Por supuesto que la contradicción va a ser producto del debate y el accionar político, como por ejemplo, que el movimiento 21, niegue la presencia de las comunidades en los portones de ALCASA acompañando a los trabajadores a derrotar la burocracia y conocer los procesos productivos; por el contrario, sean ellos convocantes de las comunidades y bases de PSUV para abrir los portones de otras empresas. Evidentemente estos camaradas se olvidan del pueblo a su conveniencia y en su atorada manera de hacer política desechan la participación protagónica del pueblo en episodios transcendentales para la revolución como el 13 de abril, el paro petrolero, la agresión imperialista y otros; donde nuestro pueblo empoderado ha sido catalizador en los cambios políticos para transcender al socialismo.
Ante esta disyuntiva es necesario que prevalezca el debate constructivo; es decir la diversas formas de cómo realizar las consultas con mesas de trabajo dentro y fuera de la empresa, divulgación por los medios de comunicación del debate, así como permitir que otros sectores den su opinión sobre las propuestas.
El deber del estado y todos los que participamos en este proceso debe ser el provocar estos espacios y repudiar que se quiera imponer a la fuerza con violencia y sin argumentos validos, el punto de vista reformista que propone el cambio para no cambiar nada. Bienvenidos a nuestros portones y nuestra empresa todos los venezolanos y venezolanas, para juntos construir las empresas del aluminio que transformen la realidad de nuestro pueblo.
mfiguera77@yahoo.com