La nueva vanguardia del salario mínimo: Fedecamaras y Fedeindustria

El no retorno pregonado por Chávez hoy regresa a su punto de partida. Lo que la oposición del puntofijismo y la oposición extremista no lograron con la ya decadente transición anunciada, los restauradores de la "nueva época" lo frenaron y cambiaron el rumbo. Lo que en un inicio arrancó con ideas socialistas y de transformación, hoy retrocedió hacia el estado político y social que ya existía. En otros términos estamos observando una transición hacia la restauración de todo lo anterior.

El proceso social y político iniciado a partir de 1999 con la nueva Constitución estableció un nuevo contrato social, Rousseau, en la sociedad venezolana y a partir de ese momento las transformaciones del estado se hicieron presentes.

Se calificó el nuevo proceso político como el tránsito de la cuarta hacia la quinta república y se declaró en el 2005 el tránsito hacia la construcción de una sociedad superior. La tesis doctrinaria que marcó ese nuevo rumbo se establecido en el artículo 2° de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela-CRBV, que claramente expresa:

"VENEZUELA SE CONSTITUYE EN UN ESTADO DEMOCRÁTICO Y SOCIAL DE DERECHO Y DE JUSTICIA, QUE PROPUGNA COMO VALORES SUPERIORES DE UN ORDENAMIENTO JURÍDICO Y DE SU ACTUACIÓN, LA VIDA, LA LIBERTAD, LA JUSTICIA, LA IGUALDAD, LA SOLIDARIDAD, LA RESPONSABILIDAD SOCIAL Y, EN GENERAL, LA PREEMINENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, LA ÉTICA Y EL PLURALISMO POLÍTICO."

Al mismo tiempo, la normativa citada transversaliza todo el contenido de la CBRV y la pone en movimiento en su ulterior desarrollo, aunque al diputado Jesús Farías no le agrade la interpretación literal, para otorgar en su artículo 91°, como derecho a todos los trabajadores venezolanos "UN SALARIO SUFICIENTE QUE LE PERMITA VIVIR CON DIGNIDAD Y CUBRIR PARA SÍ Y SU FAMILIA LAS NECESIDADES BÁSICAS MATERIALES, SOCIALES E INTELECTUALES." Garantizando como obligación del Estado un "SALARIO MÍNIMO VITAL" que se ajustará cada año de acuerdo a la fluctuación del "COSTO DE LA CANASTA BÁSICA."

En contraposición, el Estado venezolano ha perdido la iniciática como resultado de una política económica errada y su papel fundamental como instrumento principal en materia de políticas públicas para favorecer a los trabajadores (y ante la debilidad del mismo) tal competencia la ha asumido, con el visto bueno de quienes gobiernan, FEDECÁMARAS Y FEDEINDUSTRIA.

De hecho, a pesar de las nutridas movilizaciones de los trabajadores públicos que se han hecho sentir en todo el territorio nacional, teniendo como portaestandarte a los maestros, ocultar esa realidad sería una desfachatez, un descaro. Mientras el gobierno hace silencio sobre la materia salarial, FEDECÁMARAS y FEDEINDUSTRIA como organizaciones defensoras del capital han tomado la iniciativa y aparecen hoy como actores y protagonistas en un gobierno "obrerista", y camuflados de nuevos defensores del salario.

En conclusión, los que ayer se oponían a los aumentos salariales durante todo el periodo de la cuarta república y en el gobierno de Chávez, FEDECÁMARAS y FEDEINDUSTRIA, hoy se han convertido en la nueva vanguardia del aumento salarial con el objetivo claro de bonificar el salario y eliminar las prestaciones sociales, y los que luchaban al lado de los trabajadores por el aumento del salario, hoy como representantes del gobierno se han convertido en los patronos de ayer y ven con buenos ojos la iniciativa empresarial.



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Carlos Mezones


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