Quizás este tema no sea tan importante para los lectores, igual sucede con la desaparición del combatiente Alcedo Mora Márquez, cinco meses desaparecidos y no hay una gran preocupación del gobierno y de numerosos camaradas para exigir respuestas sobre el paradero del camarada. Ahora estamos muy ocupados en la inhabilitación de María Corina y conseguir cupo en los últimos curules a repartir por los jerarcas del partido PSUV y decir que el Esequibo es nuestro desde cómodas oficinas sin saber porque punto cardinal ni las coordenadas donde está situado dicho territorio, recordado siempre en tiempos electoreros.
El tema de este artículo de opinión, es muy significativo para los trabajadores y trabajadoras en el país, voy comenzar recordando y que esto sirva para la reflexión sobre la materia a tratar. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en materia de Seguridad y salud en el Trabajo nos dice:
"Cada 15 segundos, un trabajador muere a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo.
Cada 15 segundos, 153 trabajadores tienen un accidente laboral.
Cada día mueren 6.300 personas a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo – más de 2,3 millones de muertes por año. Anualmente ocurren más de 317 millones de accidentes en el trabajo, muchos de estos accidentes resultan en absentismo laboral. El coste de esta adversidad diaria es enorme y la carga económica de las malas prácticas de seguridad y salud se estima en un 4 por ciento del Producto Interior Bruto global de cada año.
La OIT tiene como objetivo crear conciencia mundial sobre la magnitud y las consecuencias de los accidentes, las lesiones y las enfermedades relacionadas con el trabajo. La meta de SafeWork es colocar la salud y la seguridad de todos los trabajadores en la agenda internacional; además de estimular y apoyar la acción práctica a todos los niveles. Trabajo decente es trabajo seguro".
http://www.ilo.org/global/topics/safety-and-health-at-work/lang--es/index.htm
Este 26 de julio se cumplió una década de la reforma de la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (Lopcymat), aun así el discurso oficial privilegia el aumento de la producción nacional sin tomar en cuenta las condiciones y medio ambiente en el trabajo que laboran los trabajadores venezolanos, más las empresas básicas del Estado y con conocimiento de causa podemos nombrar las empresas básicas de Guayana, donde es un clamor la carencia de implementos de seguridad en trabajo, agregando que no hay recursos para las inversiones para adecuación tecnológica ni adecuación ambiental para evitar la contaminación ni insumos, ni repuestos ni equipos, etc. Aun así en las disertaciones oficiales invitan a los trabajadores a dejar el pellejo para alcanzar la producción planificada sin contar con los elementos para que esto sea posible.
En información aportada por Rona Figueredo, trabajador y exdirector de la oficina regional del Instituto Nacional de Prevención Seguridad y Salud Laborales (INPSASEL) y delegado de prevención, quien ha documentado -junto con el Consejo de Delegados y Delegadas de Prevención del estado Bolívar (Consodepreb)- los últimos accidentes laborales en el país.
"Para recordar que hace diez años se reformó la LOPCYMAT, esta Ley fue una importante conquista para los trabajadores, se abrió una nueva página en la larga historia de lucha de los trabajadores, que marcaría el futuro de la Salud y la Seguridad Laboral en Venezuela.
Aun así con este instrumento legal persisten las fallas del sistema, no hay cumplimiento de la Ley y el mismo Estado y funcionarios corruptos que no cumplen con sus funciones y muchas veces son amenazados por los patronos de las empresas del Estado y conminado a dejar las cosas como están. Tras importante conquista de los trabajadores con la aprobación de la reforma de la LEY ORGANICA DE PREVENCION, CONDICIONES Y MEDIO AMBIENTE DE TRABAJO, publicada en Gaceta Oficial número 38.236, de fecha DE 2005, Sin embargo hoy día a los diez (10) años de la reforma de la LOPCYMAT queda preguntarse dónde está el esfuerzo inicial sostenido por el Estado Venezolano con sus instituciones como el; MINPPTRASS, INPSASEL y el INCRET. La triste realidad nos obliga abrir el debate y replantearnos mucho aspectos, evaluar obstáculos y avance en este largo tránsito hacia de la construcción de la cultura de prevención de accidentes y enfermedades ocupacionales, en los últimos cuatros años la consolidación de esta cultura se ha visto afectada, el papel fiscalizador y orientador del estado venezolano con sus instituciones debe reimpulsarse agresivamente a través del conocimiento; empoderamiento por parte de los trabajadores y empleadores a los fines de lograr la aplicación y desarrollo de los preceptos contemplado en la LOPCYMAT, única garantía para prevenir los riesgos a los que están sometido trabajadores y trabajadoras, así como disminuir el impacto humano, económico y social que generan los accidentes de trabajo y enfermedades ocupacionales".
De acuerdo a las proyecciones de la OIT, cada año en Venezuela más de 30 mil trabajadores quedarían incapacitados o muertos a causa de accidentes laborales.
Esta cifra representa cerca del 10 por ciento de los 360 mil accidentes laborales que se proyectan para nuestro país este año, según las proyecciones anuales y de los subregistros que se estiman como resultado de los accidentes laborales, aun cuando muchos de estos no son oficialmente reportados.
Estos accidentes no sólo ocasionan gran pérdida a las familias y efectos negativos en el entorno laboral, sino que para el país podría alcanzar una disminución del 4% del PIB actual, a causa de las sanciones, los costos médicos y los efectos productivos sobre las empresas.
Según Fuentes de INPSASEL en el año 2009 fueron reportados 52.695 accidentes laborales, en el 2010: 53.659; en el 2011 fueron 59.114 accidentes laborales y en el 2012 reportaron 60.179 Accidentes ocupacionales, estos son los accidentes laborales reportados al INPSASEL, imaginemos la gran cantidad que quedan sin reportes ni informes
La indiferencia de muchos entes y autoridades de instituciones y empresas actualmente engrosan las estadísticas de accidentabilidad, así lo demuestran distintos hechos trágicos, coloquialmente hablando a esta altura del juego es preocupante el aumento vertiginoso de los accidentes de trabajo y enfermedades ocupacionales, revisemos algunos eventos y episodios a nivel nacional y regional a continuación se cita;
1) Explosión PDVSA CATIA LA MAR, fecha: 21 de May0 2015
2) Accidente Ambiental: Derrame de 60 mil barriles de combustibles caídos en el Río Guarapiche en fecha 04 de Febrero 2012
En recientes accidentes laborales con registros de trabajadores muertos se menciona: En el muelle de Palua COPAL, el 24/03/2015 el trabajador Reine Rafael Campos Salas, muere por caída desde otro nivel, equipo involucrado, Apilador 15 metros. El 13 de mayo 2015 en el misma empresa muere Luis José Patris, caída desde otro nivel, equipo Apilador 15 metros. En esta empresa COPAL que realiza trabajo para Ferrominera Orinoco no hay inspectores de seguridad.
En la empresa Carburo del Caroní el 9 de enero de 2015 Argenis Córdova Gómez, fallece aplastado por unas compuertas de una mezcladora industrial.
En la Construcción del Centro Comercial Calle Páez en San Félix, el 15 de octubre de 2014 muere Marcos Hernández González, electrocutado por descarga eléctrica y caída de otro nivel 8 metros.
En otro accidente laboral de tránsito, empresa CVG-VENALUM, autobús marca YOTONG R-08, en la Zona Industrial Los Pinos, el 12 de julio 2015 resultan heridos 11 trabajadores Golpeado por; Mal estado de las arterias viales, Exceso de Velocidad y Falta de mantenimiento de las Unidades
En este año en el estado Lara se registran 1099 accidentes y cuatro muertes laborales, esto debe llamar a la reflexión que en el primer semestre cuatro trabajadores han perdido la vida por falta de condiciones y procesos seguros en sus sitios de trabajo. Las empresas deben obligarse según la LOPCYMAT al mejoramiento de las condiciones de trabajo y la implementación de normas y procedimientos de higiene y seguridad. Para así minimizar los riesgos y exposiciones de los trabajadores a condiciones inseguras. En palabra Alfredo Aular, secretario de seguridad y salud industrial del sindicato de trabajadores de Corpoelec Lara en la Corporación Eléctrica Nacional no hay políticas claras de salud y seguridad, por su inexistencia tampoco hay manuales de procedimientos, no se controlan los riesgos ni se notifican. http://www.elinformador.com.ve/2015/06/23/lara-registra-1099-accidentes-y-cuatro-muertes-laborales-en-2015/
El estado Bolívar no escapa de esta realidad, porque según las cifras de INPSASEL, en 2012 se registraron 3.750 accidentes laborales, lo que representa 5,9 % del total en el país y se traduce en una merma de 0,3 % con respecto al 2011, cuando se registraron 3.870 casos.
En Venezuela actualmente en materia de la prevención y seguridad laboral no hay un criterio unificado, porque la política gubernamental mantiene un doble discurso en casi todos los ámbitos de la vida nacional, es conocido que tenemos una legislación laboral avanzada. Actualmente Venezuela es uno de los tres países de Latinoamérica que consagra en su Constitución, específicamente en el Artículo 89, el Derecho a la Salud en el Trabajo, lo cual nos convierte en un país de vanguardia en materia de protección de sus trabajadores. Es decir, Venezuela está a la vanguardia en materia de seguridad en el trabajo, especialmente en las áreas legislativas. Pero no todo es negativo se debe reconocer desde hace una década, a partir de la creación del Instituto Nacional de Prevención y seguridad Ambiental, INPSASEL, y de la reforma de la Ley orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente del trabajo, LOPCYMAT en el 2005, el cuidado por la Salud Ocupacional ha aumentado en Venezuela.
Hay que darle transcendencia a la salud y seguridad de los trabajadores venezolanos, debemos prevenir situaciones de riesgos en el trabajo, especialmente a través de la conciencia de los mismos trabajadores, quienes deben aprender a velar por su salud, respetando las normas ambientales y de seguridad, para evitar la exposición a situaciones o sustancias que puedan poner en peligro su cuerpo o que progresivamente les generen secuelas mentales o físicas.
Actualmente hay unos 120 mil delegados de prevención y que desarrollan cotidianamente esta acción preventiva para educar a los trabajadores. En este esfuerzo a veces no cuentan con el apoyo del patrono, sino trabas en sus funciones. Últimamente estas acciones han decaído porque el patrono estado no permite ser fiscalizado por los delegados de prevención, es sumamente difícil investigar y sancionar una empresa del estado cuando ocurren accidentes laborales, un ejemplo de esto es PDVSA donde se ha presentado accidentes que no han sido reportado a las organizaciones sindicales según la contratación colectiva de este sector. Asimismo este tipo de acciones viola la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT), que establece que estas eventualidades deben ser notificadas a los comités de higiene que son los rectores en materia de seguridad de las distintas empresas. En PDVSA se han presentado incendios, fallas eléctricas y de equipos, y no se presenta un informe oficial de la estatal.
En las empresas de Guayana, estadales y privadas son amenazados constantemente con despidos los delegados de prevención de LOPCYMAT, y el acoso laboral y los despidos que padecen por aplicar la ley, porque los patronos no aceptan que se corrijan las condiciones de riesgos en sus empresas, lo más importantes para ellos es la producción y si ocurre un accidentes no hacer el informe ni permitir su reporte a INPSASEL. Los Delegados y Delegadas de Prevención tienen derecho a ejercer sus atribuciones y facultades, con libertad y autonomía, sin más límites que las previstas en la Ley, sus Reglamentos y Normas Técnicas. Lo más grave es que estas irregularidades y violaciones cuentan con el apoyo de la inspectora del trabajo jefa Milagros Cárdenas.
Lo único que se exige a los funcionarios directivos de INPSASEL, ya que este es el único organismo competente para certificar el origen ocupacional de los accidentes que cumplan con sus funciones, porque entre ellas está en vigilar y fiscalizar el cumplimiento de las normas en materia de salud ocupacional. Además de substanciar informes técnicos sobre los accidentes de trabajo, enfermedades ocupacionales y condiciones y medio ambiente de trabajo, además de promover una cultura preventiva en materia de salud ocupacional.