Al parecer, la bella Mary Pili Hernández, quien una vez tuvo un pequeño roce conmigo, por un asunto tan intrascendente que no recuerdo los detalles y es así porque fue por las redes, pues nunca he tenido la dicha de verla o mejor mirarla de cerca y extasiarme con su linda figura, sólo suelo verla en fotografías y televisión y esas lecturas me dicen es una bella chica, entrevistó a Freddy Bernal, el gobernador del Táchira, uno de los importantes y genuinos, de esos que se suelen llamar chavistas.
Digo "suelen llamar chavistas", porque es bueno aclarar este asunto. En la jerga política venezolana de estos tiempos, se ha venido aplicando inadecuadamente ese calificativo a todo aquel que estuvo de acuerdo o apoyó todas, buena o alguna parte de la gestión del presidente Chávez y, en consecuencia, votó por él. Es como si unos cuantos de nosotros, venezolanos, de esos que también llamamos de izquierda, dentro del chiripero, votamos por Caldera, nos llamen calderistas.
Al decir esto último, recuerdo un militante de Copei que, el día sábado, 24 horas antes de las elecciones, habiéndonos encontrado en un sitio me pregunto, sabiendo de mi posición:
"¿Tú vas a votar por ese viejo decrépito?"
Por supuesto, se refería a Caldera y conocía que toda esa izquierda dispersa, desde 40 años atrás, producto de aquel disparate de la lucha armada, se había unido, pero como un plato antes trizado pegado ahora con saliva de loro, para votar por quien había sido fundador de Copei y con ese partido había roto.
"No", le respondí, "no voy a votar por el Doctor Caldera, voy a hacerlo contra lo que ustedes y AD representan".
Por supuesto, reconozco que volvimos a equivocarnos y esto no vale la pena explicarlo porque la historia es conocida. Pero si es bueno hablar de cómo curiosamente, cuando se instaló el gobierno de Caldera, ese personaje fue escogido para un altísimo cargo y el tipo tuvo el cinismo de aceptarlo y allí estuvo hasta el final del período.
Yo apoyé y voté por el comandante Chávez, no por chavista, sino porque estuvo planteando y ofreciendo, en buena medida, lo que creía debía hacerse. Aunque advierto que, acerca de lo tanto que hizo, tuve y, con certeza, ahora tengo muchas diferencias y distancias. Aunque debo enfatizar que hay más cosas con las cuales estoy de acuerdo. Es cuestión de hacer precisiones y poner cada cosa en su sitio, como dejar claro, que sé que, por su liderazgo, a esta altura, hubiera hallado la o las salidas pertinentes.
Nunca, después de haber llegado a la madurez y en gran parte por esa tenacidad que afortunadamente me embarga de ser muy crítico y vivir revisando los detalles, más después de haber vivido la experiencia de la lucha armada y cada detalle de lo que ella implicó, si algo aprendí y asumí, es a no tener ídolos ni santos políticos, pues los religiosos los perdí casi entrando en la adolescencia. Pero sin duda, hay gente que se refocila o mejor se envanece diciendo que es chavista "hasta la pared de enfrente", pese lo que piense y haga, no en mucho, coincida con lo que pensaba el expresidente, más tratándose de un personaje, como éste, que cambiaba incesantemente, en un sentido u otro. El Chávez de hoy, no sólo era distinto al de mañana, por razones de la dialéctica, la hegeliana, sino que hasta diametralmente opuesto, tanto que, en veces, resultaba incomprensible y contradictorio.
Pero ahora, Mari Pili, se me ha vuelto más bella, no porque yo he envejecido y los viejos tenemos una visión como más amplia de la belleza, tal que esta percepción se fuera arrimando a la edad de uno y se hace más perceptiva y generosa la visión de belleza, sino porque le vimos volver a su trabajo de periodista radial y hacerse muy crítica del gobierno, como nosotros mismos, habiendo sido antes hasta ministra y diputada. Y la única razón que vemos para esa actitud es la de sentirse inconforme, tal como uno mismo, de la gestión gubernamental.
A ella y por sus preguntas, Freddy Bernal confesó su preocupación y hasta disgusto, por esos "chavistas que "«Andan con zapatos de 1.500 dólares, con productos de marca frente a un pueblo que gana 130 bolívares de sueldo mínimo. Aunque sea, les debería dar vergüenza usar ese tipo de cosas». Al hacerlo de esa manera, «pisotean el nombre de Chávez". https://www.aporrea.org/ideologia/n379754.html
Y le confesó otros asuntos, como algo relacionado con Diosdado Cabello, el disgusto de este por unos viceministros metidos dentro de camionetas de valor incalculable y agregó, en su hablar con Mari Pili, quizás perturbado por la belleza de su entrevistadora, y le entiendo porque, yo teniéndola cerca, seguro que las piernas me temblarían, "Y es tanto así, que a la dirección nacional del Partido se ha citado a dirigentes por ese tipo de ostentación»".
Pero de todo eso que Bernal, un chavista de esos que el día del golpe del 2002 contra Chávez, se la jugó y expuso la vida, dijo a la linda entrevistadora lo más llamativo y hasta emotivo, fue lo relativo a los salarios, "si alguien está consciente, con todo el dolor de la necesidad de la clase trabajadora es el presidente Nicolás Maduro, que viene a hacer un obrero, y él con grandes esfuerzos hizo un aumento de salario".
No sé si Maduro está consciente, tal como comenta Bernal, pues el presidente de eso nada dice, más bien evade el tema y habla insistentemente de la prosperidad en la que estamos viviendo y se le percibe feliz y hasta como dichoso de lo que hace, pero el gobernador del Táchira sí lo está, pues lo confiesa. Y esto, a uno, le parece por lo menos un buen síntoma, mejor que eludir el problema y hablar de conquistas, logros y bondades que sólo alcanzan a una clase privilegiada y minoritaria. Ahora mismo, el presidente ante la Asamblea Nacional, habló de una prosperidad y mejorías que uno no ve, pese ansiamos que aparezcan y preñados como estamos, uso esa palabra estudiadamente, para mostrar hasta donde lo estamos, de buena fe.
Y en materia de salarios, como muestra de cuanto, por lo menos él está preocupado, pues por su rango y nivel está más cerca de la gente, manifestó que el gobierno "está estudiando un aumento salarial sostenible en el tiempo".
Ahora mismo recuerdo, cuando Maduro, nos habló por primera vez del Petro y su magia para derrotar las sanciones, al "dólar criminal" y la hiperinflación con esa moneda. Fue como el anuncio de un primer "superbigote", no copiado del Fantomas de Julio Cortázar, ese que combatió contra las transnacionales, tampoco del "Don Quijote de La Mancha" de Cervantes, aquél que se enfrentó sólo, con su adarga y caballo, hasta con molinos de viento, sino de la fantasía supremacista de los Estados Unidos, esa misma que hace años se copió Japón, aquella que comenzó con el Capitán Maravilla y hasta hoy tiene incontables personajes. Esa moneda pondría todo en su lugar, al bloqueo pulverizaría más con la ayuda de las minas de oro, de las que a cada gobernador se le asignó una y la inminente reactivación de la industria petrolera con la ayuda de China e Irán.
Hasta, era tanto su optimismo y certeza que su equipo económico, el cual se dijo estaba integrado por rusos y chinos, un grupo como misterioso, cada uno con una varita mágica, había hallado la ruta y esa era el Petro, que fijó el salario mínimo en la mitad de esa moneda encriptada. Pero al mes siguiente, el Petro, fijado su precio inicial en base al precio del barril de petróleo, había llegado, uno no sabe y parece nadie lo sabe cómo ni por qué, pues no lo explican, a un precio elevadísimo y el salario quedó sujeto al piso y hasta empujando hacia abajo.
Por todo eso, uno duda de esa que pudiera ser sincera y generosa expresión de Bernal, de un aumento salarial "sostenible en el tiempo", más si ya sabemos que el gabinete económico de Maduro, no es el que antes se nos hizo creer, chinos y rusos no quieren saber nada de ese entuerto, no sabe en lo que está metido o por el contrario, si por demás, pero trabaja para el enemigo.
Hasta ahora, no había visto en Bernal, un militante chavista y de los importantes o "chivos", como se dice en la jerga venezolana, dotes de poeta. Quizás de soñador sí, porque si algo o mejor bastante tuvo Chávez, fue de esto y es posible que, hasta por ósmosis, a quienes de él estuvieron cerca, haya "contaminado" con esa peligrosa arma y hasta aptitud. Pero no todo soñador logra ser poeta. Pero lo que Bernal dice, eso de "un aumento salarial sostenible en el tiempo", me suena como una bella poesía romántica, quizás pasada de tiempo, pero bastante bella. Y si algo malo tiene el romanticismo es eso, lo de ver todo bello, como si estuviese viendo a Maripili y en ella, en la poesía romántica, la fealdad y la miseria, no suelen aparecer con facilidad. Siempre, si es que aparecen, son esquivas. Por algo, y esto es bueno tomarlo en cuenta, Bernal no hablaba con cualquiera, sino con la linda Maripili Hernández.
¿Cómo lograr eso en un país destruido? No arruinado, porque el petróleo, oro, coltán, tierras y aguas, mano de obra de calidad, abundan, pero faltan otras cosas; como Ali Primera cantó, "no basta rezar, hacen falta muchas cosas para……."