Cuando la agencia Al Yasira preguntó a Hugo Chávez por qué era socialista si el socialismo había mostrado su fracaso con el derrumbe de la Unión Soviética, él contestó: “Ese fue el socialismo de Stalin, no el de Lenin y Trotski”. ¿Qué quiso decir con eso? Que fue la deformación staliniana del socialismo la que había fracasado, la deformación que se caracterizó por el monolitismo antidemocrático y verticalista.
Entendiendo esto es que para impedir la confusión él habla del democrático “Socialismo del Siglo XXI” para diferenciarlo de la deformación stalinista del socialismo del siglo XX. No en vano Eduardo Galeano ha calificado a la Constitución venezolana como la “más democrática del mundo”.
Esto no es comprendido por muchos compañeros que apoyan la revolución venezolana pero no logran desprenderse de la metodología stalinista del monolitismo y buscan aplastar cualquier intento de “salirse de la línea”. No alcanzan a comprender que precisamente el socialismo verdadero significa la más amplia libertad de ideas, la ausencia de cacería de brujas. Son esos compañeros que todavía arrastran las deformaciones del “socialismo” staliniano del siglo pasado quienes se horrorizan de la “sacrílega” independencia del movimiento sindical defendida consecuente y concientemente por Orlando Chirino, dirigente de la UNT. Con esa actitud, por supuesto involuntariamente, lo que hacen es perjudicar al proyecto de construcción del “Socialismo del Siglo XXI” repitiendo la metodología que hundió la deformación stalinista del siglo pasado.
Orlando Chirino sí comprende perfectamente que la mejor forma de defender la revolución bolivariana es manteniendo la democracia verdadera. Precisamente la defensa de esa democracia es la mejor forma de combatir a los enemigos de la revolución que la califican de “dictadura”.
Los compatriotas de América Latina que entendemos perfectamente a Hugo Chávez cuando habla del “Socialismo del Siglo XXI”, defendemos ardientemente su práctica por el compañero Orlando Chirino, y aplaudimos su defensa de la independencia democrática del movimiento sindical. Confiamos que él, con ese método, será uno de los mejores defensores de la revolución bolivariana cuyo avance beneficia a toda nuestra patria grande.
Perú, junio del 2006
Hugo Blanco (dirigente político y campesino)