Desde el 2000 el gobierno bolivariano de Venezuela se propuso como meta empezar la transformación de la educación superior, siendo la universidad de los llanos “Ezequiel Zamora” una de las universidades piloto para ensayar tal propósito, no obstante, tan bonito ideal no ha podido aún cristalizarse. Es verdad que se han logrado algunos cambios, empero sus estructuras siguen sin mayores modificaciones. Para no entrar en detalle, toda la normativa jurídica que ha regido nuestra casa de estudio todavìa se mantiene incólume al diseño de la universidad colonial y neoliberal que hemos tenido desde que se fundó nuestra máxima casa de estudio.
A mi modo de ver diez años de continuos ensayos infructíferos y saltos en el vacío son suficientes para que entendamos de una vez por todas que la única vía para transformar la universidad de pies a cabeza es precisamente a través de una constituyente. Es decir si queremos refundar la universidad sobre otras bases teóricas y otros estamentos jurídicos-políticos, filosóficos en correspondencia con los principios éticos socialistas del presente siglo, entonces estamos obligados a provocar un terremoto interno que haga chicha a todo el armazón que sostiene a la actual universidad que se resiste a morir.
Es bueno tener presente que para hacer añico el viejo modelo de universidad, es imprescindible la participación de todos y todas, las organizaciones políticas, culturales, religiosas, egresados y personas en general que conforman el gran conglomerado universitario. Ojo, entendiendo la universidad como un todo orgánico donde se encuentre incluida también la gente del pueblo.
Este llamado a la participación de todo el mundo universitario de por sí es una revolución, primero porque acaba con la participación exclusivista de los gremialismos oportunistas que se han lucrado desde hace mucho tiempo del presupuesto que el Estado venezolano le asigna a las universidades), segundo porque la participación de todas y todos enervaría la sangre de de la juventud universitaria que, dicho sea de paso, hoy se encuentra con altos niveles de colesterol. La historia nos ha enseñado que generalmente las revoluciones son emprendidas por jóvenes o sino por sangre juvenil, que es casi lo mismo, y como la constituyente tiene un rostro festivo, estoy seguro que ello contagiaría a gran parte de nuestra juventud revolucionaria. En tercer lugar, a mi juicio el punto más importante, es que con una participación generalizada y agonística ( entiéndase participación a todo dar) como la que estamos proponiendo desataría una revolución neuronal, pues tan pronto se convoque a una constituyente la gente comenzaría a parir ideas por montones, me imagino que una tormenta de ideas bullirían hasta voltear patas arriba a nuestra querida casa de estudios, sólo un sacudòn/revolcón como éste podrá salvar a la UNELLEZ del estado lánguido en que se encuentra. Dije hace poco que casi siempre las revoluciones se hacen con sangre agitada o juvenil, más creo que es impensable una revolución sin una viva y abundante materia gris.
Finalmente sólo mediante una constituyente es que el pueblo universitario puede ejercer el poder con absoluta soberanía, es decir con toda la autoridad para poner o quitar lo que considere saludable o positivo para una real y verdadera transformación universitaria.
Posdata. El vicerrectorado de Guanare ya comenzó el proceso constituyente, el día 20-05 del presente año se nombró la Comisión Promotora para tal fin, dicha comisión quedó conformada por los profesores Mirian Montoya, Rafael Oleaga, Rafael Izarra, entre otros profesores. En los próximos días se conformaran las comisiones promotoras proconstituyentes en los vicerrectorados de Cojedes, Apure y Barinas.
(*) Docente- investigador Unellez
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