(Primera parte)

El discurso guerrerista de Barack Obama en West Point

El país se paralizó, los Estados Unidos de América, la “muerte anunciada” se hizo oficial, los ciudadanos estadounidenses se sentaron frente al televisor para conocer, oficialmente, la noticia que la prensa había informado en los días previos, era inevitable, el Presidente Barack Obama le iba a anunciar a su país que la sociedad estadounidense iba a enviar un contingente armado de 30 mil, hombres y mujeres, de las fuerzas armadas a Afganistán plus un número de 3 mil de soldados como grupo de apoyo ¿administrativo?. Anunciaba, también, Obama, que la sociedad estadounidense se iba a volver a endeudar ¿exponencialmente plus inflación pero con menos desempleo? que requeriría un mayor sacrificio a favor de la democracia global, la libertad judeo-cristiana, las tesis de Samuel Huntington, la presión sobre regiones petroleras centro-asiáticas, mas la extensión de la guerra hacia Paquistán y mantener la presión sobre Irán ¿solamente?

El mundo veía y escuchaba lo inevitable; las sociedades europeas temblaban y se preguntaban ¿hasta cuándo mas guerra? ¿Por qué no se soluciona la crisis económica, del desempleo, el hambre, y, tanto imperialismo? Pero la democracia representativa occidental es eso ¡representativa!: “usted vote que nosotros decidimos” y decidieron; los países miembros de la OTAN, incluido el gobierno antibelicista de Rodríguez Zapatero, cedió a tan alumbrada decisión del Poder (Müller Rojas dixit) y se incorporaran a la extensión de una guerra invasora a favor de la “Cultura Occidental”. La extensión de la guerra para los países europeos involucrados en la invasión a Afganistán solo es comparable con la participación de las testas coronadas europeas en la Segunda Guerra del Opio (siglo XIX) como también en su participación al “Bloqueo de La Guaira” durante el gobierno de aquel innombrable para las derechas oligárquicas criollas y/o el “Bloqueo del puerto de Tianjin” (1900). Quien crea en la benevolencia del capitalismo o está ciego o es cínico ¡así de sencillo!

Antes de entrar en tema, nos obligamos a hacernos una simple pregunta ¿Por qué con el sistema capitalista en su máxima expresión imperialista, en el Gobierno de los Estados Unidos de América se toman decisiones de Política de Estado que representan: muerte, desolación, asesinato, violación de los Derechos Humanos más fundamentales, invasión a territorios nacionales, imposiciones religioso-ideológicas? ¿Será que Simón Bolívar acertó cuando dijo aquella frase que repite el Comandante Chávez Frías? ¿Qué entienden los poderes occidentales de aquella, también, famosa frase y mandamiento de Jesús de Nazareth de “amarse los unos a los otros? ¿Será que los islámicos no son dignos de ser respetados aun después de conocerse las influencias culturales que se expandieron por tierras europeas desde Córdoba?

El discurso de Barack Obama de 4.649 palabras fue un discurso lineal donde expuso dos ideas principales: la idea propuesta por la Secretaria de Defensa y el Pentágono y la idea del propio Barack Obama, ambas encontradas y divergentes. Fue un discurso con un escenario muy bien escogido: la base militar-ideológica fundamental del Poder estadounidense, la tradicional Academia Militar de West Point. Barack Obama no entró al solitario escenario sin el caminar del candidato presidencial; tampoco lo hizo con el caminar “militarizado” de George W Bush; entró sin la típica sonrisa que lo distingue aunque, inmediatamente, se “ubicó” en su personalidad. Colocado frente al micrófono, casi inmediatamente, comenzó su discurso haciendo notar que sus palabras iban a tener un peso histórico y con un breve: “buenas noches” comenzó su epístola con la frase: “…To the United States Corps of Cadets, to the men and women of our Armed Services, and to my fellow Americans…” (“…Al Cuerpo de Cadetes de los Estados Unidos [de América], a los hombres y mujeres de nuestros Fuerzas Armadas, y a mis compatriotas Americanos (sic)…”) ¿Por qué Obama nombró, primeramente, a los cadetes de West Point y no priorizó en quienes recaerán todas las consecuencias de su “decisión ejecutiva”, es decir, el pueblo estadounidense? Pero, inmediatamente, Obama centró la atención de su audiencia en los objetivos a razonar de las nuevas propuestas de su Gobierno sobre Afganistán: “…the nature of our commitment there, the scope of our interests, and the strategy that my administration will pursue to bring this war to a successful conclusión…” (“…la naturaleza de nuestro compromiso allá [en Afganistán], el alcance de nuestros intereses, y la estrategia que mi administración implementará para llevar esta guerra a una conclusión exitosa…”) La mesa estaba servida, el objetivo de Obama era y así lo expresó que la “guerra” en Afganistán tendría “una conclusión exitosa”.

Pero analicemos esas tres ideas propuestas. En primera instancia, definir cuál es la “naturaleza de nuestro compromiso” en Afganistán. Sobre este tema el ya ex-Presidente Bush Jr lo justificó días después del 11 de septiembre. En segundo lugar, Obama se propuso definir los alcances de la presencia militar estadounidense en función de “nuestros intereses”. Por último la propuesta con doble objetivo: “la estrategia de nuestra administración” y el lograr que aquella guerra alcance “una conclusión exitosa”. Barack Obama fue desglosando esas ideas tratando, en su demostración, la “buena voluntad” que su Gobierno demócrata y su persona se mantienen en el marco de las promesas electorales y la justificación de su ganado Premio sueco.

El primer paso sería el razonar del porqué los EEUU de América se vieron envueltos en una situación de “guerra”, como bien lo precisa Obama, en un país del Asia Central a unas cuantas “millas” de las costas norteamericanas: “…We did not ask for this fight…” (“…no nos preguntaron si deseábamos esta guerra…”) cuando el 11 de septiembre, un grupo de islámicos secuestraron cuatro aviones de líneas aéreas con las consecuencias conocidas. En el acto bélico, según Obama, “…They took the lives of innocent men, women, and children without regard to their faith or race or station…” (“…Ellos [los islámicos] tomaron [curioso, no dice asesinaron] las vidas de hombres, mujeres y niños inocentes sin importar su fe, raza o lugar de origen…”) buscando asentar un importante golpe en los sectores militar y financiero y, gracias a un pasajero, se evitó que el “acto de guerra”, según los islámicos, Washington sufriera la terribles consecuencias de aquella trágica realidad.

Los protagonistas de aquella tragedia tenían nombre y apellidos: Al Qaeda y los Talibanes y, ambos, tenían lo que la ideología estadounidense ha calificado como “santuario” (sic) a Afganistán claro después de “…years of Soviet occupation and civil war, and after the attention of America and our friends had turned elsewhere…” (“…años de ocupación Soviética y guerra civil (en ese orden), y después de que [los EEUU de] América y nuestros amigos [los países miembros de la OTAN] nos habíamos ocupado en otros lugares [del mundo]…”) En esta frase resaltan dos temas importantes y de trato muy delicado: la situación en Afganistán, es decir, la presencia de Al Qaeda y el apoyo que reciben de los Talibanes son consecuencia, según la lógica ideológica del Imperio, de la “ocupación Soviética” y, posteriormente, por el desarrollo de la “guerra civil” que se desarrolló, casi inmediatamente, después del retiro de las tropas soviéticas de Afganistán; nada dice nos Barack Obama del apoyo efectivo dado al máximo líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, por la CIA ni de la participación de los intereses estadounidenses y occidentales en la “guerra civil”. Pero además nos ofrece una muy extraña frase-idea-político-militar cuando precisa que tanto los EEUU de América como sus aliados estaban ocupados en otros menesteres ¿Qué quiso, exactamente, decir Barack Obama con esta muy importante idea?

Pero, en el siguiente párrafo, entra en acción ese Obama que, en ocasiones, nos perdemos de percibir cuando precisa con extraordinaria claridad que “…Just days after 9/11, Congress authorized the use of force against al Qaeda and those who harbored them -- an authorization that continues to this day…” (“…Justo días después del 9/11, [el] Congreso [estadounidense] autorizó el uso de la fuerza en contra de al Qaeda y aquellos quienes los protegen –una autorización que está vigente hasta la presente fecha…”) ¡Ay Pilatos qué será de tu vida! En la misma línea del discurso, nos dice que “…For the first time in its history, the North Atlantic Treaty Organization invoked Article 5 -- the commitment that says an attack on one member nation is an attack on all. And the United Nations Security Council endorsed the use of all necessary steps to respond to the 9/11 attacks…” (“…Por primera vez en su historia, la OTAN invocó el artículo 5 –cuyo contenido precisa que un ataque a un estado-miembro [de la OTAN] es un ataque a todos [sus estados-miembros]. Y El Consejo de Seguridad de las NNUU aprobó el uso de todos las necesarias acciones para responder a los ataques del 9/11…) Insistimos, los textos jurídicos, acuerdos y tratados, que se firmaron durante la segunda mitad del siglo XIX, son los instrumentos jurídicos para comprender las acciones de esa comandita imperialista que se está renovando.

Claro, el imperialismo mas cuando, después de la “Caída del Muro” de Berlín, solamente, nos quedó para nuestro disfrute, una sola superpotencia, justifica cualquier actuación que “apuntale” su poder; es por ello que Obama les informó a los futuros oficiales estadounidenses y al mundo entero que lo estaba escuchando que “…Under the banner of this domestic unity and international legitimacy -- and only after the Taliban refused to turn over Osama bin Laden -- we sent our troops into Afghanistan…” (“…bajo la bandera de la unidad doméstica [no dice: nacional] y la legitimidad internacional –y solo cuando los Talibanes se negaron a entregar a Osama bin Laden- enviamos nuestras tropas a Afganistán…”): es decir, George W Bush levantó el “teléfono rojo”, se comunicó con el líder de los Talibanes y le comunicó, como en las películas jolibusenses, que “o me entregan al terrorista o sufrirán la furia de la democracia”. Claro! el problema radica que el líder de los Talibanes usa celular y ese pequeño detalle se le olvidó al Departamento de Estado.

Pero ¿cómo justificó Barack Obama la decisión de profundizar lo que el mismo ha definido como una guerra en Afganistán con el aumento de un importante contingente de tropas estadounidenses apoyadas por más tropas de los estados-miembros de la OTAN? Sencillo y como siempre el Poder (Müller Rojas dixit) justifica todas sus acciones en base y sustentadas en sus propias experiencias históricas: la experiencia estadounidense en Iraq. La frase aquella de “veni, vidi, vici” fue aplicada incorrectamente para el “caso Iraq”. Según Obama para finales del 2011, Iraq será en paraíso terrenal en aquella “caliente” región del Asia Central. Ahora le toca aplicar la misma medicina en Afganistán con el mismo general estadounidense que triunfo en Iraq, Gen. Stanley McChrystal y, quien quita, después le tocaría el turno a Irán. Entonces, nos remitimos a la frase de Obama referida más arriba: “…estrategia que mi administración implementará para llevar esta guerra a una conclusión exitosa…” Interesante escenario que se va a desarrollar a partir de comienzos del próximo año 2010 en el Asia Central.

En nuestra próxima entrega trataremos el tema, en el discurso de Barack Obamas, de la “Ecuadorización de Paquistán” o la “persecución en caliente” en Paquistán o, como bien dice José Vicente Rangel en frase nuestra: “las políticas guerreristas colombianas en los Llanos venezolanos”.

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Miguel Ángel del Pozo


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