Las Patrullas Socialistas, iniciativa del Comandante Presidente, buscan reimpulsar el movimiento popular organizado reunido en torno al PSUV.
Las Bases para la Paz, otra idea del Comandante Chávez, que ha tenido una acogida favorable en todo el territorio, surge como respuesta al carácter belicista de EEUU y su peón Uribe.
El Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, en sus funciones de Partido de Gobierno y de Expresión Popular Comunal, actúa como un correaje entre Pueblo y Gobierno y su intermediación sirve para trazar las líneas políticas y el programa que nos enrumba hacia el socialismo.
En la acera del frente encontramos a los enemigos del movimiento revolucionario que reciben de la derecha mundial, del aparato militar e industrial de los Estados Unidos, de gobiernos lacayos como los de Uribe, Alan García y Calderón, en nuestro continente, de la vasta red mediática internacional que incluye radio, prensa, televisión e internet, presentes en la mayoría de las capitales del mundo entero.
Son opositores implacables que recurren de forma sistemática a la satanización de los movimientos populares en América Latina y no dan tregua. Al contrario son enemigos feroces y sin escrúpulos que pretenden borrar en América toda huella de soberanía, identidad, dignidad y respeto a los pueblos.
Para enfrentar estos ataques contamos con herramientas eficaces si sabemos utilizarlas en el momento adecuado.
Frente a esta jauría no nos queda sino firmeza y convicción. No nos queda sino preparar la batalla en dos frentes, uno en defensa del gobierno, de sus logros, de sus beneficios y el otro ejerciendo en los barrios, en el campo, en las fábricas, en las calles, en las oficinas, en los espacios de la juventud, en todos los frentes sociales, la Inteligencia Social.
En el ámbito público necesitamos impulsar los Ministerios, Institutos Autónomos, Misiones para apuntalar una mejor gestión que nos permita que nos permita ser eficientes. Demostrar que somos excelentes servidores públicos. Prácticos, diáfanos y sencillos. Sin pavoneos ni aspavientos. Es lo que exige el pueblo. Es también una poderosa herramienta al alcance del PSUV.
Estos logros pueden ser posibles si logramos combatir la burocracia y la corrupción ejerciendo una verdadera Contraloría Social a través de las Patrullas Socialistas.
También en los centros poblados podemos hacer Inteligencia Social movilizando las Patrullas Socialistas de obreras y obreros, de campesinas y campesinos, de estudiantes, de cooperativas, de EPS, de Comunas, de gremios, de trabajadores informales, de transportistas, de taxistas, de deportistas, de científicas y científicos, de plataformas culturales, de docentes, entre otros, que ayuden a develar toda la red dormida, activa de los grupos paramilitares y militares del vecino país, los mercenarios de toda índoles que se han insertado en todos los estamentos de la vida social de nuestro país.
Llevando a la práctica la Inteligencia Social evitamos confundir la inmensa mayoría de colombianas y colombianos de extracción humilde, integrados desde hace más de sesenta años a Venezuela, con la ínfima minoría mercenaria de paracos y militares infiltrados en nuestro territorio y que reciben apoyo logístico del narcotráfico, de la DEA, y de la CIA.
Es importante desmantelar los nexos de estos enemigos con la oposición irracional y apátrida y proceder a diseñar un contraataque que nos lleve a neutralizar estos grupos y debilitar una ofensiva contra Venezuela como la que describe el Plan Balboa.
El desempeño correcto de las Patrullas Socialistas y de las Bases para la Paz tiene como objetivo consolidar la unión de los pueblos hermanos de Colombia y Venezuela y desbaratar la maniobra oligárquica e imperial de ponernos a pelear.
Si no conocemos al enemigo, ubicamos su accionar, desconocemos su estrategia, no podemos derrotarlos. Es como dar palos a la piñata con los ojos vendados.
La Inteligencia Social es indispensable para que el proceso revolucionario sobreviva y arribe a buen puerto. Llegue al Socialismo.
Un pueblo al que admiramos, el pueblo de Israel, hoy secuestrado por una camarilla gansteril, expansionista y violadora de toda norma de derecho internacional, ha logrado consolidarse como sociedad porque cada ciudadana y ciudadano es ojos, oídos y voz del acontecer diario en territorio israelí y fuera de él.
A nadie con más de dos dedos de frente se le ocurría decir que el pueblo israelí se sapea entre ellos. Que denuncian o acusan a familiares, amigos o vecinos. No.
Ellos hacen Inteligencia Social, es decir, suministran toda información susceptible de servir, por banal e intranscendente que sea. Como se desempeñan en un solo ámbito conocen la rutina, el comportamiento de quienes lo rodean. Y esta constante es válida en las esferas militar, religioso, cultural político, científico, administrativo, diplomático, docente, deportivo, bien sea en centros poblados, rurales o fronterizos.
Tienen canales de comunicación rápidos, seguros, confiables y verificables con los cuerpos de seguridad interior y para el extranjero. Y han obtenido buenos resultados. Y en consecuencia han reducido el número de ataques internos ya que cada ciudadana o ciudadano es un militante judío y se comporta como tal.
Valdría la pena que en las discusiones y debates que abrirán las diferentes Patrullas Socialistas puedan incluir este tema que es de interés y constituye un arma valiosa en el momento en que el Imperio, vía Colombia, arremete contra la Venezuela Bolivariana esgrimiendo Bases Militares, Paramilitares, Militares y quinta columnas.
Poner en el tapete la Inteligencia Social implica garantizar la unión del Pueblo, del Partido y del Gobierno, asegurar la vía hacia una sociedad más digna, con mayor calidad de vida. Al crear nuevos espacios estamos construyendo el Socialismo en Venezuela y en América.
Si somos capaces de ejercer la Inteligencia Social con buen tino evitamos que la contra información nos confunda y nos coloque a la defensiva como ocurrió el viernes 4 de septiembre con el rumor de golpe de Estado.
Guerra avisada no mata soldados.
lucartjesus@yahoo.es