La renacionalización de la empresa Sidor por parte del gobierno bolivariano constituye un golpe a las políticas privatizadoras del capitalismo global, y al mismo tiempo golpea también a la derecha endógena que dentro del chavismo pretendía escamotear las reivindicaciones de los trabajadores y doblegarse a los intereses de la transnacional argentina.
Desde hace más de 30 años, el centro de poder del capitalismo globalizado impuso las políticas privatizadoras como la receta salvadora que lograría reestablecer el crecimiento de la tasa de ganancias de la burguesía internacional, a costa del sacrificio de las reivindicaciones obreras y la modificación de toda la legislación laboral que se había fortalecido al amparo del “estado benefactor” y el anterior modelo keynesiano. El neoliberalismo logró conquistar el mundo gracias al poder de instituciones como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, sin dejar de recurrir a los cañones y balas de dictaduras sangrientas como la de Pinochet en Chile.
Fue ese modelo privatizador del neoliberalismo el que permitió que Sidor pasara a manos de compañías extranjeras durante los años 90. De la misma forma se privatizó la CANTV y se dio pie a la apertura petrolera, procesos que en fechas recientes fueron revertidos también por el estado venezolano.
La empresa Ternium constituyó un ejemplo de la aplicación concreta de la desregulación o flexibilización de las relaciones laborales, mediante un proceso progresivo en que se perdieron las anteriores reivindicaciones de sus trabajadores y se implementaron formas de explotación salvaje de la mano de obra. Estos aspectos han sido abundantemente explicados en las últimas semanas por el sindicato Sutiss y sus principales dirigentes.
Pero la lucha de los trabajadores por defender sus legítimos y legales derechos laborales se encontró no sólo con la oposición de los empresarios. De manera sorpresiva, junto a la empresa terminaron colocándose personeros significativos del gobierno chavista, como el Ministro del Trabajo José Ramón Rivero y el Gobernador de Bolívar Rangel Gómez. Estos personajes han sido barridos también por la decisión de renacionalizar Sidor.
El triunfo de la lucha de resistencia de los sidoristas ha permitido demostrar lo justo de todos los paros, movilizaciones y protestas que los trabajadores organizaron en los meses recientes. En cierta forma, este triunfo de los obreros sidoristas es también la derrota más contundente que ha sufrido la burocracia de la FBT enquistada en el ministerio del trabajo. Esta burocracia endógena ha pretendido hacerse con el control del movimiento de trabajadores en Venezuela aprovechándose de su poder ministerial, mediante la presión, el chantaje, la intimidación, y las medidas represivas concretas contra los movimientos sindicales y dirigentes que no se han doblegado a sus aviesas intenciones.
Pero toda su politiquería neoadeca se estrelló en esta oportunidad con el muro de la lucha obrera sidorista. Con qué cara se puede presentar ante el país el ministro Rivero, luego de haber despotricado durante semanas en contra del sindicato Sutiss y de sus principales directivos, después de haber consentido la feroz represión que en varias oportunidades desató contra los trabajadores la Guardia Nacional, bajo las órdenes del gobernador Rangel. Las decenas de heridos y de detenidos que hubo entre los trabajadores sidoristas, las pérdidas materiales sufridas en su patrimonio personal (los vehículos destruidos por la arremetida de la GN), hoy son compensados por esta medida que ha decidido el presidente Chávez.
Sidor en manos del estado venezolano debe entenderse como la oportunidad para abrir un proceso de participación de sus trabajadores en la conducción de la empresa. Para ello se tiene la experiencia del consejo de trabajadores que funcionó en Alcasa mientras Carlos Lanz estuvo al frente de dicha empresa. Para ello se cuenta con las propuestas debatidas en el marco de la propuesta de reforma constitucional, referidas a los consejos de trabajadores como parte del poder popular.
Estas propuestas deben impulsarse a partir de la organización ya existente, es decir, a partir de las iniciativas del propio sindicato Sutiss y sus principales dirigentes. Quienes resistieron la represión, las amenazas y chantajes de la empresa y de la derecha endógena, tienen hoy todo el derecho y toda la moral para encabezar cualquier propuesta de reorganización laboral-empresarial de Sidor.
¡ VIVA LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES DE SIDOR ¡
¡LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA AVANZA CON EL IMPULSO DE LOS TRABAJADORES SIDORISTAS¡
Maracaibo, 10 de abril de 2008.
*Miembro asesor del Comité Ejecutivo de la UNT-Zulia.
Esta nota ha sido leída aproximadamente 4410 veces.