El Lunes 5 de Octubre, en su día Mundial, en la Plaza Caracas: DOCENTES Y TRABAJADORXS DIERON LECCION DE LUCHA Y DIGNIDAD. Levantando las banderas del clasismo y de la autonomía de la Clase Trabajadora, maestras y maestros acompañados por otros trabajadores y trabajadoras públicos de diferentes instituciones y también del sector privado, se dieron cita en la Plaza Caracas en horas de la mañana del lunes 5 de Octubre, para manifestar su enérgico repudio a la política antilaboral del gobierno de Nicolás Maduro, como expresión del criminal Paquetazo que este aplica, el cual mantiene al conglomerado laboral del país en una trágica situación de hambre y miseria a niveles sin precedentes en nuestra historia. Vale decir, que dicha concentración se efectuó a las puertas del Ministerio del Trabajo, bajo el asedio, la provocación y la amenaza de los llamados Colectivos motorizados y de a pie y cientos de efectivos de la Guardia Nacional, la Policía Nacional, el Cupaz (un nuevo cuerpo para policial), la Policía de Caracas e inexplicablemente comandos del Dgcim, varios de los miembros de estos cuerpos portaban descaradamente armamento letal y de guerra, prohibido en las concentraciones públicas, visiblemente para intimidar y amedrentar a los asistentes, cuestión que se ha vuelto una costumbre que afecta el ejercicio del derecho a la protesta, consagrado en el artículo 68 de la Constitución.

Entre los participantes a esta actividad por los convocantes se encontraban numerosos educadores y educadoras de base de varios centros educativos de la región capital, los miembros de la Coalición Sindical encabezados por sus coordinadores Griselda Sánchez y Carlos Salazar, las Directiva de Sinatraucv Deyanira Romero y la delegada Francesca Pérez de esta organización, el directivo de Sitrameca despedido del metro de Caracas, Jairo Colmenarez, también se encontraban Óscar Linares y Thony Navas de Sirtrasalud Dtto. Capital, más otros directivos y afiliados de los Sindicatos de la Alcaldía de Caracas, del Ministerio de Agricultura y Tierra, de Ipostel. Además estuvieron también presentes factores clasistas, políticos y sociales como el PSL y Ccura, Cien por Ciento Sindical, Voces antimperialistas, Las Comadres Púrpuras, la UST y el espacio de confluencia, Rompamos El Silencio.

ANTE LA TRAGEDIA QUE VIVE EL PUEBLO LA ÚNICA RESPUESTA DEL GOBIERNO ES LA MENTIRA Y LA REPRESIÓN

Desde el día anterior a la convocatoria de la concentración, es decir el domingo 4, la plaza Caracas y sus alrededores habían sido tomados policial y militarmente, también por los tristemente célebres Colectivos y por otros cuerpos paraestatales como el Cupaz, lo cual evidencia la orientación represiva y de terror de estado que asume el gobierno como única respuesta para tratar el drama de una población venezolana arrinconada por más de un 96% de pobreza y de un 79% de pobreza extrema. Está orientación represiva es la misma aprendida y practicada en un pasado reciente en la Escuela de las Américas de Panamá, bajo la concepción reaccionaria y antipopular de la Doctrina de Seguridad y Defensa, impartida a los efectivos de países latinoamericanos por asesores gringos. Sus actuaciones confirman que los supuestos cambios doctrinales, proclamados en el llamado Proceso Bolivariano, se quedaron en la retórica. Hoy el pueblo contempla asqueado la matraca, la arbitrariedad policial y militar, su orientación antipopular y de exterminio, así como otras podredumbres.  Actuación y acción policial y militar que, en contraste al tratamiento represivo a las Marchas y Movilizaciones motivadas por el hambre, es condescendiente e indulgente con las bandas delictivas como en el caso de la Cota 905.

El día lunes 5 , apenas llegaron a la plaza los asistentes a la concentración, encontraron en la puerta del Ministerio del Trabajo un grupo de afectos al gobierno con un sonido a todo volumen haciendo propaganda gubernamental y vociferando palabras de clara intimidación hacia los trabajadores y trabajadoras manifestantes tratándolos como delincuentes y apátridas por luchar por sus intereses, los cuales permanecieron tranquilos ante las provocaciones y a la espera de otros compañeros y compañeras para decidir que iban a hacer. Cuando tenían un rato de espera y fueron llegando varios de sus camaradas decidieron quedarse en la Plaza evitando la confrontación, siempre bajo el asedio de colectivos y de efectivos policiales y militares, quienes se les acercaban más a intimidar que a mediar y meterle una guerra sicológica a los manifestantes, para que desalojaran la plaza y se fueran. Fue así como las aguerridas maestras y maestros, y el conjunto de quienes les acompañaban en una demostración de valentía, se Plantaron firmemente cerca de la entrada principal de la Plaza que da hacia la Av. Baralt, y con un megáfono empezaron a vocear consignas de aumentos Salariales y otras Reivindicaciones, denunciando la política criminal del gobierno, expresando la voluntad de quedarse en la plaza Caracas, aún con el asedio y el probable peligro de agresión. Una actitud combativa donde dejaron claro que No iban a renunciar a su derecho a la protesta.

Ante el talante de lucha y la razón de sus planteamientos, los transeúntes y la gente del pueblo rodeó a los manifestantes y en señal de simpatía acompañaban también las consignas que estos coreaban, se configuró una tribuna dónde intervinieron una andanada de luchadores sindicales abriendo el evento el dirigente sindical de la Salud Thony Navas, en unas sentidas palabras para solidarizarse con la lucha de los docentes, pues se reconocían en ella, además de expresar su firme disposición a No abandonar la plaza, llamando a la vez al pueblo de Caracas a respaldar a sus docentes, trabajadores y de sumarse como parte de las protestas que se venían realizando el sector magisterial, en ese mismo momento en varios estados del país, así como las recurrentes luchas que se han activado por distintas exigencias en todo el país.

Con las consignas: ¡Caracas No se Subordina! ¡Caracas se suma a la Protesta! quedó clara la firme disposición de los manifestantes de mantenerse en la Plaza Caracas. Un jefe policial encargado del operativo tomó la medida de solicitarle a los colectivos y otros provocadores a que se retiraran o a medir sus actuaciones. Logrando así los manifestantes consolidar su espacio y continuar con el acto y su protesta.

ANTE EL FRACASO DE LA AMENAZA DE AGRESIÓN EL GOBIERNO APELA AL "DIÁLOGO Y DEBATE" BAJO COACCIÓN

En virtud del fracaso de la medida "disuasiva", es decir, de permanentes amenazas de agresión y represión a los docentes y demás trabajadoras y trabajadores manifestantes, por parte de los colectivos y de los cuerpos represivos, el gobierno apeló al hipócrita expediente del "dialogo y debate civilizado", pero muy grotesca y torpemente montado con la presencia de las policías y con comandos armados, incluso, efectivos del Dgcim con pasamontañas. Sin embargo, la representación de docentes y trabajadores aceptaron valientemente el diálogo, pero denunciando que ese método de coacción equivalía a discutir con alguien que les colocara una pistola en la cabeza. La discusión pública en plena plaza Caracas comenzó con el desfile de oradores de cada sector con el vocero que los representaba. De un lado los trabajadores y trabajadoras, y del otro, los altos funcionarios del gobierno metidos a candidatos a diputados, entre los cuales se encontraban Pedro Infante, Rafael Simón Chacón, Carmen Zerpa, Nahun Fernández, la madre de Robert Serra y otros. Utilizando un camión con sonido que habían traído para tal fin, fueron dándose las intervenciones de un lado y de otro, destacaron por parte de los manifestantes las intervenciones de Griselda Sánchez, Deyanira Romero y Thony Navas.

Al final del debate se evidencio, más allá de las consignas desgastadas y vacías en contenido de quienes acompañaban a funcionarios y candidatos del gobierno, la inmensa superioridad moral y política de los oradores representantes de los trabajadores y pueblo acompañando, quedando por el suelo la opulencia y el poder de una casta burocrática descompuesta y en plena crisis: evidenciándose entre el público presente la sensación emocionada, la certeza del advenimiento de tiempos de cambios, donde prevalezca la verdad, la honestidad y la fuerza de una clase trabajadora que empieza a luchar para irrumpir como un genuino referente ético y político para salvar a la población venezolana y a las próximas generaciones del desastre generado por un gobierno corrupto, miserable y canalla y una oposición patronal inepta, inescrupulosa y cobarde.