Dossier”, Walter Martínez); al mismo tiempo, se impondría aquella política arriba referida de convertir a los componentes de las fuerzas armadas continentales al sur del rio Bravo, en destacamentos policiales para el combate y control de las contradicciones sociales que esa neo-política post-neoliberal quiere imponer en las sociedades que componen el “patio trasero”. Es en este contexto que consideramos importante y fundamental el profundo y detallado análisis de los contenidos del conversatorio que sostuvo José Vicente Rangel, en su programa dominical: “José Vicente hoy”, con el General Melvin López Hidaldo, en fecha del 06 de septiembre, 2009 (http://www.aporrea.org/tiburon/n141856.html) cuando el General López Hidalgo nos informó, entre otros importantes datos, sobre la reunión organizada, formalmente, por el Ministerio de Defensa de la República de Colombia cuando en realidad quien fue el verdadero responsable de una reunión de carácter militar fue el Pentágono norteamericano.
¿Por qué y para qué
de esa “encerrona” traicionera? La respuesta a esas “extrañas
movidas” de entonces, las percibimos en la reciente reunión de UNASUR,
en Bariloche, tal como nos la refiere el propio José Vicente Rangel
en su columna “ElEspejo” del día 07 de septiembre, 2009, en “Ultimas
Noticias”, titulada: “El pobre Uribe (versión colombiana)”
(Idem, pág. 18) sustentando sus argumentos, en argumentos de procedencia
colombiana. Bien precisa JVRangel cuando separa las realidades del “poder
de Nariño” en la persona de don Álvaro Uribe Vélez con realidades
reales que vive, cotidianamente, el pueblo colombiano sin distingo de
clases. Esa contradicción entre las diferentes variables del poder
colombiano y las aspiraciones de paz del pueblo colombiano, con la decisión,
probablemente, impuesta al poder colombiano por el poder norteamericano
de defensa tendrán, inevitablemente, una “profunda crisis” de “identidad
nacional”, tal como lo expresó el General López Hidalgo cuando se
refirió al “poder popular” colombiano. Aquel equilibrio que Arístides
Calvani buscaba en sus caminares por Centroamérica está siendo “desmontado”
en cuanto que las aspiraciones político-ideológicas democristianas
para la Iberoamérica con apoyos de la ODCA y la IDC europea han sido
superado por los dignificados pragmáticos de las tesis neoliberales
gracias a la entrega con “derecho de pernada” (Ius
primae noctis & Droit de seigneur)
de José María Aznar con continuación en la persona de don Álvaro
Uribe Vélez.