La escasa información que se obtiene luego de la desclasificación de documentos “secretos” de los organismos de inteligencia norteamericana nos hablan de un gobierno que durante muchas décadas, ya sean demócratas o republicanos, no varían en absoluto en relación al trato a los países latinoamericanos y del resto del mundo. Unos y otros han convertido sus prácticas desestabilizadoras y para ello, lamentablemente, han contado con el servilismo de las oligarquías criollas, que junto a un sector de la población ha sido mediatizado por intermedio de planes ideológicos previa y precisamente preparados para tales fines.
REPÚBLICA DOMINICANA, CUBA, PANAMÁ, VENEZUELA…La palabra vergüenza no existe en el diccionario de la relación internacional norteamericana. De escrúpulo, ni hablar. En el caso concreto del golpe a Salvador Allende ha quedado claramente demostrado de su injerencia directa. Afirman los documentos desclasificados que apenas Allende ganó las elecciones se activaron los planes para derrocarlo. Financiaron, asesoraron, entrenaron y sirvieron la mesa a los títeres locales que luego son fieles servidores. Todo ha sido un a,b,c. o recetario. Medios de comunicación, partidos, empresarios e intelectuales de derecha y reaccionarios, militares títeres.
Pudiera llamar la atención, por ejemplo, que conociéndose la participación de los gobiernos norteamericanos en golpes con saldos de miles de víctimas, ninguno de estos haya sido capaz de reconocer ante el mundo su vergonzante papel. Nadie duda del horror que representa el ejército norteamericano cada vez que pisa suelo extranjero. Se trata de una mala plaga que lo que lleva o trae es muerte, desolación, tristeza y miseria. Como no estamos descubriendo el agua tibia, sólo queremos insistir para no olvidar. Para prepararnos ante y frente un gobierno colombiano que vendió su alma al diablo para convertirse en punta de lanza de la política guerrerista de los Estados Unidos en América del Sur. Ya lo ha dicho Fidel, esas siete bases en territorio colombiano son siete puñaladas para nuestro continente.