Han pasado algunos días de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, aunque no es este día, el que determina la importancia de ellas en el mundo, si nos sirve para recordar las luchas, las conquistas alcanzadas y las cadenas rotas que subyugaban sus libertades y derechos en el transcurrir de los tiempos. Sería imperdonable, pasar desapercibido, en mis espacios de opinión, un día tan especial e histórico, no solo por el largo camino recorrido por ellas, para alcanzar su emancipación, lo hago por el hecho de haber salido del cálido vientre de una de ellas, lo cual representa para mi, razones suficientes para militar en su causa.
Cuando se busca indagar sobre la génesis del Día Internacional de la Mujer, son variados los elementos que argumentan su conmemoración. No hay coincidencias en torno al evento, pero si en la fecha que dio inicio a la evocación. Los dos sucesos que más se mencionan para explicar el origen de esta conmemoración, son los siguientes: 8 de marzo de 1857, cuando decenas de obreras textiles del bajo Manhattan se declararon en huelga y se lanzaron a las calles para exigir la humanización de las condiciones de trabajo. Y en 1910, cuando en la Casa del Pueblo, en Copenhague (Dinamarca) -durante la 2° Conferencia Mundial de Mujeres Socialistas- a sugerencia de Clara Zetkin, integrante del Sindicato Internacional de Obreras de la Confección, se propone celebrar anualmente un día de acción internacional por los derechos de paz y progreso social de todas las mujeres. Pero es en el año 1952, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) instituye el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. En 1975 las Naciones Unidas decreta ese año como el Año Internacional de la Mujer. El Día Internacional de la Mujer, se celebró por primera vez en Venezuela hace 61 años, el 8 de marzo de 1944.
Cuando hablamos de la emancipación de la mujer, no se habla de banalidades, por el contrario, se hace mención a conquistas, que han conllevado a la superación de siglos de tolerancias de abusos e incalculables sacrificios. Realidades que son recordadas en los actuales momentos y nos parece increíble que sucedieran. Abusos legalizados por las leyes. Son muchísimas las conquistas que pudieran mencionarse, pero vamos a considerar las más elementales: elección libre del matrimonio; la posibilidad de elegir con quien contraer matrimonio, acceso a la instrucción; posibilidad de acceder al estudio, derechos políticos; en especial el derecho al voto, independencia en el trabajo, acceso a la Universidad, igualdad de los derechos civiles, entre ellos, el derecho al divorcio, planificación familiar. La revolución femenina, en su batalla por la liberación, ha debido librar combates hasta por derechos elementales, muchos considerados por demás básicos.
A pesar de lo repugnante que nos parezca el hecho de que en algún momento de la historia, las mujeres no pudiesen disponer de algunos de los derechos arriba mencionados, es preciso mencionar que esta realidad persiste en muchas partes de nuestro mundo civilizado. y que los derechos alcanzados en las naciones donde hay mayores avances, no lo son todos.
Por fortuna en nuestro país, la igualdad de género es más real, las conquistas parecieran ser mayores, aunque no totales, la participación de la mujer se da en todos los espacios, de la vida nacional. Y por lo general son mayoría en muchos espacios, incluido las universidades. Y cada día la Revolución Bolivariana abona para la emancipación definitiva de la mujer en nuestra sociedad. De las últimas conquistas alcanzadas por nuestras mujeres, está su ingreso a la Fuerza Armada Nacional. Pero ya es corriente verlas desempeñando cargos de alto nivel. Se han convertido en el motor de nuestra revolución. Siempre son más, en las movilizaciones planteadas. Lo que corresponde ahora, es no ceder un milímetro en sus conquistas. El presidente decía recientemente que le gustaría hacer entrega de la Presidencia a una Mujer, Ese sería el siguiente paso…
Termino, recordando dos frases de la inexpugnable Rosa Luxemburgo:"Otro mundo es posible", “Socialismo o barbarie"
PEDRO.G.FIGUEROA@GMAIL.COM